Mala suerte

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Un par de días pasaron después de aquel extraño "encuentro" de Zouty con esos chicos. La quinta miembro del club recorría cada noche la ciudad en busca de mas pistas sobre aquellos chicos.
Siempre procuraba no ser vista por alguno de sus compañeros del club, puesto que todos comenzarían a cuestionarla y no quería revelar tanta información para no preocuparlos.
Así como también siempre iba acompañada de su peculiar amigo mágico, aunque a la larga ya le había tomado algo de cariño.

El sol ilumino el cielo azul y un nuevo día en la escuela empezó, era el día de entrega del proyecto de literatura y el equipo de Rout se encontraba de lo mas tranquilo, todos los demás lucían alborotados y espantados.

—Traes tu redacción, ¿cierto? —el líder se agacho a ver a la pelinegra de lentes.

—Claro que si —busco su libreta de dibujos, de ella, saco un par de hojas y se las entrego al líder.

—Perfecto, de igual forma esto se entrega antes de que acabe el día —le dio las hojas a Maitso y palmeo la cabeza de Zouty amistosamente mientras le sonreía.

Mavi contemplaba la escena, y cuando el chico se fue, ella se acerco a su amiga.

—¿Y a este que le pico? —pregunto demasiado confundida.

—Yo que se —respondió indiferente la contraria y solo guardo su libreta de nuevo.

El profesor de la primer clase les pidió que todos se reunieran en equipos, todo el grupo obedeció.

—¡Compermiso!

—¡Disculpa!

—¡El mejor equipo va pasando!

—¡Quitate!

Las mismas 4 voces parecían acercarse cada vez mas repitiendo aquellas frases al unísono, Saeg volteo en dirección de las voces y miro a aquel equipo.
Comandado por aquella chica misteriosa de cabello rizado, acompañada por dos de los chicos mas inteligentes del grupo, y el chico nuevo, por supuesto. En un descuido, el bolígrafo que mordía Saeg cayo al piso, intento acercarlo con su pie, sin darse cuenta la líder del equipo contrario iba pasando en ese preciso momento, tropezó con el pie del chico de cabello alborotado y cayo al suelo.
Un par de risas en voz baja se escucharon, los otros dos chicos intentaron ayudarla a levantarse mientras que el nuevo abrazaba con fuerza su proyecto. Al poder levantarse correctamente, encaro al líder del equipo.

—¿¡Pero que le ocurre a tus camaradas!? —gritó llena de furia. El chico solo cerro los ojos y respondió.

—Nada. ¿Que te hace creer que alguno de ellos lo hizo intencionalmente? Quizá solo te tropezaste con la pata de una silla —miro de reojo.

—Imposible, sentí tropezar con el pie de alguien y obviamente fue a propósito —continuaba con su mirada amenazadora.

—¿Y como para que quisiéramos que alguien cayera? Sería la cosa mas estúpida que alguien puede imaginar.

La chica hizo un puchero y continuo con su camino, uno de los chicos paso a saludar al equipo rápidamente antes de que su líder lo viera, el otro paso de largo y el nuevo solo los miro a la distancia. Rout solo soltó un suspiro de cansancio.

Los 20 minutos de descanso finalmente se hicieron presentes, algunos equipos no salieron debido a que sus redacciones aun no estaban finalizadas, el tiempo se los estaba comiendo vivos.
Pero otros equipos habían sido mas listos y terminaron sus trabajos desde uno o dos días antes.
Saeg, el cuarto miembro del club, salio corriendo del salón de clases y se dirigió al salón que se encontraba a la izquierda, sus amigas lo miraron extraño.

—¿Están regalando comida a lado o que? —pregunto Mavi.

—No, ayer conoció a una chica por internet, hablo con ella y se entero que va en el grupo de este lado —hablo el líder.

El Club De Las Seis NochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora