CAPITULO 11

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Sentía que iba a morir, otra vez el miedo lo había consumido por completo y las ganas de llorar lo llenaron.

—¿Por qué pareces un fantasma?— el castaño lo miró preocupado. —¿Yoongi?

Le entregó una carta con el sello del archidiácono, esperaba que otra vez no fuera a necesitar el sótano, hace un mes vino por primera vez.

—¿Qué dice?— pregunto con miedo.

—Mañana va a usar el sótano, pide que deje la puerta abierta que él se encarga de todo— soltó tranquilo el otro.

Eso no era nada bueno, para nada lo era, necesitaba tener la charla con Namjoon, ya que parecía no saber nada.

Por otro lado, Namjoon solo pensaba en el gitano, sus reuniones clandestinas habían vuelto a la normalidad desde hace una semana, esta noche tendría que decirle que mañana no podía venir.

—Bien supongo que hay que limpiar el sótano— Yoongi lo miro aterrador. —Bien lo haré yo.

Quería decirle en serio que quería, pero no sabía cómo, ¿Que se supone que dijera?

"Hay por cierto Namjoon ¿Sabías que la iglesia usa los templos para matar y torturar gitanos? ¿No te lo dije? Ay lo siento es que me amenazaron de muerte si decía algo"

Esa era otra cuestión, no sabía si Namjoon ya sabía, él creía que no, ¿Pero y si si? Lo iban a matar por abrir la boca, todo estaba tan perdido.

Namjoon ya había ido a limpiar el oscuro sótano, sinceramente no sabía que hacía o podía hacer ahí el archidiácono, pero él no era quien para juzgar a su superior o a nadie general.

Mientras limpiaba, la luz de su vela hizo brillar algo en la punta de la habitación, se acercó y lo recogió.

Con ayuda de la vela pudo reconocer eso como un arete, uno gitano.

¿Cómo sabía? Jin usaba unos parecidos, con el mismo ojo en el centro, pero en diferente color.

¿Qué hacía ahí? ¿Era de Seokjin?

Ningún otro gitano había pisado el templo antes, era imposible que Seokjin haya llegado hasta ese lugar, nunca lo había llevado a ese lugar, guardo el pendiente y siguió con su trabajo de medio limpiar ese lugar.

Yoongi seguía dudando si hablar con su amigo o simplemente ignorar todo, respiro profundo, estaba demasiado sumergido en su mundo. —Yoongi nece— dio un brinco haciendo que el cuchillo se resbalara y cortara su dedo.

—Car— mordió su lengua para no soltar una grosería y rápidamente sostuvo su dedo herido.

—¿Estás bien?— Dejó las cosas de limpieza sobre la mesa y se acercó a revisarlo. —Estás sangrando mucho, ven— tomo un poco de agua y limpió la herida, luego lo sentó y fue a buscar unas vendas.

—Puedo hacerlo yo solo— Namjoon cortó la venda y empezó a envolver su dedo.

—Lo siento mucho— Yoongi le dio una mirada rápida, se veía tan concentrado en su tarea que le pareció algo lindo. —No debí haber entrado así.

—No importa— miro su mano. —Son cosas que pasan al cocinar.

—Pero a ti nunca te pasan. ¿Seguro que estás bien? ¿Quieres hablar de algo?

En serio creía en esos ojos, últimamente la mirada de Namjoon era un poquito menos fría, parecía estar naciendo un brillo en sus ojos, entonces la pregunta pasó por su mente.

¿Era justo decirle la verdad? ¿Era justo poner en riesgo la vida de su único amigo?

El no quería un final trágico para su amigo, tampoco quería arruinar aquello que parecía ser la vocación de Namjoon.

Ojos de Luna [KNJ & KSJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora