CAPÍTULO Doce

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Camine hacia el pasillo con el corazón deshecho entre lágrimas, había dejado marchar a Jhonny con tanta indiferencia que me daba miedo de mi misma ¿en qué momento me volví tan fría? ¿Cómo pude ser tan cortante? sé que casi nunca nos llevamos bien, él hacía todo lo imposible por amargarme el día pero de un tiempo para acá había cambiado y lo único que había hecho era tratar de ser amigable conmigo hasta el punto de confesarme que me ama. Camine como un zombi buscando mi horario me dieron mi llave y el número de habitación aún no había señales de Victoria, llegue a la habitación era grande más de lo que me imaginaba, mi compañera de cuarto no había llegado así que me instale en la cama que estaba cerca a la ventana, la habitación era espaciosa tenía dos camas tendidas impecablemente con edredones a juego color verde y amarillo, al lado de cada cama había una mesita de noche con una lámpara, un escritorio con conexión de internet con su silla, una biblioteca, también había dos closet, un tv de plasma colgado a la pared con un blue ray en el centro de la habitación, había una gran alfombra circular de color marrón, una pequeña nevera cerca de una mesa redonda con cuatro sillas y un baño, el cuarto estaba pintado de amarillo tostado con beige, bastante bien, coloque mis maletas cerca de la cama y me senté, le marque a Victoria

–hola amiga ¿dónde estás?–

–hola ya ¿estas instalada? – me dijo emocionada

–Bueno algo así ¿Dónde estás? –

–estoy en el campus con mi hermano ¿vienes?– el corazón me dio un salto, quiere decir que aún no se ha ido.

– no te preocupes no quiero interrumpir, te veo luego– pretendía colgar.

–No cuelgues –grito– no vas a interrumpirnos además Jhonny ya se va– sentí una punzada de dolor y ansiedad.

–no te preocupes, me voy a cambiar ¿en qué habitación estas? –Le pregunte

–estoy en la 368 ¿y tú? –Me pregunto

–Estoy en la 214–

–súper lejos de mi amiga que malo ¿conociste a tu compañera?–

–aún no, espero que sea agradable–

–bueno cuidadito con abandonarme ok te estaré vigilando–risas.

–Vicky eso jamás ¿te veo para la cena?–

–si claro ¿ya sabes donde es el comedor?–

–Si ya me explicaron todo y me dieron mi respectivo mapa–

–Vicky...–

–si dime–

– ¿Cómo vez a tú hermano?–

– ¿Cómo que como lo veo?–

– ¡cállate! Le grite, es una pregunta discreta no le digas que estoy preguntando por él–

– ok entiendo, bueno el horario está fatal para mi gusto, nunca había visto un horario tan triste–

– ¿Qué? ¡Me hablas en clave? –

–claro amiga –

–ok entonces ¿lo ves triste? –

–Si muchísimo, deberías bajar a ver mi horario antes de que sea más tarde y se me pierda, recuerda que soy distraída–

–Ni loca Vicky no voy a bajar a ver a tú hermano–

–bueno amiga tú te lo pierdes recuerda que nos queda poco tiempo para estar juntas y después no te estés quejando ok–

– suspire... de ninguna manera ya mi asunto con tú hermano está más que arreglado, nos vemos para la cena te llamo–Y colgué

Me quede todo el resto de la tarde literalmente tirada en mi nueva cama mirando al techo pensando en las mil cosas que pude haberle dicho a Jhonny y no le dije, me sentía tan frustrada y tan cobarde por no haber bajado y decirle lo mucho que me entristece que se vaya, pero no la señorita se quedó inerte es su nuevo cuarto decidida a perder a un hombre que probablemente la ama y sin saber si era novio de verdad de la tal Paula o quizás nunca regresaría, apesto realmente apesto y mucho, un ruido de unas llaves me sacaron de mi auto compasión.

"ENTRE DOS AMORES"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora