¿Qué sabemos del amor? Cada uno responderá a eso, como su mente lo dicte, como su corazón lo sienta o como sus palabras lo expresen.
Pero Seokjin sabía que el amor dolía y lo confundía muchísimo.
Luego de que Namjoon lo dejara ahí sin decir nada, decidió ir a buscarlo, estaba cansado de esa situación, le diría sus sentimientos y luego dejaría que su corazón sufriera su rechazo pero al menos no se iría con esos sentimientos en su pecho.
Hoseok quién vio toda la escena simplemente negó levemente con la cabeza y suspiró, ya sabía que algo así estaba pasando, simplemente separaba que su mejor amigo no sufriera demasiado.
—Ellos...no, es imposible— volteo a ver a Yoongi quien miraba aún confundido el punto donde anteriormente estaban sus amigos.
—¿Ellos qué?— interrogó listo para defender a sus amigos o bueno más bien a su amigo y el sacerdote.
—Oh Namjoon...— También iba a ir a buscarlo, tal vez estaba especulando, pero si era lo que creía su amigo necesitaba todo el apoyo posible.
—No vayas, ellos lo arreglaran solos, tampoco digas nada, deja que el te lo cuente— Hoseok vio la intención en sus ojos, aún que no dijo nada se quedó a su lado y esas palabras le confirmaron lo que sospechaba, su amigo estaba enamorado.
Por otro lado, Namjoon sabía que el amor...el amor era algo que jamás había experimentado y estaba asustado.
Por todo lo que conllevaba estar enamorado de alguien como Seokjin era simplemente una tortura, era un hombre y no cualquier hombre, uno gitano, ese amor estaba en contra de todo lo que predicaba, había jurado amor eterno con Dios, había atado su vida a él y ahora....ahora estaba perdiendo.
Enterró sus dedos en su cabello y lo jalo en señal de frustración, no aguantaba eso, mordió su labio con fuerza, se fue sentando poco a poco en el suelo y golpeó su cara contra sus rodillas, quería gritar.
Quería arrancarse el corazón y dejar de sentir, jalo aún más fuerte su cabello y cerró sus ojos para evitar seguir llorando.
El aire empezaba a faltarle, sentía su cuerpo frío y sudoroso, tenía demasiado miedo, respiraba de manera agitada.
"Dios si vas a llevarme ahora hazlo ya"
Sintió como alguien tomaba sus manos. —Deja de hacer eso— por instinto quitó bruscamente aquellas manos y se alejó, cada vez podía respirar menos. —Namjoon mírame, soy yo, respira conmigo.
Negó, trató de levantarse pero cayó de inmediato, más lágrimas salieron de sus ojos, agarro su pecho sentía como se contraía, se asustó aún más ¿Iba a morir ahí?
—¡Namjoon!— otra vez lo tomó de las manos, en su intento de alejarse dio un golpe a aquellas manos, que tantas veces había querido sentir, intentó con todas sus fuerzas levantarse.
—N-no— el nudo en su garganta era indescriptible. —Déjame— se dio por vencido y se tiró de rodillas al suelo, buscando algo de aire limpiando inútilmente las lágrimas de su cara.
Pero Jin no se rindió, se acercó más poniéndose a su altura. —Nam mírame — este se negó aún agitado. —Mírame— no obtuvo más que negaciones como respuesta. —¡Maldita sea mírame!— lo tomó del rostro y lo obligó a mirarlo. —Respira conmigo— tomó la mano del moreno y la puso en su pecho, mientras con la otra acariciaba su mejilla. —Estas bien, respira.
El moreno observó cautivado esto, esos ojos, su perdición entera, fue recuperando la compostura de a poco.
No podía dejar de mirarlos, eran hermosos, todo Jin era hermoso, tan perfecto, amable, tan cálido, tan...tan brillante.
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Ojos de Luna [KNJ & KSJ]
Teen FictionEn la bella Francia del Siglo XVIII, el recién nombrado sacerdote Kim Namjoon, no espero que su vida diera un gran cambio al escuchar aquella hipnótica voz o viera aquellos bellos ojos de luna de los cuales se enamoró perdidamente. "Señor Dios mío...