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Con los años, fui aprendiendo un par de cosas, la principal fue ser fuerte mentalmente.

Cuando tenía 15 años, creí que todo se iría a la mierda otra vez, aún seguía en duda con mi orientación sexual, pero cada vez estaba más y más seguro de que sentía una fuerte atracción hacia los chicos, me preguntaba el porque, intente muchas veces buscar una explicación la cual tuviera como respuesta otro camino, y lloré un montón de noches en silencio tratando de buscar valor, incluso me obligue a que me gustara una niña, pero al final no pude sentir nada más por ella, solo la pude ver como amiga.

Pero hice algo diferente e hice la segunda cosa que aprendí, no reprimir mis sentimientos. Primero le confesé a Jaemin que esta vez estaba seguro, le pedí llorando que por favor no me juzgará y no se fuera, pero él me dijo que estaba bien, me entendió y me animo a contarle a mi mamá.

Su reacción fue mejor de lo que esperaba, ella me abrazo diciendo que sea como sea siempre iba a ser su hijo, que estaba bien, y me ayudó a contarle a mi papá, en ese momento llore teniendo miedo a como él podría reaccionar, pero tambien me acepto, me dijo que su profesión le enseñó a ser de mente más abierta, y que estaba bien.

Ahí realmente agradecí que haya estudiado leyes, me dijo que tuvo un par de casos en la que los padres no apoyaban a sus hijos y siempre terminaban de la peor manera, así que en verdad me sentí agradecido por su apoyo.

Después de eso todo continuó como siempre, él solo me pedía que me esforzara en la escuela, aquel fue un momento donde me sentí libre, sentía que podía ser yo mismo. Pero Mark Lee llegó a molestarme.

Antes de salir del closet, jamás le presté atención, solo escuchaba su nombre momentáneamente o lo veía en el curso a veces, no era nada más que un simple compañero, luego el salón se convirtió en nuestro campo de batalla y nuestros amigos en armas.

Me hice más fuerte mental y un poco más físicamente, entrar en el equipo de basketball me había ayudado en la distracción e incluso en mi paz mental.

Con el tiempo comencé a encontrar diversión en competir contra él, yo me defendía y él me molestaba, nunca pasó de ahí, pero ahora que estamos más grandes siento que al menos a mí, se me está yendo todo de las manos.

Admito que no debí haber ido a esa fiesta, y menos beber alcohol al punto de no estar completamente en mis cincos sentidos, también admito que si, baje un poco mis calificaciones pero tampoco he llegado al grado de que todas sean demasiado bajas. Ahora solo estoy sentado en mi cama con las luces apagadas y los mocos tapando mis fosas nasales no dejándome respirar muy bien, junto con los ojos medio adoloridos por la hinchazón, efectos secundarios de llorar la noche anterior.

Tome mi celular para encender la linterna de este y me levante a encender la luz, luego me volví a sentar pero esta vez en el escritorio, lo deje cargando ya que estaba sin batería, solo lo use para poder conectar el whatsapp web en la laptop y le escribí un largo mensaje a Jaemin de todo lo que había pasado, desde ayer en la noche incluyendo lo que pasó con mi papá.

Prefería escribir a qué hablar por llamada, a pesar de que así no pudiera escuchar mi voz para imaginar mejor mi reacción ante todo, si me escuchaban hablar capaz me quitaban el celular también.

Se lo envié y mientras esperaba me fui a dar una larga ducha, todo esto incluso ya espantó por completo mis ganas de dormir, al rato volví a revisar si me había respondido pero esta vez desde mi celular, y efectivamente tenía como diez llamadas perdidas más muchos mensajes junto a stickers.

Me asomé a la puerta poniendo ridículamente mi oído en ella para poder escuchar si es que había algún movimiento en el piso de abajo, no se escuchaba nada, lo más seguro es que a esta hora mis padres ya se hayan dormido, lo bueno es que ambos tienen el sueño bastante pesado así que si hablaba por llamada, solo tengo que hablar lo más despacio posible.

Fuego bajo la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora