Sahir tenía la cabeza hecha un desastre, sobrepensaba tanto que ahora le dirigía muy poco la palabra a Zouty y ya casi no salía a dar shows en la noche, mucho menos a patrullar con el club. Su hermano intentaba animarlo, incluso iba a regalarle un par de sus cuarzos (cosa que jamás haría) pero ni siquiera eso funcionó.
Cayó en un bucle donde su única meta era encontrar respuestas, pero éstas nunca aparecían. No quería juzgar mal a su amiga, solo quería saber que cosa estaba ocultando, no le gustaban para nada las mentiras.
—¿No crees que a estado raro? —Miraba Subiu de reojo a Zouty mientras apoyaba con fuerza su lápiz contra su dibujo en el momento en el que su amiga habló.
—Si, pero se ve tan pensativo que comprendo ese sentimiento y yo nunca quiero que me molesten, por eso no me le he acercado.
—Hmm, ya veo —regresó su vista al frente —¿Tu que opinas, Avi?
La chica estaba perdida mirando al líder, quien nuevamente se encontraba bastante cabizbajo, que en cuanto fue mencionada se asustó un poco creyendo que había sido descubierta, apartó la mirada inmediatamente, aclaró su garganta y habló.
—Si, desde el día en que volviste a ver a tu amigo a estado raro, tal vez este celoso.
—¡Pero Sakiro es mi mejor amigo y todo el mundo sabe eso!... Hasta los inútiles de la clase. —Se puso de pie y algo molesta, como si hubiera tocado una fibra muy sensible de ella.
—Si si, tu Sakiro —Mavi tomó del brazo a Subiu —Vayamos a comprar algo —y salieron juntas.
Maitso se encontraba haciendo unos trabajos de matemáticas para distraerse de los malos pensamientos que no la dejaban en paz, Saeg se había quedado dormido luego de llorar un poco.
Zouty se disponía a seguir dibujando hasta que el líder se puso de pie rápidamente y salió casi corriendo del salón.—Ese chico me da señales de que algo malo esta sucediendo, —Habló la castaña de lentes —pero no con la ciudad, si no con él mismo.
Zouty se preocupó un poco pero prefirió también dejarlo solo, tal vez era lo que necesitaba y por eso salió.
Mavi y Subiu se disponian a regresar al salón, solo que antes querían mirar un poco a los chicos de tercer año y escoger a su amor platónico, por lo que debían ir al patio de atrás.
—Ese de camisa roja no se ve nada mal. —decía Mavi mientras le daba un mordisco a su dona de azúcar.
—Es lindo... —continuó mirando —Pero ese de short gris lo es aun más. —soltó una risita.
—Subiu, creo que estas ciega o tienes mal gusto. —rieron juntas.
Sin embargo, luego visualizaron más lejos y vieron una figura moverse para luego sentarse en un escalón de los salones traseros.
—... ¿Qué acaso ese no es... —Subiu trataba de enfocar.
—¡Rout! —Y la chica salió corriendo hacia esa dirección.
Sabia que Rout nunca se mantenía fuera del salón sin compañía o que no salía solo para sentarse, definitivamente algo le estaba sucediendo.
—¡Espera Avi! —Subiu trataba de tomar correctamente todas las cosas que había comprado para lograr correr y alcanzar a su amiga, pero al parecer fue inútil.
Mavi llegó donde se encontraba el chico, otra vez con su capucha hasta los ojos, encorvado, dándole una calada a un cigarrillo encendido y sin mostrar algún sentimiento.
—Vete de aquí. —Dijo el chico en voz baja después de expulsar el humo y esto molestó un poco a la contraria.
—Ni de chiste, te conozco bien y se que algo sucede, así que dímelo, no pienso dejarte así.
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El Club De Las Seis Noches
AventuraUn día, un grupo de chicos comenzó a presentar anomalías y cosas extrañas que solo les sucedían cada noche. Ahora, deberán usar con provecho sus habilidades para salvar su ciudad.