Epílogo

10K 580 150
                                    


1 año después.

Lanikai beach (Kailua-Hawaii)

   La arena casi blanca, con el agua casi cristalina, reflejan un hermoso tono verdoso. Las olas arriban a la arena dejando la bruma tras su paso. En la orilla de la playa, en las reposeras del hotel, se lleva a cabo una discusión, las chicas están acaloradas en su disputa.

   —¡Julia! ¡Julia no te vayas, espera! —levantándose rápidamente.

   —No, no, no siempre haces lo mismo. ¡Ya me cansé de esto! —exclama Julia, comenzando a alejarse hacia el mar.
  
   —Te cuesta aceptar que no siempre puedes ganar.

    —No es así y lo sabes.

   —Lo que sé, es que eres...
 
   —¡Dilo!

   —Eres una tramposa.

   —Yo no pongo las reglas cariño.

    A medida que Victoria se acerca, ella comienza a correr hasta el mar, pero frena al llegar a la orilla, y que el agua fría la toque, entonces Victoria le pasa por al lado, adentrándose hasta el que agua le llega a las rodillas.

   —¡Ganeee! ¡Gané otra vez!

   —¡Yo llegué primero!

   —¿La niña tiene una rabieta? Y no, no ganaste, tú dijiste y cito, la primera en meterse al agua gana, acá puedes ver a la ganadora. Acéptalo Moore, caíste ante la mejor —se acerca a ella—. Lo lamento cariño, eso te pasa por tramposa —le saca la lengua y se meto rápido al agua.

   —¡Espera! —Julia quiso tomarla, pero solo consigue tomar una tira del bikini desatando el nudo de la parte de arriba haciendo que se le salga—.  Perdón —le dice tapando los pechos de su joven novia con las manos—, te juro que fue sin querer.

   —Ay Moore ¿Qué haré contigo?

   —Amarme, perdonarme...

   —¿Castigarte? —Victoria vuelve a hacerse el nudo en la espalda, para luego acomodar la parte de enfrente

   —¿Me sueltas? Ya tengo el bikini bien puesto.

   —Estoy cómoda así.

   —Julia...

   —Está bien —la toma de la mano y se bañan un rato en el mar— deberíamos ir al hotel, hoy es el gran día de ellas.

   —Sí, deberíamos irnos para bañarnos y luego salir.

   Salen del mar con las manos entrelazados, se secan con el toallón, colocándose los pantaloncillos caminando hacia el hotel. Mientras van hablando.

   —¿Alguna vez pensaste que acabaríamos juntas? —pregunta Julia.

    —Contigo quería acabar —ríe Victoria— a veces soñaba que tenías una muerte fatídica natural, mientras caías por un risco. Te odiaba bastante al principio...

   —¿Qué tiene de fatídica una muerte natural?

   —Que era yo quien te empujaba.

   —¿Qué tiene eso de muerte natural?

   —La gravedad es natural, si supieras volar no moririas, aunque siendo tú, seguramente aprenderías a volar mientras caes.

   —Wow sabía que me odiabas pero no sabía cuanto.

   —Pero ya no te odio, sino todo lo contrario. Aunque...

    —Aunque qué...

   —Ya lo sabes.

Odio a mi jefa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora