Capítulo XVIII - Una visita obligada al castillo en invierno

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De todas las cosas que pensó que tendría que enfrentar de forma eventual en su nueva vida, ninguna estaba relacionada con los eventos que sucedieron después de la primera vez que estuvo en peligro, o más bien aquel instante en que murió y debió qu...

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De todas las cosas que pensó que tendría que enfrentar de forma eventual en su nueva vida, ninguna estaba relacionada con los eventos que sucedieron después de la primera vez que estuvo en peligro, o más bien aquel instante en que murió y debió quedarse así. Sobre eso no tenía herramientas para actuar, en aquel mundo no era nadie, no contaba con un nivel o estatus propios de su especie, sabía bien lo que era y que su lugar estaba más cerca a aquellos vampiros salvajes que había podido ver muy de cerca en más ocasiones de las que señalaban normalidad, no como si algo anduviera mal. Si bien estaba muy consciente de que cualquiera de sus compañeros la cuidaría y defendería, algo le decía que no debía dejar que hicieran eso, sobre todo Kahler, era sólo que no se sentía bien consigo misma por ello; aún tenía que averiguar el porqué de eso.

¿Quizás tenía que ver con el hecho de que la escondieran?, ¿con que no hablaran de forma abierta de ella?

En la actualidad sabía que Kahler estaba molesto por lo de Graham y de seguro también lo había estado ya un tiempo por el cazador Alanh. En una de las situaciones lo vio con ese humor y en la otra lo mostró directo a ella. Cuando pensaba en eso lo único que podía concluir era que la molestia de él se debía a que ella estaba llamando la atención de una manera en que lograba atraer el peligro sin proponérselo. Sin embargo, Clarissa no podía cambiar lo que ocurrió en el pasado ni borrar el conocimiento de aquellos hechos, de las personas allá afuera que lo vieron o se enteraron por Arlan y Graham.

Sobre conocer al cazador y al vampiro no había nada que pudiera decir, por eso evitaba a Kahler para que no le preguntara. Además, estaba segura que cualquier cosa que dijera se malinterpretaría o no lo podría explicar bien. Por ahora ponía sus esperanzas en que no volvería a cruzarse con nada que viniera del pasado.

El tema de su estado en y por los momentos en que fue atacada por alguien superior y peligroso, no era uno en el que quisiera o necesitara pensar. Sus acciones fueron instinto, el agua desbordante que no se oponía a que la controlara. Sabía que eso hacía ver qué tan lejos podría llegar por voluntad si se dejara ir. Sin embargo, nunca se permitiría eso, tener poder no significaba tener que usarlo. Sólo las amenazas le harían ser peligrosa. Por lo tanto, dejaría que durmiesen esas partes suyas que a otros podía orillar a quererla muerta. A las personas no les gustaba compartir su espacio o cercanía con los monstruos.

♦ ... ♦

La observaba, Clarissa dibujaba afuera; estaba sentada de forma perfecta sobre la hierba después de los rosales. Ahora que todo permanecía en paz no debía ser vigilada con tanta constancia. Siempre que la encontraba sola, apreciaba con mayor claridad cada cosa que observaba en ella.

Habiendo sido víctima de alguien como Graham, no resultaría en algo bueno si llamara la atención de otros. No quería que el resto del mundo se enterara de su existencia, pero con lo que sucedió era probable que la notaran. Si se daba cuenta de ella el mundo vampírico, habría más problemas de los que cualquiera de los suyos podía esperar y manejar. Si la conocían no habría vuelta atrás.

Eternidad I, Invierno PermanenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora