Élite Cazadores de Sombas: ciudad de secretos y traiciones

7_Romper las reglas

¿De verdad estamos considerándolo? -preguntó Cristian con incredulidad-hacer esto podría suponer un castigo muy grande para todos nosotros.

No era común que fuera Cristian el que esgrimiera el argumento mas racional y sensato, pero alguien tenía que hacerlo.

Lu no podía culparlo. Él tenia mucho que perder siendo un mundano Ascendido. Cristian no tenía nada si lo castigaran volviéndolo un mundano.

Habían decidido reunir al grupo y debatir sobre lo que la reina Isadora les había dicho sobre que la Espada Mortal podía separar a Teo y Carla. El problema es que la Clave jamás aceptaría que la Espada saliera de Idris para algo así. Preferirían sacrificar a Carla antes que eso. Sabían que la unica solución era robar la Espada pero ese crímen sería imperdonable a ojos de la Clave.

-Si nos descubieran-dijo Cayetana-¿nos quitarían las runas y nos enviarán a vivir con mundanos?

-Solo si tenemos suerte-dijo Guzmán-en el peor de los casos podrían ejecutarnos por un delito de esa magnitud.

La Espada mortal era uno de los instrumentos sagrados entregados por el ángel Raziel a los nefilim hace mas de 1000 años. Su robo,aún para algo bueno como salvar a Carla de Teo, sería imperdonable.

Estaban conscientes de lo que esto podría provocar,y por eso decidieron no invitar a esa reunión a los hijos del Inquisidor ni a Iván. Gracias a Iván tenían esa información asi que no querían arriesgarlo más.

-Entiendo que esto sea lo mas arriesgado que hemos hecho hasta ahora-dijo Lu-pero quienes no estén dispuestos a siquiera considerarlo, pueden irse ahora. Sin rencores ni preguntas.

Nadie dijo nada, pero Cristian miraba con enfado a Lu. Sim embargo,él tampoco se marcharía, se quedaría por Lu. Ella se lo agradeció internamente, y también se odió a si misma por permitirle tomar un potencial riesgo solo por lo qie sabia que él sentía por ella.

-Esto no es igual para todos-dijo Guzmán-Lu y yo estamos dispuestos a hacerlo porque son nuestros parabatai los que estan en riesgo. Pero no todos tienen porqué exponerse tanto.

De la reunión sólo participaban Cristian, Lu, Guzmán,Nadia, Rebe, Caye, Polo y Valerio.

-El Samu es mi amigo-dijo Rebe con decisión- y también es mi pupilo. Me arriesgaré por él si es necesario.

-También yo, Guzmán-dijo Cayetana-los cuatro entrenamos juntos todo un año en Londres.

Guzmán sonrió a sus dos amigas. Nadia puso una mano en el hombro de su novio para indicarle que ella tampoco se retiraría.

-Yo tampoco iré a ningún lado- dijo Polo- Carla es mi mejor amiga. Ella correría el riesgo por mí.

Valerio y Cristian no dijeron nada pero se quedaron en sus lugares. Ambos se quedarían por Lu.

-Bien-dijo Lu-tenemos una decisión que tomar.

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Contrario a lo que todos piensan, el puesto de Cónsul no es un regalo. Si, era el cargo mas alto al que un cazador de sombras podía aspirar, pero no era un regalo. Era una enorme responsabilidad, una gran carga. Especialmente en época de crisis como la actual.

Azucena Muñoz ya no sentía que este cargo era algo soñado. Era fácil ser Cónsul en épocas de paz, pero en estos tiempos tumultuosos era donde se veía a un verdadero líder.

Había conseguido el puesto porque habia hecho un gran trabajo dirigiendo el Instituto de Bogotá y habia manejado las diversas crisis que se le habian presentado. Pero dirigir a todos los nefilim del mundo era una tarea muy distinta.