Al día siguiente tocaron a la puerta, abrí y el jovencito Ethan estaba en la entrada.
— hola Ethan, ¿vienes por lo del trabajo verdad? — le pregunté
— sí señora
— Betty me dio muy buenas referencias de ti, como verás tengo bastante que arreglar, empezando por el cerco. ¿Quieres pasar para que nos pongamos de acuerdo?
— claro — me dijo al parecer no era un joven de muchas palabras
— ¿te gustaría tomar un café o algún refresco? — le pregunté
— un refresco estaría bien — respondió
Entonces serví dos vasos. Y le hice una seña para que tomara asiento.
—Como seguro sabrás arriendo aquí, pero me gustaría decorar el lugar como para que se viera más alegre. Trabajo en la escuela. Me gustaría arreglar y pintar el cerco, también la fachada de enfrente y aquí adentro hay algunos lugares que tienen humedad y que igual necesitan un poco de trabajo. Porque no recorres todo y me das tu presupuesto. Puedes avanzar a medida que vayas teniendo tiempo, no estoy para nada apurada y sé que estudies en la universidad. Así que aquí puedes avanzar a tu ritmo, conforme avances te pagaré por lo que ya hayas terminado. ¿Qué te parece? — le pregunté
— excelente, vivo cerca de aquí y que pueda hacer de a poco el trabajo me ayuda mucho. Si no le importa miraré dónde debo trabajar — dijo Ethan
— claro Ethan siéntete como en tu casa — y lo dejé para que recorriera todo lo que debía trabajar
Mientras que Ethan recorría todo para darme su cotización del trabajo, me puse a planificar las actividades de mis alumnos para el otro día. Sería viernes y en la noche tenía la fiesta de Betty.
Me encantaba la sensación de poder dejar atrás todo lo malo que me había pasado. Sentirme mejor, y hasta que me naciera el deseo de comprarme ropa. Ahora iría a la fiesta de Betty con ánimo y no por obligación.
De pronto mi vida estaba tomando de nuevo su curso y hasta podía sentir mi corazón en paz.
Observaba desde la ventana al joven, y pensaba que, si él siendo mucho más joven que yo, teniendo la edad como para ser mi hijo; luchaba por su vida sin quejarse, yo como mujer mayor estaba en la obligación de hacerlo también.
Y lo miraba detenidamente, no entendía porque sus padres querían tenerlo lejos. Ahora que lo observaba más de cerca, se veía como el joven que todo padre quisiera tener como hijo. Alto, de aspecto muy saludable y fuerte. Además de que era un joven muy bonito, con su piel blanca, su cabello dorado y sus ojos celestes. Y esforzándose por estudiar en la universidad a la vez que trabajaba. Sin meterse en problemas, con el carácter afable que se veía en el parque, saliendo adelante después de haber perdido a sus padres. ¿Y qué madre no podría sentirse orgullosa de tener un hijo así?
Yo hubiese dado lo que fuera por tener un hijo cómo Ethan, y la vida no me lo permitió. Ni siquiera David me permitió adoptar a uno. Y pensé que a veces la vida es demasiado injusta.
Quedamos de acuerdo, y como de lunes a viernes yo estaba prácticamente todo el día fuera por las clases, le dejaría una copia de la llave de la casa para que pudiera entrar al baño si lo necesitara. Y también para que comiera en caso de que le diera hambre.
Empezaría el lunes siguiente, y el presupuesto que me dio estaba por demás a mi alcance así que ambos quedamos contentos.
Me puse a tomar un poco de vino mientras preparaba mi famosa tarta. Tenía que dejarla lista para el otro día. En cuanto terminara mis clases tendría que volver a bañarme y cambiarme y salir con tiempo.
Como era mi receta que utilicé por mucho tiempo me quedo muy rica. Hice dos una para llevar a la fiesta y otra para dejarla en casa.
Me saqué una porción y la comí mientras bebía mi vino. Y me puse a ver una película, acostada cómodamente en mi cama.
Entre el vino y el cansancio me quedé dormida con la televisión encendida.
Cuando ya no hubo más ruido cerré mis ojos y me disponía a dormir otra vez.
De pronto siento un ruido afuera, como si alguien estuviera caminando cerca de la ventana. Y me preocupé.
Gracias al infeliz de mi ex marido no tenía nada de valor que robar, pero eso no lo sabían los delincuentes.
Me levanté en silencio con el corazón acelerado, y fui hasta la cocina sigilosamente para buscar uno de los cuchillos más grandes que tenía. Se me hacía difícil respirar en silencio. Así que traté de controlarme. Volví a la habitación a oscuras y alcancé mi celular para tenerlo en la mano. Debí estar preparada para llamar a la policía en caso de cerciorar me que alguien estuviera fuera intentando entrar.
Me acerqué arrastrándome por el suelo hasta la ventana, y por uno de los extremos traté de mirar hacia afuera.
Me quedé un buen rato escuchando en completo silencio y oscuridad, lo único que alcancé a divisar era uno de los botes de basura que había caído al suelo.
Traté de escuchar si es que acaso había viento, pero la noche se escuchaba demasiado calma.
Eso me daba más miedo, por lo menos si hubiera viento podría tratar de explicar cómo es que ese bote de basura no estaba en su lugar.
Agudicé el oído lo más que pude y tras estar por más de diez minutos vigilando no volví a escuchar nada.
No puedo negar que volví con miedo a meterme a mi cama. A pesar de que afuera no había nadie, por lo menos eso fue lo que yo noté.
Dormí con el celular en la mano y el cuchillo bajo la almohada. Me costó mucho esa noche volver a conciliar el sueño.
En mi casa mientras tuve familia, en la universidad con mis compañeras de vivienda y luego con David; en realidad en mi vida nunca había vivido en una casa sola.
De pronto sentí la necesidad de ser acompañada por alguien, no por sexo, sino para que no me vieran tan sola por la vida. Me gustaba mucho mirar la televisión y siempre se veían casos de mujeres que encontraron muertas por qué los delincuentes las escogían como un blanco fácil al estar completamente desprotegidas.
Y me di cuenta que así de seguro me veía yo; si es que algún delincuente había puesto el ojo para entrar en mi casa pobre.
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Divorciada y secuestrada
HorrorJennifer no pudo caer más bajo. Tras ocho años de matrimonio sin poderle dar un hijo a su marido él decide pedirle el divorcio tras enamorarse de una joven veinte años menor. Ella en un intento desesperado por restaurar su matrimonio, le ruega, le l...