Capítulo 43.

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-No parece que se hayan llevado nada. -comentó Aaron dando un último vistazo a su alrededor. -La habitación está intacta.

Aún así, ese hecho no conseguía tranquilizarlos.

Brooke se dirigió entonces hacía la mesilla que había al lado de su cama, sacó una llave de su bolsillo y abrió uno de los cajones, el último. Suspiró aliviada al ver que la fotografía de su padre, los de Cory y todos los demás estaba allí.

-¿Creéis que la estaban buscando? -preguntó, echándole un último vistazo y volviendo a guardarla bajo llave.

-Es probable. Estoy seguro de que todas esas personas que salen en la imagen no quieren ser sacadas a la luz. -Respondió Aaron.

-Aún así, esta foto por si misma no demuestra nada; eran las otras las que podían servirnos como evidencia de lo que hacían. -añadió ella.

-Tienes razón -reconoció el chico con la frente algo arrugada, aún preocupado por lo que acababa de suceder. -pero si van detrás de ella es por algo.

-Querían asustarnos. -murmuró ahora Cory que había hablado por primera vez en todo ese tiempo. Incluso había sido el único con la suficiente valentía de asomarse a la ventana, intentar ver algún rastro, alguna cara o figura pero fue inútil.

-Bueno, pues lo han conseguido. -se quejó Paul que parecía mucho más pálido de lo que ya era.

-Quieren que veamos que no estamos seguros, que ellos siempre van a estar. -siguió hablando Cory, aunque parecía más hacerlo consigo mismo que con los demás. Entonces, levantó la cabeza y miró directamente a Brooke. -Nos vamos de aquí.

-¿Cómo que nos vamos? ¿Donde? -preguntó ella, algo sorprendida pro el cambio del chico.

-Tu madre tardará un par de días en volver y tú no vas a quedarte sola aquí. No ahora que saben donde vives.

-Quizás lo han sabido siempre. -comentó Brooke y al decirlo en voz alta, supo que así había sido.

-Puede que sí pero ahora lo sabemos con seguridad.

-¿Y donde vamos? ¿Dónde voy a quedarme estos días?

A Cory incluso le sorprendió que hiciera esa pregunta. La miró con cierta incredulidad, con una expresión que parecía decir ¿acaso no es obvio?

-En mi casa. -dijo sin pensarlo y entonces, rectificó, sabiendo que por el momento, él seguí sin tener una casa. -quiero decir, en casa de Ezra.

-¿Cómo estás tan seguro de que ellos no conocen esa casa? Quizás ya sepan donde vivimos, quizás nos estén viendo las veinticuatro horas del día. -Dijo Aaron que durante todo ese tiempo estaba tratando de mantener la calma.

Y Cory no lo dijo en voz alta, no quería asustarlos, pero él ya sabía, con total seguridad, de que todos sus movimientos estaban siendo vistos, que probablemente no había un solo lugar en aquel pueblo donde pudieran esconderse.

-Allí estaremos más seguros.

Una pistola, eso es lo que Cory guardaba en la mesilla de noche. Y guardaba otra más en uno de los cajones del estrecho pasillo que lo llevaba desde el salón a su dormitorio. Ni Aaron ni Paul se mostraron sorprendidos por aquel descubrimiento pero sin embargo, los ojos de Brooke se encontraban muy abiertos.

-¿Cómo es que tienes una maldita arma en tu casa? -le preguntó, tratando de no alzar la voz.

-En realidad tiene dos. -corrigió Paul.

-Digamos que son tres. Guardo otra en la cocina. -añadió Cory, sin darle la más mínima importancia y al mismo tiempo que se dirigía hacía el lugar para mostrársela, cogió una cerveza de la nevera.

ALIADOS. (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora