Una cita rara Parte 7

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Amaneció y me duché

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Amaneció y me duché. Como siempre me tomé mi buen café y esperé a mi amiga.

Estaba ansiosa de que llegara Betty para que me diera consejos. No eran años sino décadas, que no tenía una salida similar a una cita.

David conmigo jamás fue romántico, por lo menos conmigo no. Ni siquiera sabía si me sentiría cómoda con algún gesto de este tipo por parte de Norman.

De pronto tocan la puerta y sabía que era ella.

— hola Betty, no sabes cómo te espero, la verdad, aunque soy una mujer de las cuatro décadas estoy nerviosa — le dije

— relájate amiga, Norman es todo un caballero, te aseguro que jamás te hará sentir incómoda — dijo Betty

— ¿y qué me puedo poner? — le pregunté ansiosa

— depende de lo que quieras... — y me miro pícaramente

— ya no estoy para andar con rodeos, quiero gustarle. — dije decidida

— ¡entonces al ataque mi chica! — y nos reímos a carcajadas

— ¿significa que debo disfrazarme de leona? — pregunté burlándome

— mejor guarda silencio antes de que te estrangule, me hiciste levantarme temprano en domingo. — dijo seria

Y nos fuimos a ver mi clóset, la cara de decepción de Betty era épica. No sé si se debía a la escasez o el estilo de la ropa.

— no puede ser Jen, pareces una indigente. ¿Y estos son los vestidos que te compraste el otro día? — me preguntó

— sí — le respondí

— esto sirve, pero para salir de compras son demasiado sencillos, escapémonos a una tienda que queda cerca. — y nos fuimos con su auto para allá

Cuando llegamos a la tienda, me probé una blusa gris petróleo ajustada el cuerpo completamente y con un amplio escote redondo. Luego lo combinó con una falda negra arriba de la rodilla, con un corte que deja ver completamente mi trasero y un pequeño y coqueto tajo en la falda al costado.

Cuando lo tuve puesto me di cuenta que resaltaba todas mis curvas y mi cintura, y dudé si tendría el valor de usarlo. Nunca me había visto así de bien. Aunque los colores eran sencillos, las formas de la prenda realmente me favorecieron.

Betty me dijo que ni pensar en descartar esa opción, que tenía que cumplir mi palabra de gustarle. Así que ni siquiera le dije que me ponía nerviosa verme así frente a él.

Luego buscamos unos zapatos de color piel con tacón mediano, para que no me cansara al caminar, y el color además provocaba el efecto de que se pudiera ver más largas las piernas.

Luego de que tuve todo puesto me gustó la combinación.

Alcanzamos a pasar una peluquería para que me hicieran unas mechas para dar más brillo a mi pelo que era rubio oscuro.

Me peinaron dejándolo suelto y con semi ondas que lo hacían ver muy sexy. Me maquillaron con colores que combinaran tanto para el día como para la noche, ya que después del cine teníamos planeado ir a comer.

Luego que estuve lista me miré al espejo y no me reconocía. Hasta parecía que no era una cuarentona.

Betty estaba feliz con el resultado. Y me llevó de vuelta a la casa para que esperara a Norman.

Cuando Norman llegó se veía tan sexy, que tardé unos segundos en saludarlo.

Me preguntaba porque un hombre con sus características aun queriendo, todavía no estaba con nadie.

Se me quedó viendo serio de arriba abajo, y como no decía nada me sentí un poco incómoda. Luego pensé que quizás era una costumbre adquirida por sus actividades de policía y ya no me preocupé.

No subimos a su auto y como el silencio era tan incómodo empecé a hacerle preguntas yo.

— ¿qué tal tu semana en el trabajo? — pregunté casual

— bueno esta semana ha estado más tranquilo, solo papeleo en la oficina. — me respondió

— ¿y desde cuando eres amigo de Betty? — continúe

— nos conocemos desde el Instituto, siempre fuimos muy buenos amigos — dijo él

Tras un rato ya no sé me ocurría qué más preguntarle así que opté por mirar cada detalle de lo que podía ver por la ventana.

Cuando llegamos al cine, entregó dos boletos que tenía y pasamos a la sala.

La película estaba entretenida, él se veía muy concentrado en la trama. Y su aspecto seguía siendo serio.

Cuando terminó la película había hablado muy poco, así que antes de salir fui al baño.

Estuve un rato mirándome al espejo, según yo me veía bien, pero hasta ahora él no había tenido el comportamiento que yo había esperado.

No lo sé quizás esperaba un "Te ves bien". Quizás después de todo no había una atracción real entre nosotros.

Llegué a pensar que tal vez salía conmigo por petición de Betty.

Trataba de entender sus gestos, pero por más que pensaba y lo analizaba no podía.

Normalmente cuando uno está en el cine con una persona que le gusta intenta tocarla, abrazarla. Pero él solo estuvo ahí quieto. Y yo tampoco era y nunca fui tan audaz como para coquetearle.

Entonces empecé a sentir ganas de volver a mi casa. En realidad, no me estaba divirtiendo.

Me armé de valor para salir del baño y llegar donde estaba esperándome, no sabía cómo decirle que canceláramos la comida.

Cuando llegué donde estaba, mandaba mensajes de texto a alguien, tardó unos segundos en mirarme mientras yo lo esperaba.

—¿Pasa algo malo en el trabajo? —pregunté

—No solo estoy haciendo unas averiguaciones —me dijo serio y siguió con sus mensajes.

Como no paraba de escribir ya me estaba cansando de estar de pie y me senté en una silla cercana.

Definitivamente no tenía el más mínimo interés en mí y me sentí mal y fuera de lugar. Todo el preparativo y los nervios de adolescente que tuve en la mañana, me hicieron sentir ridícula.

Y no pude evitar recordar todo el rechazo y las humillaciones de mi ex marido, entonces sentí náuseas.

De pronto se dignó a mirarme y preguntó.

—¿Te pasa algo? Te veo mal Jen —dijo preocupado

—Me siento realmente mal, ¿me puedes llevar a mi casa por favor? —le dije

—¿Qué sientes? —volvió a preguntar

—Muchas nauseas, quizás algo que comí me enfermó. —le mentí para ahorrarme otra humillación

—¿Quieres que te lleve a un doctor?

—No es necesario, solo quiero recostarme en mi cama. —le dije

Y subimos a su auto, cuando llegamos me bajé sin mirarlo y me despedí.

Sentí que me siguió hasta la puerta, pero no podía mirarlo y solo entré y puse todos los seguros.

Divorciada y secuestradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora