Capitulo 41

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Wei Ying: n-no, quédate conmigo... n-no quiero que te vayas de mi lado -el omega asustado se apegó más a su alfa en busca de consuelo.

Lan Zhan: al menos déjame marcarle a Wen Qing... -si bien, no quería alejarse de él estando en ese estado, tampoco quería que le pasara algo malo.

Tomó la difícil decisión de soltarlo para llamar a la doctora Wen, quien atendió la llamada después de un par de veces en las que intentaron localizarla.

El alfa estaba cada vez más inquieto mientras esperaba a la llegada de la beta, pues no soportaba el hecho de ver sufriendo al menor, le dolía tanto.

Wen Qing: todo estará bien, ¿en dónde está el omega? -dijo apenas llegó.

Lan Zhan: está en la habitación -le mostró el camino.

Wei Ying: L-Lan Zhan... m-me duele mucho... mhn... -siguió quejándose del dolor tan intenso mientras se hacía bolita.

Wen Qing: respira profundo, ¿si? -comenzó a revisar al menor.

Le dio instrucciones al alfa de llevar agua caliente y algunas toallas para poder asistir en el parto, además de que se quedara ahí para darle ánimo al omega.

El parto fue realmente agotador para todos, pero los padres del pequeño bebé recién nacido se sentían muy felices al verlo, se parecía mucho a ambos, se veía tan frágil e indefenso, y a la vez sabían que su niño se convertiría en un gran alfa, pues sus feromonas y el diagnóstico de la doctora Wen no mentían.

El menor comenzó a amamantarlo guiado por su esposo, pues el bebé lloraba mucho y no sabía bien que hacer.

Lan Zhan: hiciste un gran trabajo -besó la frente del menor antes de dirigirse a la beta- muchas gracias, doctora -le hizo una reverencia.

Wen Qing: ahora cuídalos bien, ambos deben descansar, pero en especial tu omega, no podrá hacer esfuerzo por algún tiempo -dijo cortésmente con algo de preocupación por la joven pareja.

Se dirigió a la puerta, seguida por el alfa para despedirla de manera adecuada y formal.

Wei Ying: L-Lan Zhan... ¿la doctora Wen ya se fue? -se sentó despacio en la cama.

Lan Zhan: si, no te preocupes por eso, descansa un poco, ¿sí?, yo cuidaré del bebé.

Wei Ying: ¿seguro que está bien?, tú tampoco has dormido...

Lan Zhan: mhn, claro que está bien -tomó al bebé en brazos antes de salir de la habitación para que el omega descansare- hola, mi niño, bienvenido al mundo, mi pequeño A-Yuan -le mostró una sonrisa al recién nacido, quien solo lo observaba.

El alfa arrulló al pequeño, para que pudiera dormir mientras estaba sentado en un sillón de la sala, cantando una canción suave y tierna.

Nie Huaisang por fin despertó hasta la mañana siguiente, sintiéndose mareado, la cabeza realmente le dolía y no recordaba como había regresado a su habitación, se incorporó lentamente, sentándose al borde de la cama, tenía una ropa distinta a la que recordaba y de repente los recuerdos regresaron a su mente en un instante, ¿todo fue real?

Un giro de 180°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora