Élite Cazadores de Sombas: ciudad de secretos y traiciones

5_ Los ángeles son como los humanos

Rebe y Valerio caminaban de noche por las calles de París. Habían escapado juntos del instituto de París. Rebe pensaba que podría investigar mejor si fuera sola pero eso sería muy peligroso así le pidió a Valerio que la acompañara. No se lo pidió a Cayetana porque prefería que ella pasara tiempo con Phillipe y así mantenerlo ocupado.

Rebe sabía que algo desagradable se estaba gestando alrededor del instituto y sospechaba que estaban vigilando al equipo que ella estaba liderando. Supuso que a los franceses les molestaba que desde Idris desconfiaran de sus investigaciones y enviaran a un nuevo equipo. Si lo que los subterráneos de Paris le habían dicho era cierto, en Paris se rompían los acuerdos.

Sin embargo, de ser eso cierto no tenía por qué estar relacionado con el ataque de los demonios al instituto necesariamente. Pero a Rebe la intuición le decía que efectivamente era así. Esa misma intuición la había llevado a investigar al Inquisidor Caleruega un año atrás, y no se había equivocado.

-Cuando se den cuenta que no estamos en el instituto vendrán a buscarnos-le dijo Valerio.

-No pueden prohibirnos salir-dijo Rebe con dureza-aunque nos hospedemos en el Instituto nuestra investigación es independiente de ellos auqnue sea sobre ellos.

-No pueden prohibirnos salir-coincidió Valerio-pero nosotros no podemos prohibirles que ellos nos acompañen como hizo Phillipe ayer.

-Y es por eso que salimos a escondidas-dijo Rebe sonriendo con arrogancia-me sorprendes Valerio. Creí que seguir las normas no era exactamente lo tuyo. En Londres me acostumbré a romper las reglas todo el tiempo con Samu, Guzmán y Caye. Si Benjamín no nos ha echado aún es por su responsabilidad de entrenar a Samuel y que le tomó cariño.

-Valerio Montesinos jamás sigue las reglas-dijo él sonriendo.

-Eso quería escuchar-dijo Rebe.

Lo cierto es que si no podía tener a Caye con ella en las calles su otra opción era Valerio. Había convivido un año con Ari y aun no confiaba del todo en ella a pesar de que era la hermana de su novia y la novia de su mejor amigo. A Polo no lo conocía tanto pero visto como se llevaba con Phillipe prefirió que él siguiera en el instituto así su ausencia no llamaría tanto la atención. Eso dejaba a Valerio como el compañero perfecto porque ir sola por una ciudad que no conocía sería estúpido.

-¿Y qué hacemos?-preguntó él-¿Buscamos subterráneos al azar y le preguntamos por cosas malas que han hecho los nefilim del instituto?

-Ya viste lo que sucedió en esa taberna-dijo Rebe-tienen miedo de hablar.

-Entonces ¿qué haremos? -preguntó el confundido.

-Debemos buscar a subterráneos lo suficientemente poderosos como para que no teman hablar-dijo ella-el jefe del clan de vampiros, el líder de la manada de licántropos, algún brujo importante o alguien de la corte de la reina Isadora. Con esos los nefilim de Paris pensarán dos veces antes de hacerles algo. Hasta ahora, las victimas de sus abusos fueron los últimos de la cadena alimenticia, por así decirlo.

-Aun así-dijo Valerio-eso no nos asegura que colaboren.

Rebe estaba consciente de eso.

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Cayetana caminaba por el gran Instituto de París. El lugar era hermoso sin duda. Aunque ciertamente prefería el Instituto de Londres. Detestaba que Azucena les hubiera asignado esta misión de emergencia. Volver a Idris había significado para ella tener que mirar vida y hacerse preguntas.

Había conocido a Phillipe en Londres cuando él fue solamente como parte de un viaje por el mundo que suelen hacer los cazadores de sombras al cumplir los 18 años. La chispa entre ambos era evidente y Phillipe se instaló de forma definitiva en Londres dispuesto a seguirla a ella donde quisiera. Le había propuesto que juntos se instalaran en París. Según Phillipe, allí tendrían una vida cómoda porque su madre era la directora del Instituto. Cayetana aún no se sentía segura de hacer algo así. Puso como excusa que debía seguir a Rebe a todos lados por ser parabatai. Phillipe no cuestionó esto y dijo que él iría a donde ella fuera.