MI ÁNGEL (COMPLETA)

Año 2015 (parte 2)

Jungkook y Jimin se quedaron mirándose el uno al otro. El mayor no sabía cómo seguir la frase y el pequeño no sabía cómo respirar. Los dos estaban paralizados mientras sus pupilas se conectaban las unas con las otras. Sus latidos sonaban con fuerza, pero sus pensamientos estaban anulados. ¿Qué hacían ahora? Jimin se sentía inmensamente culpable por haber empezado una frase que sabía perfectamente que no podía acabar. No quería que la amistad con el maknae se fuera a la mierda. Ni que acabaran esas noches de abrazos, que aunque le rompían el alma muchas veces, eran todo para él. Había días en los que el cansancio físico y mental era tan grande que lo único que le animaba a seguir era pensar que esa noche se dormiría entre los brazos del joven. Así todo era más llevadero. Por otro lado, JK pensó en la nada. Su mente estaba completamente en blanco. Toda la energía que le quedaba en el cerebro fue usada para mover varios músculos de su cuerpo en dirección al mayor. No racionalizó sus actos, solo fue. Llegó a la boca de Jimin para robarle su primer beso. Fue un acto impulsivo y rápido. Tan rápido que el mayor no pudo ni reaccionar en primer momento. Los labios de Jungkook se posaron en los suyos como quien da un beso en la mejilla. Algo muy casto. Sin embargo, instintivamente Jimin abrió su boca para dejar que los labios del menor se acomodaran en su labio superior. Encajando a la perfección.

Cuando las neuronas de Jungkook comenzaron a conectar entre sí, el chico se separó de inmediato. No sin antes escuchar el sonido que hacian sus labios al separarse. Rompiendo el hilo de saliva que se había creado entre ellos. JK empezó a hiperventilar y saltó fuera de la cama como quien ve al monstruo del lago. Jimin solo parpadeaba intensamente mientras alejaba su mirada del ladrón de besos. Solo pudo sentarse en la cama. Acto seguido miró a Jungkook, que tenía los nervios a flor de piel.

-Lo siento, hyung... No debí... No pensé...

-Jungkook... Yo...

Jungkook rodeó toda la cama revolviéndose el pelo con una mano para después salir de la habitación. Jimin se quedó solo, sentado en el colchón, mirando hacia la puerta y tocándose los labios, recordando que hace unos segundos había recibido su primer beso de la persona de la que llevaba enamorado años. Sin embargo, no sabía qué hacer, no sabía qué pensar. El creía que este sentimiento era unilateral, pero ¿y si no? A lo mejor Jungkook tuvo un arrebato de adolescente posesivo. No es que le quiera en modo romántico, sino que sus celos amistosos le habían jugado una mala pasada.

La noche pasó lenta y calurosa. Jimin volvió a su habitación, donde se quedó dormido después de horas de estar pensando posibles caminos sin salida. Al otro lado del hotel, Jungkook se quedó en el baño por una hora, llorando de la rabia y mensajeándose con su hermano para pedirle ayuda. Por suerte en Corea era una hora decente. Junghyun le recomendó a su hermano pequeño hablar lo antes posible con Jimin, contarle sus sentimientos, aunque no fueran correspondidos, y pedirle disculpas por ese tonto impulso. JK no sabía por dónde empezar ¿cómo le iba a hablar si ni siquiera iba a ser capaz de mirarlo a la cara?

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Al día siguiente los chicos bajaron uno a uno o en parejas a desayunar al restaurante del hotel. Cuando Jungkook bajó se encontró a Jimin y a Sungjoo en una de las mesas desayunando. Bueno, más bien Sungjoo se desayunaba a Jimin con la mirada mientras le intentaba dar de comer en la boca. Jungkook había sido un idiota, obviamente esos dos tenían algo. Puede que para Jimin el beso de anoche no significara nada, pero para él había sido mucho. Una pena que no pudo saborearlo. Se sintió tan cálido durante unos segundos, que el maknae podría vivir en en esa boca toda su vida. Jimin y Jungkook cruzaron miradas, pero justo cuando el mayor iba a llamar la atención del pequeño para que se sentara a su lado, JK apartó la vista y se sentó con Suga. El chico de mirada adormilada lo miró sorprendido. Le extrañaba mucho que el más pequeño hubiera decidido sentarse a su lado.