Odio a mi jefa.

26-El después

Julia está terminando de cambiarse, luego del stress por el que pasamos y los medios rondándonos, decidimos tomarnos un descanso de todo y ella trabaja desde aquí, solo yendo a la empresa para reuniones y por muy poco tiempo. Ojala hubiera tenido esa suerte yo, cuando trabajaba para ella, pero supongo que no hubiésemos terminado juntas, así que tiene su lado bueno. Me dispongo a desayunar tranquila antes de salir a la universidad y prendo la tele, mala idea, muy mala idea.

   ―¡¿Dejaron al imbécil de Máximo como una de las víctimas?! ―Dije exaltada e indignada apagando el tele de nuevo.

   ―Mis padres no van a dejar que se manche el apellido y menos con lo que era Máximo. Por un lado mejor, ir a juicio enfrentarlo por lo que hizo y hurgar en mi pasado hubiese sido algo que me tendría estresada. Al menos sé que muerto el perro, se acabó la rabia.

   ―Al menos ya no le hará más daño a nadie.

  ―¿Piensas ir a ver a Harry a la cárcel? Atenea y Scarlett, me dijeron que pide verte ―me dice ella tomando su cartera y teléfono―. Ya han pasado casi 3 meses, amor.

   ―La verdad es que ganas no tengo, pero supongo que debo de alguna manera tengo que ir a agradecerle lo que hizo. No que me secuestrara, claramente, sino que no dejó que te mancharas las manos de sangre.

  ―¿Me amarías igual si hubiese sido yo? ―me abraza por la espalda sin querer ver mi rostro—, porque de verdad estuve muy, muy cerca.

   ―Te amaría de la misma manera en la que lo hago, y si no hubiese estado inconsciente lo mataba yo misma ¿Crees que mi intención era dejarlo vivo cuando lo reventé a golpes?

   ―Estabas sacada.

   ―Quería hacerle todo el daño que él te hizo y si no hubiesen estado ustedes, le hubiera ido peor.

   ―¿Aún peor? ―sonríe―. Yo también haría lo mismo por ti. Si las cosas hubiesen terminado de manera diferente y Harry escapaba, lo perseguiría hasta el fin del mundo para hacerle pagar, pero no por quitarme todo, si no por haberse atrevido a permitir que te hicieran algo.

   ―Se lo dije ―reí―, le dije que lo cazarías personalmente. Eres predecible Moore.

   ―¡Ah sí! ¿Qué voy a hacer ahora? ―Me besa, introduciendo la mano por mi abdomen, levantándome la ropa― ¿Sabes que voy a hacer? ―baja a besos sobre mi cuello.

   ―Tengo algunas ideas ―le tomo la mano llevándola al sillón.

   ―¿Aquí?
  
   ―Claro ―tocan la puerta― ¿Esperas a alguien?

   ―No y tú.

   ―Si seguí con esto, claramente no espero a nadie, mi amor.

   ―Malditos reporteros, si es alguno de ellos, voy a hacer que lo echen y a quien lo dejó pasar también.

   Julia se levanta furiosa a abrir la puerta a quien sea que se haya atrevido a interrumpirnos. Yo camino hacia ella para salvar a la pobre alma que va a ser víctima de mi novia enojada. Abre la puerta de repente y está ahí parada, Tricia con su hijo en brazos.

   ―Hola Tricia ―digo.

   ―Trish ¿Qué haces aquí? —dice Julia secamente y la toco por atrás para que cambie su tono a uno más amistoso― ¿Tiene algo Luke?

  ―También es un gusto verte amiga. Necesito pedirles un favor.

   ―Pasa, pasa —Digo tomando al pequeño.

   ―Estabamos a la mitad de algo aquí, Tricia ―le reclama Julia y la reprendo con la mirada.

   ―¿Pueden cuidar a Luke? ―ambas nos miramos― es solo por unas horas.