10_Guerra

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Teodoro Caleruega había tardado 4 días en recuperarse del daño que recibió cuando Carla fue apuñalada por Samuel. Si bien existían runas para curar heridas, el daño esta vez habia sido enorme. Maldito chaval. Ahora lo odiaba aún más porque habia destruido el vínculo que lo unía a su hija. Teo veia a Carla como su mano derecha y quien guiará a la Clave una vez él ya no pueda hacerlo. Pero Samuel habia destruido eso y ahora su hija sería su enemiga. Teo había perdido a la última persona que de verdad le habia importado. Solo Sebastián y Pilar habian sido tan importantes para él. Y si bien su hija no estaba muerta como los otros dos, ella nunca se uniría a él por Samuel.

Pero Teo no perdería tiempo. Tenía objetivos que cumplir y había mucho por hacer. Todos esperaban verlo recuperado. Las personas necesitaban líderes fuertes y fríos. Eso querían, aunque no lo admitieran.

Cuando Teo entró a la habitación todo quedó en silencio.

-Me alegra saber que se preocupan por mi -dijo Teo-pero yo estoy bien y tenemos mucho delante. Me han atacado con un arma que el propio Ángel le dio a nuestra raza y aún así no he muerto. Eso es una señal de que el cielo apoya lo que estamos haciendo.

Todos miraban maravillados a Teo creyendo cada palabra que decía como si fueran una revelación divina. Todos excepto Ari. Ella no estaba ahí porque creyera en esas cosas ridiculas. Para ella esto era personal.

-¿Han comenzado a entrenar a los ascendidos?-preguntó Teo.

-Hemos comenzado con los cinco que sobrevivieron -dijo Armando- pero necesitamos reclutar a más. Tampoco creo que ellos nos sean totalmente leales.

-Su voluntad se puede doblegar -dijo Teo sonriendo -pero tienes razon en que debemos conseguir a más. Eso no será problema. Si algo sobran, son mundanos.

Todos estaban satisfechos de lo que Teo decía. El señor y la señora Montecinos, Yeray, Javier, Alejandro, Hugo, y todos los demás. A Malik le daba igual, siempre y cuando le pagaran. El único que estaba molesto era Phillipe.

-Yo no estoy tan tranquilo -dijo el francés- tu esposa mató a mi madre. Quiero venganza contra ella.

-Nuestro objetivo es más grande que una venganza personal -dijo Teo con aburrimiento-pero si se te presenta la oportunidad de vengar a tu madre, no te prohibo hacerlo.

Phillipe sonrió.

-Y tambien quiero muerto al Benavent -dijo Phillipe.

-Nuestro objetivo no es erradicar a los nefilim- explicó Teo- sino cambiar su mentalidad. Al ser la violencia el único metodo para lograrlo es evidente que algunos caerán en nuestro camino hasta la meta. Son sacrificios lamentables pero necesarios. Ninguna revolución se hizo sin derramar sangre. Si se oponen a nosotros, utilizaremos la fuerza.

-Pero ellos son mas fuertes que nosotros -dijo Ari.

Teo volvió a sonreir.

-Por ahora.

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Carla despertó sintiendo los párpados muy pesados. Aún así, hizo el esfuerzo por abrir los ojos. Cuando lo hizo fue invadida por la blancura de todo aquél lugar.

Se sentó en la cama y sintió entumesidos todos los músculos de su cuerpo, como si hubiera estado dormida mucho tiempo en la misma posicion.

Se miró los brazos y vio que tenía runas en ellos, aunque no eran de las que se suele utilizar para ir al combate sino eran runas especiales de sanación. Los cazadores de sombras tenian una runa para curar heridas pero solo los hermanos silenciosos podían utilizar éstas runas especiales se sanación.

Élite Cazadores de Sombas: ciudad de secretos y traicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora