La noche llegó, Namjoon ya estaba listo para ir con el gitano, hoy en especial estaba algo ansioso.
—Buenas noches señor— el de ojos claro llegó igual que siempre, con una pequeña sonrisa que no era visible.
—Buenas noches, ¿Cómo estás hoy? — Jin hizo una mueca. —¿Que?
—Nada, estoy bien y usted— le parecía raro que el castaño le preguntará como se encontraba. —¿Vamos a seguir con la historia hoy?
Namjoon dudo. —Si no te molesta, hoy quisiera hablar contigo, conocer algunas cosas de tu pueblo.
Jin abrió grande sus ojos, le gustaba hablar de su pueblo, pero no le parecía buena idea. —L-lo siento, no me siento cómodo aún como para hablarle de mi pueblo.
¿Acaso tenía ese efecto sobre todos los gitanos?
—Lo entiendo, pero entonces solo déjame hacerte una pregunta— Jin asintió. —¿Eras tú al gitano que seguían hoy?
—Oh— río un poco. —Si, siempre me persiguen, pero nunca me atrapan.
—Lo se me lo dijeron, pero ¿Por qué?
—Por ser gitanos señor, por tratar de ganarme la vida, muchos de nosotros ya pasan desapercibidos con disfraces, otros no tenemos esa suerte y buscamos la forma de comer.
—Eso está tan mal— se cruzó de brazos. —Lo siento mucho.
—Lo siento yo por haberlo hecho caer, ¿Se lastimó?
Namjoon negó. —Estoy bien, ahora sigamos con la sagrada familia.
Esta vez la historia fue un poco más feliz, le preocupaba llegar a la parte de la muerte de los inocentes, ya que no quería ver al joven llorar.
—¿Ahora vivirán ahí? — pregunto contento.
—Si, pero no para siempre— se sentía más tranquilo y relajado ahora con el gitano.
—¿Cómo qué no? ¿Por qué?
—¿Quieres que te siga contando? — Jin negó.
—Con esto ya tengo suficiente por hoy, después no puedo terminar de corregir— guardo sus cosas en su bolso. —Mañana podemos seguir.
—Sobre eso, mañana no puede venir— dijo relajado.
—¿Por qué? ¿Ya no me quiere contar más historias?
—No, no es eso, mañana viene el archidiácono al templo, y si te ven aquí, tú y yo iremos a un calabozo.
Jin hizo un "o" con su boca, dando a entender que si le entendía. —¿Y para que viene?
—No lo sé, supongo que orar o algo así.
—¿Orar? — Nam asintió. —¿Qué es?
—Pues, básicamente es hablar con dios, decirle lo que piensas, hacer peticiones o dar gracias— no sabía si se había explicado bien. —Lo que tú estabas haciendo el día que nos conocimos es una oración.
—Oh— hizo un puchero. —Pero yo quería venir.
Namjoon suspiro. —Lo siento será para la otra.
Jin suspiro cansado, el realmente quería terminar esa historia, necesitaba contársela a todos.
—Señor— Namjoon lo miro. —¿Usted siempre está aquí? ¿Solo?
—Antes si estaba solo, ahora tengo un discípulo, se llama Yoongi— recordó al de tez pálida y su raro comportamiento.
—Me alegro que no esté solo— empezó a jugar con sus dedos. —Nadie debería estar solo, me preocupaba que se sintiera triste— lo miro y su rostro fue iluminado por la luz de la vela, haciendo a uno de sus ojos brillar. —Si algún día se siente triste dígamelo.
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Ojos de Luna [KNJ & KSJ]
Teen FictionEn la bella Francia del Siglo XVIII, el recién nombrado sacerdote Kim Namjoon, no espero que su vida diera un gran cambio al escuchar aquella hipnótica voz o viera aquellos bellos ojos de luna de los cuales se enamoró perdidamente. "Señor Dios mío...