Élite Cazadores de Sombas: ciudad de secretos y traiciones

1_La búsqueda de los desertores

IDRIS

El ambiente en el despacho del Inquisidor era tenso aunque la figura de Teodoro Caleruega quería proyectar calma y orden.

-Espero que entiendan lo importante que es que los encuentren-dijo el Inquisidor Caleruega-es de vital importancia para todos que los traigan ante la Clave.

Carla quería cuestionar eso. Su padre siempre es exagerado pero también es el Inquisidor y cuestionarlo frente a otros nefilims no sería correcto.

-Vayan y no regresen sin ellos-les dijo y con eso dio por terminada esa reunión.

Los cinco salieron del despacho y las miradas inmediatamente se posicionaron en Carla quien era la líder del grupo por orden de las autoridades. Carla no tenía ganas de dar explicaciones pero ellos eran sus amigos, su prometido y su parabatai.

-¿Crees que los encontraremos?-le preguntó Polo.

-En el Instituto de Madrid confirmaron que están allí-contestó la rubia mientras seguía caminando sin detenerse a mirar a sus amigos.

-¿Y por qué no los buscaron los cazadores de sombras de Madrid?-preguntó Guzmán.

Para Carla esa pregunta tenía mucho sentido. Si sabían que ellos están en Madrid tendrían que haberlos buscado los nefilims de Madrid. ¿Para qué trasladar a los que estaban en Idris para solamente traer a tres personas?

-Yo creo que deberíamos dejarlos tranquilos-dijo Ander-si se marcharon es porque no querían esta vida y la ley se los permite. No tenemos porqué obligarlos a volver.

Carla pensaba igual que Ander aunque no lo dijo. Pero son las órdenes. Ander era el más crítico y con pensamiento autónomo de todos ellos, o por lo menos el que más lo expresaba. Claro, siendo hijo de la Cónsul tiene más tranquilidad para expresar sus ideas disidentes. Aunque ni siquiera Ander puede ir en contra de la Clave.

A veces Carla pensaba que la de los cazadores de sombras era una sociedad aislada del mundo que quería proteger.

-Da igual-dijo Lu con altanería-nos dijeron que los busquemos y eso haremos. ¿No piensas así parabatai?-Lu miró a Carla.

Carla no estaba de acuerdo con esa forma tan ciega de seguir la ley y las ordenes de los superiores.

-Sí, claro-mintió.

MADRID

Una extraña figura marcada a fuego ardía en la piel de Samuel. Ese dolor le resultaba vagamente familiar y... ¿correcto? Si, era correcto, como si fuese una parte de él.

De repente Samuel despertó con un sudor frío que corría por todo su cuerpo. Suspiraba de manera agitada pero cada vez un poco más calmado. Debía calmarse, no quería que su madre y Nano lo vieran así, especialmente hoy. Salió de su cama y buscó una toalla para darse una ducha antes de ir a la escuela. Vio su cuaderno de dibujo y notó unas hojas mal colocadas. Cuando se acercó vio que en todas las hojas había un mismo dibujo de una extraña marca o símbolo. Samuel no recordaba haber hecho esos dibujos. Samuel trató de no pensar en eso. Después de todo Samuel se la pasaba dibujando casi en todo momento libre que tenía así que podría haber algunos dibujos que no recordara haber hecho.

Cuando salió de su ducha fue a la cocina a desayunar pero bien había llegado su madre y su hermano se abalanzaron a él.

-¡Feliz cumpleaños!-gritaron al unísono. Nano lo abrazó con fuerza y Pilar lo llenó de besos como hacía cuando Samuel era niño y esa acción de su madre le causaba cosquillas.

-Muchas gracias-dijo Samuel y se propuso a desayunar junto a su familia antes de ir a la escuela.

Samuel se sentía feliz de tener una familia tan unida aunque aún extrañaba a su padre quien había muerto hace 8 meses. Quisiera tenerlo aquí con ellos. Samuel vio una fotografía que su madre había colgado de la pared. En ella veía a sus padres, su hermano y él. Esa fotografía se sacó unos meses antes de la muerte de su padre. Vio algo que su madre siempre remarcaba: el parecido de Samuel con su padre. Sebastián y Samuel eran idénticos físicamente hablando. La única diferencia eran los ojos azules que tenía Sebastián y que Samuel no heredó pero Nano si aunque Nano se parece más a su madre. Lo que Samuel heredó de su madre eran los ojos marrones y su pasión por el arte.