CAPÍTULO Uno

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Era una mañana lluviosa del mes de enero, estudiaba 3er año en el colegio "Santa Inés" yo estaba empapada llorando sin parar sentada en la rueda del parque, ¿cómo llegue aquí? bueno todo comenzó cuando me senté a desayunar en la cafetería del colegio en una mesa apartada de todos, porque a decir verdad prefería tener bajo perfil, una chica como yo de estatura media, delgada, piel blanca casi como la leche, cabello en rulos hasta la cintura de color castaño oscuro, ojos grandes marrones claros nada de que perderse, no encajaba en el estereotipo de chica perfecta, pasaba desapercibida y eso para mí era perfecto, no me gustaba llamar la atención y mis amigos se limitaban a un número reducido de dos Amanda y Ricardo, nos gustaba la lectura y las ciencias, éramos así como una especie de pequeño sub grupo del grupo como nos dicen " Los Nerd".

Volviendo al tema, ese día para mi pesar era lluvioso y mis amigos Amanda y Ricardo no asistieron a clases ¡que felicidad! mis padres aunque llueva, truene y relampaguee eran primero el compromiso y para la lluvia existían el paraguas y el suéter, así que estaría atrapada en medio de la hora más loca y preocupante para mi... el desayuno, sólo rogaba poder sobrevivir en él mar de la ignorancia de las mentes que pensaban estar en el "camino correcto" en cuanto al trato a sus semejantes. Como no contaba con mucha popularidad tendría que escabullirme a una mesa lejos de los populares y de los extraños con esto quiero decir el grupo de personas que no formaban ni formarían parte del selecto grupo de populares "IN", este grupo y me incluyo estábamos en el "OUT" del top ten de la lista de popularidad.

Respire profundo y fui por mi bandeja dando gracias a Dios por mi habilidad de pasar desapercibida, como pude camine entre la multitud hacia una mesa vacía apartada de todos, me senté para engullir a toda prisa el desayuno. Ese día llevaba puesto mi uniforme de deporte short y franela blanca lo odiaba porque me hacía lucir más pálida y dejaba ver mis enclenques piernas poco tonificadas, no entendía por qué de ese uniforme tan blanco y el deporte es tan sudoroso y sucio. Tome mi desayuno pensando en irme de ese lugar ruidoso, mire a la zona de los populares y estaban como siempre presumiendo sus últimas ostentaciones tecnológicas, era un grupo que únicamente admitían a personas quienes demostraran que tenían "con que" costear sus juguetes costosos que a mi parecer le hacían demostrar el escaso cerebro que poseían, preferí no seguir observando. Salí de mis pensamientos por qué sentí algo húmedo entre mis piernas, era imposible estaba seca no me había mojado por la lluvia y el asiento estaba inmaculadamente blanco y seco, de verdad era de preocuparse la obsesión con el blanco, respire profundo y mire a todos lados para cerciorarme que no me estaban observando, cuando me levante a revisar que era lo que me hacía sentir húmeda, mis piernas enclenques temblaron como gelatina al ver en mi asiento un gran manchón rojo ¡oh por Dios mi primer período! Mi mamá me había llevado al médico a mis 13 años porque estaba preocupada de que aún no me había desarrollado, el médico le dijo que no se preocupara que a veces suele pasar que algunas niñas se desarrollen entre los 15 y 16 que cuando mi cuerpo estuviese preparado en cualquier momento pasaría, me mando algunas vitaminas ¡pero justo hoy cuando estaba con este ridículo uniforme blanco leche! Me quería morir en el acto, levante la mirada para ver si alguien se dio cuenta, suspire de alivio al ver que nadie se percató de mi desgracia y me senté de un tirón. La mayoría estaban ocupados hablando del gran baile anual de aniversario, pensé: "No te preocupes, saca tu suéter y te lo colocas en la cintura, sales corriendo y listo" mi corazón se cayó al suelo cuando revise mi bolso y me di cuenta que había dejado el suéter en el casillero, ¡Dios ahora que voy hacer! tendría que quedarme allí sentada hasta que todos se fueran. Ya me había resignado a esperar, hasta que levante la mirada y vi al peor de los chicos caminando hacia mi dirección con su cara y actitud prepotente de chico malo y odioso, lo llamaban "Porky" él era verdaderamente desagradable, alto y fortachón era el capitán del equipo de futbol inspiraba miedo al verlo, era muy malo acosaba a todos los de grados inferiores abusando de ellos para que realizaran sus tareas y por si fuera poco les tenía sobrenombres a todos, un año comenzó a decirle cerdita a una chica y desde ese día hasta que salió de la escuela todos la llamaban a coro "cerdita oin oin" a donde quiera que fuera era simplemente desagradable... los menos afortunados, los chicos nerd y las menos agraciadas como yo debíamos evadirlo. No era de esperarse que lo vinieran acompañando todo su equipo de futbol y las porristas. Durante todo el año corrí con suerte nunca me lo tropecé o ni siquiera intente pasar cerca de él, sin embargo hoy precisamente hoy, en el peor día de mi vida él venía caminando con toda su comitiva hacia mi dirección, trate de disimular jugueteando con las sobras de mi desayuno con la mirada literalmente metida en el plato rogando y queriendo creer que no los veía venir, sin embargo, cuando volví a mirar los vi acercarse en cámara lenta cuando pasaron por mi lado suspire viendo cómo se alejaban y pensé que ya había pasado, que sólo fue una premonición fallida, mi voluntad cayó al suelo cuando él se dio la vuelta y me dijo:

"ENTRE DOS AMORES"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora