La chica del fuego

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El sol se asomaba lentamente por entre las montañas, coloreando de anaranjado es oscuro cielo nocturno.

Saeg había sido el primero de su grupo de amigos en llegar, quizá por el hecho de que ya llegaba temprano solo para ver a su novia.

Se dio cuenta de que la silla azul en la que siempre se sentaba había desaparecido, se extraño demasiado, pero debido a que había sido el primero en llegar, tomo la silla de Mavi y dejo su mochila sobre esta.

Rout llego momentos después, sin darse cuenta de que hacia falta una silla detrás de la suya.

-¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! -Subiu saludaba animada, corriendo a dejar su mochila, para posteriormente salir corriendo del salón. Los dos chicos la miraron extrañados, pero recordaron que después de todo, era Subiu.

Maitso y Zouty llegaron juntas, la pelinegra estaba apunto de tomar asiento hasta que noto que una silla frente a ella no estaba.

Continuo mirando ese espacio vacío durante eternos segundos hasta que Sahir entro por la puerta, a lo que ella lo siguió con la mirada, totalmente hipnotizada por el chico.

Mavi fue la última en llegar, al ver que no estaba su silla comenzó a revisar muy cuidadosamente cada banca a su al rededor, hasta que llego a la de Saeg.

-¡Idiota! -le gritó. Tomo el respaldo y comenzó a jalarla, Saeg la tomó del otro extremo y también comenzó a jalar.

-¡Yo llegue primero! -dijo el chico.

-¡Pero es mi banca!

Ambos continuaron peleando hasta que Maitso se canso de sus gritos.

-A ver -la de lentes se puso de pie -hay una silla ahí atrás. Mavi, toma la tuya, Saeg, toma esa -señalando las sillas respectivamente.

Y cual niños pequeños, ambos obedecieron.
Estaba claro, Maitso era la figura materna del grupo de amigos.

La clase comenzó y el insoportable ruido continuó como siempre.

Algo raro definitivamente sucedía con la quinta miembro del club, parecía estar algo nerviosa pero feliz, muy alerta siempre y su mirada solía quedaba fija sobre cierto chico, pero aun no lograba entender el porque.
Y de pronto, Sahir la descubrió mirándolo, le pareció algo muy extraño pero solo se limito a sonreirle.
Zouty se apenó demasiado y escondió su cabeza entre sus brazos mientras negaba con la cabeza una y otra vez.

En el cambio de hora, 4 miembros del club salieron, Saeg se quedo platicando con su novia y Zouty se quedo en el salón debido al frío.

-Deberíamos pasar por los salones de los de ultimo año para saber que buena vista tendremos hoy -Mavi y Maitso se miraron y comenzaron a reír mientras asentían a lo que Subiu acababa de decir. Rout solo hizo una mueca.

-Ahg, no se porque tengo que venir con ustedes -rodo los ojos.

-Podrías saber si hay alguna chica linda por ahí también -Maitso se recargó en el hombro del líder. El de gris se llevo una mano al mentón y sonrió.

Los cuatro pasaban casualmente de salón en salón mirando discretamente.
Todo estaba bien, los cuatro iban riendo hasta que el líder miro hacia el pastizal del patio trasero.
Otros cuatros chicos estaban en la puerta de la casa abandonada que había ahí, intentaban entrar pero parecía todo en vano.

-Hey -dijo en tono bajo a sus amigas -miren allá.

Maitso comenzó a temblar, intento correr hacia allá pero Mavi la detuvo.

-¿Porque rayos quieren entrar? ¡Se supone que ahí están guardados tus libros, Mai! -hablo Subiu algo asustada.

-¡Exacto, y no puedo permitir que los tomen! -la de lentes intentaba liberarse del agarre de Mavi.

El Club De Las Seis NochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora