22-En un lugar diferente

6.3K 440 27
                                    

Victoria

Despierto amordazada en la parte de atrás de un vehículo en movimiento, la luz que entra por el frente me encandila, cuando intento taparme los ojos me doy cuenta de la situación en la que me encuentro, atada y amordazada. Me muevo desesperada y una voz gruesa del hombre al que le hice sangrar la nariz me advierte.

   ―Quédate quieta, ya deja de moverte o usaré la fuerza.

   ―Victoria ―escucho la voz de Harry desde la puerta de adelante― no hay nada que puedas hacer, así que coopera para no terminar más lastimada.

   Me quedo acostada quieta en el piso del vehículo, tiene razón no estoy en posición de poder hacer nada, no hasta que me desaten y en cuanto lo hagan le romperé la cara a Harry, el gran padre del año.

   Luego de andar por un rato, llegamos al puerto, lo sé y no porque vea a donde vamos, sino por el olor peculiar del pescado. La Van se detiene, las puertas se abren, bajan los hombres y aparece, Harry, lo observo esperando mi oportunidad.

   ―Victoria ahora te desataré las piernas para que puedas caminar, no intentes huir, si te saco la mordaza e intentas gritar te dormiré y estarás inconsciente, no creo que quieras estar así para cuando llegue Julia.

   Lo sabía su objetivo es ella, bueno su dinero. Me arrastra hasta el borde de la van, me saca la mordaza para darme agua, luego desata mis piernas, entonces me tiro hacia atrás dándole una patada en el rostro, se agarra el ojo y la nariz que sangra.

   ―No dijiste nada sobre no hacerte daño ―vuelvo a sentarme, mientras me observa indignado luego de no estar tan mareado por el golpe―. Por cierto gracias por el regalo adelantado de cumpleaños, un detallazo de tu parte, papá ―los hombres lo miran extrañados ¿secuestrando a su propia hija? Él me observa sorprendido, claro que no se acuerda de cuando es mi cumpleaños―. Cuando salga de esto, me aseguraré de que te pudras en el rincón más asqueroso, oscuro y nefasto de la cárcel, donde te den todas las noches las buenas noches los reos, por el resto de tu miserable vida.

   ―Hijita cuando salgas de esto estaré tan lejos de aquí que no me vas a volver encontrar jamás ¿no es eso lo que siempre has querido? Así que ruega que sea así y se te cumplirá el sueño.

   ―Yo quizás no deseo verte nunca jamás, pero Julia... ―río― ¿Qué te hace pensar que ella dejará pasar esto por alto? Tiene los medios para destruirte y no parará hasta dar con tu cabeza y si ustedes ―les hablo a los hombres ahí presentes cómplices de esta rata― valoran su libertad y vida, sabrán irse o arrepentirse a tiempo porque una vez que ella de con sus nombres, no querrán saber qué hará.

   ―Mi nuerita estará ocupada buscando empleo y tú también deberías, luego de que firme los papeles no le quedará ni para comprarse una botella de agua.

   Lo escupo en la cara, pero antes de poder decir algo más, me llevan hacia un galpón, mientras él se queda afuera en el momento que llega un Jeep, aunque no logro ver quién baja de él. Me sacan las cuerdas de las manos parándome al borde de lo que parece ser una pecera gigante, caigo adentro luego de que el grandote me empujara, cayendo en un colchón no lo suficientemente grueso para soportar mi caída, doblo mal mi pie cuando aterrizo, así que el esguince es seguro. Esto acorta más mis posibilidades de huir. Una vez abajo colocan una tapa a la enorme pecera, encienden luces que están empotradas en las paredes como en una piscina, hay una cama también, frazadas y un balde para hacer mis necesidades, más una pizarra blanca y un marcador.

   ―Ahí ―señala Harry la cuba de metal―, has tus necesidades, hija ―deja caer la tapa de metal, colocándole seguro― Querida hija ―suena un parlante dentro del cubo, luego lo veo aparecer desde las sombras con otro hombre a su lado, de traje, usando una máscara―, el cubo está insonorizado, por más que grites y patalees nadie va a escucharte, no tienes como escapar. Si necesitas algo nos escribes por la pizarra y cuando tengamos ganas de leerla veremos que hacer ―Tomo la pizarra y comienzo a escribir.

   ―¿Cuánto tiempo estaré aquí?

   ―Tanto tiempo como Julia se demore en venir por ti ¿alguna otra pregunta?

