Uno tenía demonios que lo consumían. El otro estaba casado felizmente.
Ellos no necesitaban amarse. Uno estaba roto. El otro intentaba arreglarlo sin éxito.
No se necesitaban y al mismo tiempo, no podían estar lejos del otro.
O donde Louis termina e...
«Necesito amor así que abrázame en la noche, lo suficiente para sentir que mi cuerpo cobra que mí vida, que el bote no se rompió y que mí corazón no tiembla»
Mirrors (Niall Horan)
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Al día siguiente:
Alguien alguna vez me dijo que era bueno para huir de los problemas cuando la situación se tornaba difícil de manejar. Eso explicaría porque no durmió en su habitación, porque se escapó en la madrugada y pasó la noche en la habitación de Louis. Miraba el cielo, cansado pero se negaba a dormir. No podía si al hacerlo, Amy aparecía en sus sueños. Le comenzaba a desesperar no tener una solución.
Louis dormía desnudo boca abajo a su lado. Se quedó un rato mirándolo. Parecía tranquilo cuando dormía, cuando nada lo perturbaba. Decía que hacía años no dormía tanto en una sola noche, que las pesadillas no existían gracias a él porque Louis ahora solo soñaba con él (y una especie de mantarraya multicolor). Sonrió ante el recuerdo ¿Una mantarraya multicolor? ¿Qué demonios significa eso, Louis?
Se levantó de la cama cuando se sintió ahogado. De pronto la sonrisa se le borró y ahora era Amy quien ocupaba sus pensamientos. No podía volver. Le aterraba la idea de hacerlo y enfrentar la realidad Cogió su ropa interior del suelo y luego de ponersela caminó hacia la ventana. No podía enfrentar a Amy y estar al lado de Louis le hacía sentirse ahogado.
Soplaba una ligera ventisca fresca cuando abrió la ventana y apoyó los codos contra esta. Abajo el paisaje seguía siendo blanco y frío pero de alguna forma el sol había logrado filtrar sus rayos entre medio de las densas nubes que encapotaban al cielo. Suspiró. No sabía exactamente que hacer en esos momentos, ni tampoco que dirección tomar. Se sentía en un laberinto donde no había solo una salida, sino dos ¿Cuál elegir? ¿La mujer que estuvo gran parte de su vida a su lado? O el hombre que lo miraba no de una forma muy distinta a Amy y que encendía en su pecho el sentimiento cálido nunca antes experimentado.
— Buenos días -susurró Louis abrazando la espalda de Harry. Recargó su mejilla contra esta mientras que sus manos se entrelazaron sobre su vientre.
Harry sonrió intentando mirarlo sobre su hombro, pero Louis media lo que media una pulga — Buenos días, Lou -apretó sus manos suavemente, intranquilo. Sentía que no debía tocarlo, sin embargo las ganas de querer hacerlo eran mucho más fuerte —. Es muy temprano para que estés despierto.
Louis bostezó contra su piel. Harry podía jurar que estaba ronroneando — Lo es -acordó —, sin embargo, estás despierto.
— No tengo sueño -murmuró Harry dándose la vuelta para poder ver su rostro de recién levantado. Louis siempre decía que se veía horrible por la mañana, y Harry siempre le recordaba que le encantaba verlo con el cabello despeinado y los ojos hinchados.
