En un mundo que fue cambiado por el surgimiento del depredador perfecto de humanos, una joven es abordada en su casa por un vampiro al que vio cazar en grupo a uno de los salvajes. Es entonces que todo cambia.
Sinopsis:
Un día a Clarissa la abandona...
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Luego de semanas el ataque comenzó cerca del Castillo, pues con los días un camino de incidentes empezó a formarse a su alrededor. El combate se dio en el frente, lejos de las puertas. Sólo la mitad de cazadores combatía al ser equivalente su número al de enemigos calculados y porque sería contraproducente que todos participaran, si lo peor ocurría aún quedarían otros en pie.
Kahler en el centro de la lucha eliminaba a una gran mayoría, las cenizas volaban a su alrededor, tal secuencia sólo se perturbaba cuando alguien se acercaba demasiado, de ser así se ganaba primero una herida letal en su pecho. Allen por su cuenta peleaba junto a Oliver, aunque en su mayoría debía adaptarse al ritmo del cazador. Adam y Sara se unieron para terminar con los que se acercaban demasiado al cuartel. James y Carl se escabulleron detrás dirigiendo a un par de cazadores para acorralarlos. La mayoría del resto evitaba su avance o escape por diferentes flancos.
♦ ... ♦
Dentro del Castillo Edmon y Salazar permanecían en la habitación de armas. A pesar de ser de los mejores cazadores, se decidió que se quedarían atrás como una reserva, tenían un grupo esperando fuera cerca de la entrada. Por ahora estaban aprovechando el tiempo para hablar de algo que seguía pendiente.
—Supongo que después de lo que ha pasado, sabes que el problema principal con los vampiros, es el conflicto que todos tienen con Kahler.
Sus palabras fueron cuidadosas y precisas, para dar una única interpretación, no había cosas escondidas o con un significado más cargado. Salazar al notarlo comprendió que era porque sabía qué estaba diciendo. Edmon continuó.
—La mayoría de las cosas que han pasado a lo largo de nuestra historia han sido así.
—¿Y por qué lo dices ahora?
Salazar era de poca paciencia, era peor cuando estaba en medio de un momento como aquel, además, la vitalidad de su fuerza de ataque estaba afuera en peligro, eso era lo que le importaba, no tanto los cazadores como persona. Tal vez ese era el peor defecto que tenía. No pasó desapercibido para Edmon su semblante molesto e irritado, una muestra de lo que podía ser más allá de la seriedad y demás. Aunque a tales alturas casi era inmune a ese tipo de humor, después de todo era preferible molestar a Salazar que a Kahler. Con el rey, una sola palabra podría ser una sentencia de muerte en la actualidad.
—A pesar del lugar que decidieron atacar, lo que está sucediendo aquí tiene la finalidad de golpearlo a él. Lleva años batallando con grupos pequeños y grandes de su propia especie, por eso en la actualidad su clan es el más pequeño que existe, el que no sea apoyado por su gente no tiene nada que ver.
Si era así, no debieron involucrarse, su bienestar ni el de ningún otro vampiro era un deseo que tuvieran.
—Permitió que nos involucráramos por todos nuestros compañeros que terminaron en manos del enemigo, fueron más de cien y no hay garantía para rescatar a ninguno.
