Victoria
El lunes, llegó recargado de trabajo, la agenda de Julia está repleta de reuniones.
—Victoria a mi oficina en 20 min—dice pasando frente a mi escritorio con el contador a su lado.
—¿Por qué los lapsos de buenos momentos con ella tienen que durar tan poco?— Tiene una llamada del equipo de comercio internacional ¿Se la paso?
—Sí, y traeme algo para el dolor de cabeza, sino consigues una pastilla, una guillotina estaría bien. —Corta. Golpeo la puerta con el vaso de agua y la pastilla en la mano—. Pasa, siéntate y deja eso en el escritorio —revisa un montón de papeles, luego de un momento me mira seria—, necesito copia de esta carpeta entera tal cual está, comunícame cuando lo tengas en línea a el señor Blinks y —busca una hoja suelta— consigue lo de lista, puedes irte. Victoria —freno dándole la espalda— ¿Entendiste lo que te pedí o te lo explico a besos?
—Por supuesto no soy idio... —me doy la vuelta para ver su cara sonriendo— ¿dijiste besos?
—Sí, es lo que dije —se acerca a mí quedando frente a frente— ¿algo que no entiendas? —roza sus labios con los míos, tomándome suavemente de la nuca.
—Todo claro.
—Dame un beso —me atrapa de la cintura, intenta besarme y me hago hacia atrás.
—No.
—Victoria —frunce el ceño y gruñe—. Quiero un beso, no me hagas pedirlo de vuelta.
—No lo pides, lo exiges —acaricio su rostro, me acerco lentamente, ella cierra los ojos y le susurro al oído— pídemelo —Hace una medía sonrisa.
—No, dame un beso o te lo robo.
—Intentalo y veras que será el último —traga con dificultad.
—¿No me lo darás?
—No.
—Está bien, puedes irte —me suelta y se aparta—. Traeme las copias cuando las tengas y la lista que te dí es para que lleves lo necesario este fin de semana —se sienta y dirige la vista a los papeles sin mirarme—. Salimos el viernes temprano, entonces obviamente no vendremos a trabajar —Me quedo un momento todavía parada, sé que la hice enojar
—¿Necesita algo más señorita Moore?
—Un beso, pero como no me lo quieres dar, puedes retirarte —doy la vuelta riendo bajo y camino a la puerta— en realidad... ven... —me hace volver, mirándome a los ojos—.
Gracias racias, ahora si vete.Doy la vuelta y muerdo el interior de mi boca evitando sonreír delante de ella, al menos está comenzando a usar el permiso, por favor y gracias, palabras que recién descubre.
Sé perfectamente porqué me hace ir, volver y me frena cuando estoy por irme dándole la espalda, ya varías veces la atrapé mirándome el trasero. Fingiré ignorancia un tiempo más y ya que tanto le gusta mirar lo que no voy a dejar que toque, mañana vendré a trabajar con una falda ajustada. Vas a pedirme ese beso Moore, pero de la manera correcta.
Martes
—Victoria un café y comunícame con Blinks nuevamente —Golpeo y paso a dejarle el café.
—El señor Blinks está en la línea uno.
—Perfecto, gracias.
Dejo caer mi lapicera y me agacho para recogerla, se queda callada y siento su suspiro a mi espalda.
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Odio a mi jefa.
RomanceTodo era color de rosas hasta que ella llegó, esa despota hija de puta. La odio tanto, que hasta sueño con que desaparezca y no me importa que sea sexy, huela bien y este forrada de dinero, no voy a caer en sus redes, aparte siempre he sido hetero y...