CAPITULO 24

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Hablar de amor siempre ha sido fácil, soñamos con lo hermoso que se debe sentir el amar y ser amado, lastimosamente amar es la cosa más difícil y dolorosa por la que tenemos que pasar los seres humanos.

Porque aunque amemos muchísimo a una persona, no podemos evitar lastimarla y vaya que nos lastimaba el hermoso amor...

Seokjin no hacía otra cosa más que pensar en Namjoon y el mismo moreno no le hacía las cosas fáciles, solía verlo caminado entre las multitudes de la ciudad, tan gallardo y elegante, quería correr y abrazarlo.

Cuando no lo veía, los hoyuelos y profunda voz inundaban su cabeza, haciéndole imposible la tarea de olvidarlo, incluso en las noches cuando la tenue luz de las velas proyectaba sus sombras, juraba sentir las manos del moreno en sus mejillas y sus labios cálidos en los suyos.

Dormir tampoco era una solución porque llegaba a sus sueños, donde podía besarlo y abrazarlo, sin miedo a que se aleje de el...estaba tan aferrado a ese amor que dolía tanto en su pecho, rogaba a la luna que le quite ese sentimiento, no entendía como a pesar de lo mucho que le dolían las palabras del moreno seguía presente en cada acción de su vida.

Por qué así era el amor, doloroso, confunso, sin sentido, amar no era tarea para cobardes.

Y así sus días fueron pasando, haciendo que el sentimiento de anhelo fuera desapareciendo poco a poco, hasta que un día escucho más escándalo de lo normal, salió rápido de su tienda y corrió hacia la multitud que se había formado al inicio del campamento, era el mismo lugar por donde salía para ir con Namjoon, su corazón se detuvo ¿Acaso era el? Corrió tan rápido como pudo pero al llegar, sus ilusiones fueron sepultadas.

—Les juro por madre luna que el me salvó— todos lo contradecían y otros lo apoyaban. —Era un enviado del cielo, sin el estaría muerto ahora mismo.

Seokjin miro a su alrededor buscando a Hoseok, a verlo se acercó a él. —¿Qué sucede?

—Dice Namjoon lo salvó— el pelinegro volteo a verlo sorprendido. —Dice que estaba huyendo de unos guardias, Namjoon lo escondió y se lo llevó a es lugar donde también estuvimos nosotros, luego de darle agua y pan, lo saco por el túnel que lo trajo con nosotros— Seokjin sintió su pecho latir con esperanza de nuevo, el Namjoon del que se había enamorado si seguía ahí, en su pecho, no aquel que dijo todas esas cosas crueles.

Más y más días fueron pasando donde llegaban nuevos gitanos también ayudados por el sacerdote, Seokjin estaba cada vez más desesperado por verlo y el deseo de salir por fin de ahí, lo hacía sentirse más vivo que nunca, estaba seguro que Namjoon lo hacía para poder ayudarlos.

—Seokjin uno de los nuevos que llegó al campamento pregunto por ti— vio a su hermano entrar con algo en las manos. —Dijo que tenía que entregarte esto— un carta, mentiría si no dijera que esperaba que fuera el moreno.

Namjoon jamás había experimentado ninguna forma de amor, o al menos no uno sano, refugio su vida a la religión y su corazón jamás se endureció porque jamás necesito pasar por dolores, como la mayoría de seres humanos

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Namjoon jamás había experimentado ninguna forma de amor, o al menos no uno sano, refugio su vida a la religión y su corazón jamás se endureció porque jamás necesito pasar por dolores, como la mayoría de seres humanos.

Ojos de Luna [KNJ & KSJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora