༺ Donde Ran se enamora profundamente de Emily haciéndola sentir amada y protegida, hasta que su falta de interés llega junto a una vieja conocida, haciendo sufrir a Emily en el proceso...
Ó
D...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Viernes 12 de Diciembre del 2019 7:45 PM
Se aferraba a su ropa como si fuera lo único que la hacía permanecer con vida. Sus lágrimas salían sin ella poder controlarlas y su cuello comenzaba a arder mientras que escuchaba esas hirientes palabras saliendo amargamente de la boca de una persona que abarcaba mucho espacio en su ahora roto corazón.
— Déjame, no quiero tener nada que ver contigo. Aléjate.
— No, yo... yo lo haré mejor, lo juro, yo...
— No quiero que lo hagas. En realidad no me importa si lo intentas o no.
— ¿Qué... qué es lo que tengo que hacer para que te quedes a mi lado?
Ran resopló mientras sonreía de manera burlona. Se libero del agarre de Emily agresivamente, como si le diera repulsión estar cerca de ella. La miro con odio, como si ella le hubiera hecho algo.
— No puedes hacer nada porque yo ya no quiero permanecer al lado tuyo. Dios, me das tanta pena... no puedo creer que en algún momento estuve con alguien tan tremendamente usada ¿no te da vergüenza? Ser un pedazo de carne asquerosamente usado que ya no tiene nada bueno que ofrecer. A mi me daría muchísima vergüenza.
— N...no, tú no dirías eso... tú, tú me quieres.
— Quería acostarme contigo. Pero ni para eso me serviste.
Sus manos dejaron de sostenerse de su abrigo y su cabeza cayó, junto a todo su cuerpo, pero ya no sentía nada. Realmente ni siquiera sintió el impacto de su cuerpo en el frío pavimento cubierto por lluvia haciéndolo ver más oscuro, a tal grado de llegar a hacer que sus extremidades ardieran por las heridas y el frío que ahora mismo experimentaba.
— No me vuelvas a buscar, no vuelvas a tocarme. Simplemente olvida que alguna vez me viste o interactuaste conmigo. Créeme que yo haré lo mismo.
— De acuerdo...
Ahora solo eres alguien que solía conocer.
Comenzó a agitarse y a patalear en los brazos del menor, sus gritos inundaron la blanca habitación y sus lamentos alertaron al guardia que permaneció fuera de esta desde hace tiempo.
— Hey, pequeña, calma. — unas caricias en su espalda se hicieron presentes y eso la ayudó a despertar completamente.
Violeta
Sus ojos eran tan violetas como los de su hermano mayor, y por un momento Emily pudo verlo en él, abrazándola y ofreciéndole esa calidez que nadie más se había preocupado por brindarle. Esa pequeña sonrisa que la hacía saber que todo estaba mal pero que pronto iba a estar bien. Esa profunda mirada llena de angustia y de pena al ver lo indefensa que era en su brazos.