   ―¿Cuándo vas a morirte? Así te adelanto la fecha, maldito infeliz.

   ―Me alegra que aún conserves el sentido del humor que te heredo tu madre.

   Me siento en la precaria cama, una vez que acomodo el colchón. «Julia espero que no cometas la estupidez de venir sola, si algo te pasa por mi culpa, no sé qué haría». Debería haberle hecho caso cuando me dijo de ir a la policía y poner una orden de alejamiento o denunciar al infeliz de Harry. Mamá y Albert van a enojarse mucho por ocultarles esto.

   Debería haber pagado la boleta de la luz ayer, recién me acuerdo ¿qué? Estoy secuestrada ¿y pienso eso? Bueno es importante, aunque no es lo más importante ahora, sino que tengo que averiguar cómo salir de acá.

   Siempre me pareció absurdo como la gente en las películas se mete en este tipo de situaciones y ahora aquí estoy ¿Quién será el tipo que estaba al lado de Harry? ¿un cómplice? Al menos le quebré la nariz al desgraciado.

  Conversación de Harry con su cómplice

   ―Veo que subestimaste a Victoria.

   ―La pequeña desgraciada sacó el carácter de su madre, por eso las dejé a ambas. Era una niña insoportable y ahora es una adulta insoportable.

   ―Que duro decir eso de tu propia hija Harry ―ríe el desconocido.

   ―Ahora que ya estamos en esto ¿Por qué no te sacas la máscara? No es necesario si estamos trabajando juntos y al fin de cuenta somos socios.

   ―No soy el único con intereses aquí y tengo que velar por mi privacidad, aparte dentro de poco dividiremos la fortuna de, Julia, para no volver a vernos, después de todo te deje la parte fácil del plan.

   ―¿Fácil? Me rompió la nariz.

   ―Y tú le rompiste la vida al irte y dejar a su madre sola con una hija. Como yo lo veo es justicia karmica ―Harry atina a darle un puñetazo, pero él lo esquiva―. No defiendo a tu hija, aunque cuando la conocí ese día en la oficina rabeando con la fotocopiadora, me cayó bastante bien. Una cosa más no vuelvas a levantarme la mano, nunca jamás en tu vida o será lo último que hagas, domina tus impulsos aun no sabes de lo que soy capaz, en definitiva no solo no conoces mi cara, sino que tampoco me conoces  a mí ―Harry empalidece―. Mantenme al tanto de los movimientos de Julia, recuerda lo que acordamos, ella vendrá conmigo, y con tu hija has lo que te venga en gana.

   ―¿Cuál es tu obsesión con, Julia Moore?

   ―No tengo porqué darte explicaciones de nada, solo cumple con tu parte del trato.

   ―¿Cuándo crees que ella vendrá por mi hija?

   ―Si la ama tanto como parece, de seguro viene en camino y si es lo suficientemente inteligente, siguió las instrucciones, no querrá que nada le pase. Si no tendré que tomar cartas en el asunto ¿no tienes problemas en que lastime a tu hija? ―él duda un momento, aunque es una mierda de padre, siegue siendo su hija―. Harry no te estarás poniendo paternal ahora ¿acaso serás un problema?

   ―No, no es solo... ―traga con dificultad―. Has lo que tengas que hacer, pero no la mates. Cecilia, iría a buscarme al infierno si algo le pasa a nuestra hija y esa mujer es de temer.

   ―Tranquilo mis jefes la quieren viva... aún.

   El enmascarado se marcha dejándolo solo, mientras el tiempo corre para todos, sobre todo corre para Victoria. Lo que nadie le dijo a su papito, es que los jefes del enmascarado no tienen pensado que Victoria salga de allí con vida es un daño colateral y un cabo suelto que piensan resolver en cuánto su objetivo principal venga por ella.

   Lo que Harry y el propio enmascarado desconocen son los motivos ocultos detrás de uno de sus jefes. En el mundo empresarial donde sino aprendes a nadar con tiburones, te conviertes en la presa, muchos quieren ver la caída de la empresa JM company, una empresa que creció y se posiciono en el mercado haciéndose palanca del apellido Moore. Pero lo que mueve a uno de los interesados con fines siniestros, no es la caída de ese imperio, sino el interés en la empresaria, Julia Moore. Ella es su objetivo, su motivo es personal y lo que quiere hacerle a ella, no tiene nombre o en realidad lo tiene, pero es impensable que alguien podría llegar a hacer eso.

Odio a mi jefa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora