13-El mal humor arrasa

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Jueves

El día de hoy fue por demás agotador, Julia estuvo exigente todo el puto día, pero es que necesitaba dejar su agenda al día, y después de atrasar las reuniones y almuerzo por andar encamandose con... esa.

Estúpida Paige, estúpida Julia y estúpida yo, por pensar tanto en ella.

Mensaje a Deb


-¿Quieres venir a mi casa?

...

Escribiendo...

Escribiendo...

Ok


-¿Te quedas a dormir y vemos
película? Tengo la nueva de
De Strange.

Ok, llevo algo para comer-

   Desde que volvimos de ese viaje, Deb ha estado rara, no ha venido y no nos mandamos tantos mensajes, traté de quedar con ella pero simplemente me cancela sobre la hora.

   Golpean la puerta, voy abrirla, al ver quien es cierro de golpe. Otra vez golpea, otra vez la abro y cierro. Golpea por 3 era vez.

   —¿No anda la puerta o no entiendes que no eres bien recibido?

   —Hola hija, ¿no invitaras a tu viejo a pasar?

   —No, adiós —cierro la puerta y él la trabó sin dejar que se cierre con la punta del zapato.

   —¡¿Qué puta madre quieres?!

   —Verte solo eso.

   —Harry evitemos el numerito de la preocupación fingida, y dime que mierda quieres.

   —Necesito donde quedarme unos días.

   —Hay un refugio cerca, suerte —intento cerrar la puerta— y si estás huyendo de la policía o la mafia, es tu problema.

   —Por favor Vicky.

   —Sacas el pie de mi puerta o te lo reviento a portazos. No sé cómo sabes donde vivo, pero olvídate de mí como cuando tenía 8 años.

   —Otra vez saldrás con eso.

   —Apareces y desapareces todo el tiempo, hazme el puto favor y desaparece de una vez por todas y para siempre.

   —Si me dieras la oportunidad podríamos... —anoto en mi mano con una pluma imaginaría— ¿Qué hacés?

   —Lo anoto en la lista de las cosas que me importan un hectárea de ver... Hola señora Derwin —saludo a mi vecina—. Vete a la mierda Harry tú y tus putas necesidades. Lo que sea que necesites de mí, no me interesa. No vuelvas a venir por aquí, no quiero volver a verte, y le ruego a Dios que llegue el día que me avisen que estás muerto, eso es lo único que me interesa de ti. Adiós —le cierro la puerta en la cara y vuelve al rato para golpear y dejarme una bolsa llena de dulces para su hijita de más  de 20 años que ya había crecido hace rato y no iba a aceptar sobornos dulces, maldito idiota.

Harry es el padre biológico de Víctoria se fue cuando ella tenía 8 años, su madre tiempo después conoció a un hombre, se caso, el la adoptó como su hija. Harry reapareció en su vida cuando tenía 17, ni siquiera llama para su cumpleaños pero de alguna manera se las arregla para saber dónde está ella y llegar a pedirle dinero, un favor, verse, pide, pide, pide y cuando ve que no puede sacarle nada exige, haciéndola sentir culpable por ella poner distancia entre ellos.

Odio a mi jefa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora