17.

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Heeseung despertó ese sábado no por los rayos de luz, o el movimiento de Sunghoon bajo el. Sino por los incesantes golpecitos del antes nombrado en sus mejillas.

—Heeseung, maldición, despierta. —Y Heeseung escuchaba, estaba consciente, pero aun así no abrió los ojos. —Cariño, vamos, despierta de una vez.

— ¿Mmh? —Heeseung sonrió con los ojos cerrados y levantó su mano para tomar la de Sunghoon.

—Tienes que bañarte, sucio. O no vas a poder ir a dejarme al trabajo.

Entonces se levantó, desperezándose en su camino al baño, y sonriendo bobamente cuando Sunghoon le besó reiteradas veces la mejilla.

Mientras se duchaba, su mente terminó de conectar.

Su rostro se tornó rojo al bajar su vista por su cuerpo. Aquello fue una idiotez, puesto que lo disfrutó mucho, fue una sensación nunca antes explorada.

Sunghoon completo era una sensación nunca antes explorada.

Al salir, Sunghoon estaba sospechosamente rebuscando entre su ropa.

—¿Qué buscas? — preguntó, negándose a sí mismo el tapar su torso ya que sería ridículo.

—Ropa normal.

—¿Es eso un insulto?

—No, adoro como te vistes, muñequito. Sólo que vamos a un barrio normal, así que podrías solo usar una sudadera, pero al parecer solo tienes camisas y corbatas. — la voz de Sunghoon sonaba algo amortiguada.

—Tengo cosas distintas, Jongseong una vez me llevó de compras. —Comentó mientras tomaba el desodorante. — está en el último cajón.

Sunghoon cambio su búsqueda y sonrió ante lo encontrado.

—Pantalones sin rodillas, qué osado. —molestó. —Oh dios, tengo que verte con esto puesto, anda. —Sunghoon sacó un gran y delgado suéter rosa de lana que Jongseong lo obligó a comprar porque de seguro el rosa se le veía adorable. —debes verte precioso y tan... —se detuvo a media frase.

—¿Tan qué?

—Nada.

—Mejor sal, voy a vestirme.

Sunghoon levantó una ceja, sonriendo coqueto dijo. —creo que ya vi bastante de ti como para ponernos vergonzosos.

—Sal.

—Estoy saliendo.

Heeseung negó con una sonrisa cuando estuvo solo.

Y aunque era algo predecible, el suéter si lo hacía lucir más pequeño de edad y tamaño.

Bajó y Sunghoon estaba comiendo un sándwich por segunda vez en su cocina. Le tendió uno cuando estuvo cerca.

—Adorable como creí.

—¿A qué hora tienes que estar en tu trabajo?

—En treinta minutos más, deberíamos irnos.

—Llamaré al chófer...

—No, nada de eso. Iremos en autobús.

Sunghoon tomó su mano y lo arrastró antes de que pudiera decir nada.

Heeseung conocía los autobuses, por supuesto. Los había usado con Jongseong, no era difícil.

Agradeció el llevar su celular y billetera en el bolsillo, ya que Sunghoon no parecía interesado en frenar o devolverse.

Caminaron un poco hasta el paradero más cercano, al llegar, Sunghoon entrelazó sus dedos.

Heeseung lo soltó. Estaban demasiado cerca de su casa.

Sunghoon no dijo nada.

Y solo le hizo una seña cuando paró el bus correspondiente.

Heeseung no tenía ni idea de números, ni dónde se supone que iban, el solo se sentó junto a Sunghoon en silencio.

—¿Jaeyoon estará ahí? — preguntó luego de un rato de silencio.

—Sí, ¿Y qué con eso?

—Aún me siento mal por golpearlo, nunca había llegado a la violencia...

—Eso no fue nada, supéralo.

—Sólo si cuando salgas de tu trabajo nos juntamos con Jongseong y su novio. —Heeseung sonrió hacia Sunghoon, este en cambio enarco una ceja.

—Sabes que diré que sí, para qué preguntas.

—Para escucharlo de ti.

Sunghoon rodó los ojos, y en un rápido movimiento, le dejó un corto beso en los labios.

Heeseung sonrió ante la cálida sensación. Para enseguida agachar la mirada.

Antes de bajar, tomó la mano de Sunghoon y caminaron así hasta el lugar. Era algo pequeño y sucio, pero nada muy exagerado.

Lamentablemente, Heeseung tuvo que irse enseguida, ya que Jaeyoon no estaba y el jefe de Sunghoon era algo amargado y no quería a nadie "besuqueándose" en vez de trabajar.

Heeseung le aseguró a Sunghoon que estaría bien y caminó por los alrededores mientras esperaba al chófer ya que no sabía cuál de todos los buses tomar para volver a su casa.

Y se llevó la sorpresa de que había una feria callejera cerca del supermercado, artesanías, ropa, todo tipo de cosas.

Heeseung compró varias cosas, algunas pequeñitas y otras un poco más grandes que debió pedir al chófer que llevara al auto.

Sus primeras cosas.

Las llevó de inmediato a su casa y sonrió. Quizás podría comprar más cosas ya mismo.

No lo hizo sólo porque quería hacerlo con Sunghoon. La idea de comprar muebles juntos no debería haberlo puesto tan emocionado como lo hizo, pero ahí estaba Heeseung, sonriéndole a las vacías paredes de su nuevo hogar.

|•|

—Sunghoon, él es Jongseong y su novio, Sunoo.

—Hola. — fue el seco saludo de Sunghoon.

—Hola. — respondió de misma forma Jongseong.

El único que sonó animado y real, fue Sunoo quién dijo. — Hola Sunghoon, la verdad sé muy poco de ti, cuéntanos algo, anda.

Estaban los cuatro en la sala de estar de la casa de Jongseong.

Apenas Sunghoon terminó de trabajar, Heeseung fue a recogerlo.

—Bueno... Trabajo en un supermercado, estoy en el último año de escuela y más importante que cualquier cosa, soy el novio de Heeseung.

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Gracias por apoyar está adaptación uwu.

Mucha tensión entre Jongseong y hoon, pero lo más importante es que ya son noviecitos✨😋

everlasting; heehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora