El ambiente era tenso, pese a que había pasado un buen rato desde que se habían despedido y que las cosas quedarán en buenos términos, nada de esto parecía deshacer el ambiente pesado.
—Yo los acompaño, mientras prepárate para la misa— dijo Yoongi mientras salía de la pequeña casa con los gitanos.
—Yo olvidé algo adentro, esperenme en la salida— Hoseok se volvió a meter a la casa, tras el Namjoon.
—¿Te ayudo a buscar lo que perdiste?— se ofreció, pero al ver la mirada tan seria del moreno se sintió confundido. —¿Qué pasa?
—¿Qué pasó con Seokjin?— Algo frío recorrió el cuerpo de Namjoon.
—¿A qué te refieres?— Hoseok no dijo nada. —Acabamos de estar en peligro de muerte ¿Como quieres que reaccione?
—No me refiero a eso y lo sabes— soltó un suspiro pesado. —Namjoon, las personas como tú nos han hecho mucho daño, más a Seokjin.
—Yo no soy como esas personas.
—Mi hermano te quiere, por eso se que no eres como ellos, pero te pregunto yo a ti ¿Que tienes con mi hermano?— El sacerdote se quedó quieto en su lugar mirando el suelo. —¿Qué es lo que sientes por él?
—Yo...yo....El es alguien muy importante para mí, demasiado importante— eso fue lo único que pudo salir de su boca.
Hoseok se dio por vencido, el no era tonto, sabía que había algo más entre esos dos, algo mucho más fuerte, solo que ninguno parecía reaccionar a eso. —Si mi hermano realmente te importa, ven hoy en la noche, antes de que la luna llegue a su punto.
—Sabes q— No lo dejó terminar.
—Te va a gustar lo que verás ahí, te ayudará a entender que es lo que realmente sientes— y si ellos no reaccionaban, Hoseok los ayudaría. —Entonces y solo entonces, creeré que Seokjin te importa— se fue sin decir más.
Tal vez para Hoseok esto parecía un plan muy simple, juntar a los dos ciegos y que se dijeran sus sentimientos, lastimosamente no era tan sencillo.
Esto ponía en una posición difícil al moreno, elegir entre el pecado y su deber con Dios.
Es más, elegir entre Dios y el hombre que amaba, pero que aún no era consciente de eso.
Para Namjoon el ir a ver a Seokjin sería prácticamente ponerlo sobre su amor por dios, eso era pecado estaba rompiendo el primer mandamiento.
Amar a Dios sobre todas las cosas....tenía mucho en que pensar.
Incluso luego de mucho tiempo solo, no paro de pensar, todo el día, en todas sus tareas, todo era pensar en eso.
Durante la misa cometió varios errores, cosa que ya era rara en él, tenía muchas cosas en la cabeza.
—¿Pasa algo Namjoon?— salió de sus pensamientos al oír a su amigo. —¿Es por lo que pasó hoy?
—No, no, no....solo estoy algo distraído— bajó la mirada y siguió arreglando sus papeles.
Yoongi lo miró algo confundido. —Si... claro— para Yoongi era extraño que su maestro estuviera tan "distraído" sabía que algo bastante grave pasaba por la mente del mayor, era tan grave como para que el propio Namjoon olvidará las oraciones que ya se sabía de memoria. —Sabes que puedes contarme o preguntarme lo que sea ¿Verdad?
Hubo varios minutos de silencio cuando por fin el moreno se decidió a hablar. —No va a haber misa está noche— recogió todos los papeles de su mesa y los guardó sin importarle realmente el orden. —Te llevaré a la....casa de Seokjin— realmente no sabía si podría decirle casa.
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Ojos de Luna [KNJ & KSJ]
Teen FictionEn la bella Francia del Siglo XVIII, el recién nombrado sacerdote Kim Namjoon, no espero que su vida diera un gran cambio al escuchar aquella hipnótica voz o viera aquellos bellos ojos de luna de los cuales se enamoró perdidamente. "Señor Dios mío...