Llego el día Viernes y tuve que escaparme a la hora de mi almuerzo para comprar el regalo de Betty. Por suerte había una joyería cerca y le compré unos lindos aretes. A ella le encantaba ponerse joyas y tenía toda una gran colección. Traté de hacer memoria y no vi ningún modelo similar y el color de seguro iba a combinar con su piel.
Cuando llegué a casa Ethan quería a toda costa que lo llevara al cumpleaños.
—Ethan, es una fiesta de gente adulta, no habrá ningún joven de tu edad ahí. Además, es de mala educación invitar gente sin aviso a una fiesta que no es tuya. Porque no aprovechas que es viernes y sales con tus amigos. — le dije
Al parecer no le gustaba mi propuesta solo se quedó taimado en el sillón.
—¿Por qué tanto interés en ir a ese cumpleaños Ethan? — y lo quedé mirando
—No me gusta ese policía, y la forma en que te habló. Se aprovecha porque tiene más fuerza que tú, pero yo bien puedo partirle su cara de idiota. — dijo Ethan con rabia
—Mira Ethan, a veces existen hombres raros en el mundo a los que nadie puede entender. Creo que él es uno de ellos. Pero no tienes de que preocuparte, que yo sé cómo ponerlo en su lugar. —le dije para tranquilizarlo —Ahora porque no vas a descansar. Has estado toda la semana entre clases y trabajo, te ves ojeroso.
Aceptó a regañadientes irse a descansar, no sin antes hacerme prometer que iría con él al parque de la ciudad a una caminata para conocer la naturaleza. Donde tenían por costumbre visitar con sus padres.
Me preparé para salir, pero esta vez ya no me esmeré tanto como en la cita fallida. No valía la pena. Solo me puse un vestido negro, de esa tela elástica y tacones cómodos.
Cuando llegue al cumpleaños me esperaba Betty en la puerta.
—Feliz cumpleaños amiga y la abracé
—Gracias Jen, pero necesito que hablemos. Me tienes desde hace días con una duda que no me puedo sacar. —dijo Betty
Estuvimos alrededor de media hora saludando gente y me llevó a su habitación.
—¿Cómo es eso que entre tú y Norman no existe química? — preguntó
—Lo que te dije Betty, ese día me arreglé e ilusioné como una adolescente y cuando llegó a recogerme ni siquiera le nació un "te ves bien", o algo parecido. Cuando íbamos en el auto no hablaba nada hasta que tuve que empezar a hacer preguntas yo por el silencio tan incómodo. Y durante la película no vi ningún gesto de la más mínima atención hacia mí. Luego salí del baño del cine y ni me miraba, se puso a mandar mensajes y yo ahí mirándolo como una idiota, parada hasta que se me cansaron los pies — le relaté
—No te puedo creer — dijo con la boca abierta
—Llegué a pensar que solo salió conmigo porque tú se lo pediste Betty, y eso si es humillante. Está bien que no sea una veinteañera pero no estoy para que salgan conmigo por lástima o para hacerme favores. — le dije
—¡Pues claro que no Jen! Tienes un hermoso cuerpo, cualquier hombre vería eso. ¡Pero acaso Norman se volvió idiota o que! — dijo indignada
—Te voy a pedir un favor Betty — y la miré seria
—Que.
—Júrame que este tema muere aquí, no quiero ver que le digas o reproches nada a Norman, ya no voy a arrastrarme por un hombre nunca más y el que tú le pidas explicaciones de lo que pasó a él lo vería como una tremenda humillación amiga. Las explicaciones debía darlas él. Si no quería salir conmigo o algo de mi le molestó es él quien debe abrir la boca, júrame que no volveremos a hablar de esto — la mire fijo
—Está bien Jen lo juro — dijo Betty.
Volvimos abajo y le cantamos el cumpleaños feliz. Todos la abrazamos y la felicitamos deseándole lo mejor. Norman igual se acercó a ella y luego se quedó cerca mío. Aproveché que Betty se alejó para hacerlo yo también y me fui donde las demás vecinas con las que siempre compartía.
Luego tocaron música y aprovechamos de bailar, comenzó en el centro de la pista la cumpleañera mientras le tirábamos papel picado de colores brillantes y nos reíamos de sus morisquetas.
Bailé con varios vecinos, de todo tipo de ritmos. Realmente la fiesta estaba entretenida, y después Betty se le ocurrió poner una de esas bombillas de luces de colores y transformó su casa en un bailadero, oscuro mientras todos nos moríamos de la risa. Ya eran como las cinco de la mañana y a esa hora nadie estaba muy lúcido.
Luego la cumpleañera dijo que teníamos que brindar por ella con tequila, de un solo trago y se paseó por todos lados con una bandeja.
—Vamos Jen, por tu amiga la cumpleañera —y me pasó un vasito
—Por mi amiga la cumpleañera —y el licor pasó quemando mi garganta.
A los minutos ya estaba más que contenta.
Y empezaron a tocar música romántica. Ahí sentí que se aguo la fiesta.
—¡Pero quien puso eso!, mejor pongan salsa eso si es entretenido, quien es el DJ para despedirlo —dije en voz alta mientras mis palabras se arrastraban
De pronto me hablan al oído y me dicen
—¿Puedo bailar contigo Jen? —y era la voz de Norman
—¡Ay no puede ser!, esa música y tu arruinan toda la fiesta — le dije molesta
—Jen porque no conversamos, me doy cuenta que te fuiste molesta de nuestra cita, hablemos de lo que sucedió por favor —me dijo tomando mi brazo, solté mi brazo de un tirón y le dije
—No me interesa hablar contigo. ¡Policía bipolar y acechador! — y me fui
Pasé a buscar mi abrigo y me salí de la casa a subirme a mi auto.
Norman salió detrás de mí y me quitó las llaves.
—No puedes conducir así Jen, yo te llevo a tu casa —dijo Norman
—No, me voy en taxi — y saqué mi celular
—Deja de ser tan terca, yo te llevo no me cuesta nada — dijo y no me dejaba marcar
Me subió a su auto y me puso el cinturón de seguridad mientras yo refunfuñaba que me tenía aburrida de que se tomara libertades que no le había dado. Que estaba segura de que me seguía en su patrulla y casi choqué por su culpa. Que no tenía por qué irse a meter a mi trabajo.
Le discutí todo el camino y él solo me miraba.
—¡Hasta tu cara de serio me molesta!, ¡ni sé que estás pensando solo te quedas ahí mirando como un idiota! — y bufé de la rabia.
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Divorciada y secuestrada
HororJennifer no pudo caer más bajo. Tras ocho años de matrimonio sin poderle dar un hijo a su marido él decide pedirle el divorcio tras enamorarse de una joven veinte años menor. Ella en un intento desesperado por restaurar su matrimonio, le ruega, le l...