Capítulo 55

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Lo último que Brooke quería en estos momentos era celebrar su cumpleaños y mucho menos que éste contara con una gran fiesta, llena de gente y con personas con las que apenas hablaba ya. Pero el celebrar una buena fiesta siempre había sido algo de lo que su madre se había encargado todos estos y años y éste, justo en el momento en el que más feliz estaba la mujer, no iba a ser menos.

-No me siento con mucho ánimo para grandes fiestas. -le dijo cuando su madre comenzó a hablar de las invitaciones y de que, aunque aún quedaba una semana, ya tenía todo prácticamente listo. -Preferiría no hacer nada este año.

Su madre la miró con los ojos muy abiertos, como si se hubiera vuelto loca.

-¿¡Cómo no vas a celebrar tu cumpleaños!? -exclamó. -Además ya he repartido las invitaciones, he reservado el sitio, la comida... no, Brooke, ahora es demasiado tarde.

-Mamá, llevo semanas diciéndote que no quería hacer nada.

-Pero es que eso no tiene ningún sentido. Todos los años hemos hecho algo y todos los años la gente acaba encantada. No entiendo porque esta vez tiene que ser distinto.

Porque todo es un auténtico desastre quiso decirle Brooke pero, por razones obvias, no lo hizo.

-Apenas he hablado en estos meses con la mayoría de las personas a las que has invitado.

-Pero ellas nos han invitado a sus fiestas. Estaría feo que nosotras no hiciéramos lo mismo, ¿no crees?

No pensó Brooke. En realidad nada de eso le importaba. No le importaba quedar bien con personas que ni si quiera estaban en su vida, ya no. En otros tiempos si que lo hubiera hecho: habría querido causar una buena imagen, que la gente hablara bien de ella. Pero todo eso había quedado muy atrás, ¿cómo le iba a importar todas esas tonterías con todo lo que sabía ahora, con todo lo que había tenido que vivir?

-Pues que vayan ellos a la fiesta, yo prefiero quedarme en casa.

Esta vez su madre soltó una risa, como si realmente pensara que aquello había sido una broma.

-Ay, Brooke, de verdad -dijo, negando con la cabeza. -Además, Steve ha encontrado un sitio precioso para celebrarlo.

De pronto, Brooke sintió como la sangre de su cuerpo se congelaba.

-Espera, ¿Steve va a venir?

-¡Claro! -exclamó la mujer, emocionada. -De hecho, él me ha estado ayudando con ello.

Y aquello tan solo hizo que Brooke sintiera aún más miedo. Porque ella sabía que ayudar no era la palabra adecuada.

-Mamá, por favor, no me apetece hacer nada este año. No quiero hacerlo, de verdad.

Entonces, el rostro de la mujer se suavizó un poco.

-Cariño, sé que han sido unos meses difíciles para ti. Después de lo ocurrido con Meg, sé que también te has distanciado un poco de tus antiguas amistades... pero no sirve de nada quedarse en casa encerrada.

Al oír el nombre de su amiga, notó como algo dentro de ella se encogía. Pensaba mucho en Meg, sobre todo cuando se encontraba sola, y siempre acababa destrozada, con esa sensación de culpabilidad que seguía aplastándola.

-También podrías invitar a este chico... Cory. -continuó diciendo su madre y Brooke pensó en lo raro que sonaba escuchar en el nombre del chico en la boca de la mujer. -Es un chico muy simpático. Sus amigos también pueden venir.

ALIADOS. (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora