MI ÁNGEL (COMPLETA)

Año 2015 (parte 5)

Estaban en el avión de vuelta a casa. Todo parecía normal, excepto las miradas que Jungkook le echaba a Jimin de vez en cuando. Se moría de ganas por sentarse a su lado, pero estaban intentando mantener las distancias en público. Realmente no habían hablado de nada. El pequeño JK ni siquiera sabía a ciencia cierta si lo de la noche anterior se volvería a repetir. Tenía miedo de intentar acercarse más de la cuenta y que Jimin le dijera que no. Jungkook miraba a Jimin tras la diagonal de dos asientos. Los ojos de su hyung se cerraban poco a poco. A los minutos de despegar, Jimin se quedó totalmente dormido. La cabeza se le iba para un lado. Jungkook no pudo evitar levantarse y acomodarle el cuello para que no se despertara con dolores. Antes, obviamente, se había asegurado de que los otros miembros también estaban visitando a Morfeo. El maknae aprovechó y se sentó al lado de Jimin, a quien se le volvió a caer la cabeza, pero esta vez dio con el hombro de Jungkook. El más joven giró su cara para oler el cabello de su mayor. ¿Por qué siempre olía tan bien? Adoraba tanto su aroma que no pudo evitar posar un sutil beso en su cabeza. Jimin sintió el calor y alzó su rostro algo adormilado.

-¿Jungkook-ah?

Jungkook sintió una punzada en el pecho. Fue una alerta para que se levantara rápidamente y volviera a su asiento. No estaba preparado para el rechazo. No todavía. Sin embargo, Jimin le cogió del brazo y lo volvió a sentar. Miró hacia atrás, vio a todos los miembros dormidos, y cogió un lateral de la cara del maknae para robarle un beso rápido. De esos que parecían más una mordida que un beso.

-...

Jungkook estaba sin palabras, con la boca entreabierta, sin saber qué decir. Jimin le sonrió y movió la cabeza para que el chico volviera a su sitio. Jungkook asintió, aún atónito por ese beso. El maknae se levantó, sin impedimentos esta vez, se tiró en su asiento y reaccionó sonriendo de forma muy tonta. ¿Podía estar más feliz? Jimin le había besado. Eso era una señal clara de que seguían con el juego que empezaron unas horas atrás. Después de mirarle por casi media hora, Morfeo también vino a por él.

Cuando llegaron a Corea, lo primero que hicieron los chicos fue ir a los dormitorios para ducharse, arreglar las maletas y dormir. Estaban agotados. Pero Jungkook no podía aguantarse las ganas de ver a Jimin, de tocarle, de abrazarle. A las 2am, el pequeño maknae entró en la habitación de Jimin y Hobi, y procedió a meterse en la cama del mayor. Fue a por todas. Sabía que Jimin le había dado luz verde en el avión, así que no esperó ni un segundo más para sentirlo cerca. Lo abrazó por la espalda, metiendo sus manos por debajo de una camiseta holgada que tenía el mayor. Jimin no tenía parte de abajo, solo una ropa interior que cubría su entrepierna. Su culo respingón dio contra la entrepierna cubierta de Jungkook, que no tenía ropa interior, pero sí un fino pantalón de pijama. Pudo notar las pulsaciones de su pene creciendo por momentos. Jungkook se acercó a la oreja del chico y comenzó a oler la piel de su cuello y a chupar la parte lateral de la oreja.

-Jimin... -susurró JK.

El maknae comenzó a rozar todo el torso del mayor que se retorcía de placer rozando una y otra vez el gran bulto del chico. Jungkook atacó el cuello de su mayor, lo poseyó comiéndose cada parte de él. Mientras, su mano comenzó a bajar hacia el bóxer de Jimin. Al tocar su pene Jimin paró en seco la mano y se giró hacia Jungkook.

-Kookie... No -negaba con la cabeza-. Todavía no...

JK respiraba con dificultad, ¿por qué no? ¿A qué había que esperar? Sus hormonas estaban demasiado revolucionadas para pedirles más tiempo. Jungkook se acercó a la cara del mayor y agarró su cabeza para chocar frente con frente.

-Jimin-ah... Te deseo... -dijo en bajito.

Jimin tocó el torso desnudo de Jungkook, recreándose mientras deslizaba uno de sus dedos por cada surco del pectoral.