"ENTRE DOS AMORES"

CAPÍTULO Veinticinco

Jhonny será un excelente padre, no se ha separado de nuestro lado y no hace más que consentirnos, después que termino todo lo del parto y me llevaron a la habitación me sorprendí, había flores y hasta un cartel de "Bienvenido Bebé" Patricia lo arreglo todo mientras estaba en el trabajo de parto, me sentí tan relajada entre mis seres queridos que me parecía un sueño. Estaban mis padres que desbordaban de felicidad, Patricia que era la madrina con un montón de regalos para él bebé, también estaba Mimí y Rocheta con una canastilla repleta de obsequios, di gracias a Dios que ninguno pidió explicaciones de la aparición de Jhonny y de su paternidad.

Quien sí que se llevó una buena sorpresa fue la mamá de Jhonny, ella estaba de guardia en la clínica y apenas se enteró de que su hijo estaba allí salió a buscarlo, cuando entro a la habitación y lo vio sosteniendo a nuestro hijo, Jhonny le dijo que mirara a su nieto ella se descompuso por unos momentos se puso a llorar y reír al mismo tiempo cuando pudo asimilar la inesperada noticia, llamo a sus compañeras de trabajo y a un Doctor llamado Rafael para que conocieran a su nieto, no sé porque pero me parece que el Dr. Rafael se trae algo con la Sra. Marta.

La hora de la visita había terminado, todos se fueron a pesar que mi mamá insistió en quedarse para ayudarme Jhonny no acepto, dijo que de ahora en adelante él no se separaría ni un instante de nosotros, mi madre al final entendió y quedo más tranquila cuando la Sra. Marta dijo que ella se quedaría en la Clínica para apoyar a su hijo.

– ¿Cómo te sientes? –pregunto Jhonny

–bien gracias, pensé que moriría en el momento del parto– me reí.

–Cuéntame más ¿Cómo se siente?– pregunto curioso sin dejar de mirarme y de sostener mis manos entre las suyas.

–bueno al principio sólo es un dolor, sin embargo, a medida que pasa el tiempo se intensifican hasta el punto de querer maldecir y gritar, así que desmiento lo que algunas mujeres dicen del que el parto natural no duele, es horroroso, pero cuando te dan las ganas de pujar y lo haces sólo quieres que salga él bebe y cuando eso sucede es lo más placentero del mundo, es una sensación de éxtasis y relajación–

– Me imagino, porque las palabrotas que soltabas eran con odio–

–Lo siento, no quería hablante así... bueno un poquito– lo mire y nos reímos.

–Anabel quiero pedirte perdón por todo lo que te hice, fui un estúpido al tratarte de esa manera, actué por impulso y sin razón... por favor perdóname– me senté en la cama con ayuda de Jhonny.

–No tengo nada porque perdonarte, tú eres un hombre extraordinario y si actuaste así era con mucha razón, yo me merecía eso y más por haberte dejado plantado en la boda y por ser una estúpida indecisa–

–no digas eso mi amor, yo te deje a pesar de que no quería, yo tenía que haber dejado todo tirado para esta contigo... nada en el mundo es más importante que tú, bueno y ahora nuestro hijo, realmente estoy arrepentido por ser un imbécil contigo... te amo Anabel y siempre te amare y estaré contigo aunque me digas que me odias y me des con un látigo– reímos, tome su rostro entre mis manos mirándolo con profundo amor.

–no seas tonto Jhonny, jamás tendrás que escuchar de mis labios que te odio, sé que fui injusta e inmadura contigo y no merezco que me ames ni en un millón de años, pero de algo estoy segura viviré para hacerte un hombre inmensamente feliz y borrare todo mal recuerdo con besos y caricias, no pasara ni un minuto de tus días que deje de demostrarte lo mucho que te amo y lo feliz que me haces al tenerte a mi lado, por hacerme la mujer más afortunada del mundo –

Jhonny me pidió disculpas una y otra vez, le dije que ya lo pasado estaba borrado, que ahora lo que importaba era el presente, yo también trate de pedirle disculpas por todas mis indecisiones y comportamiento, él me coloco su dedo índice sobre mis labios y me dijo que nada de eso importaba, que siempre lo he hecho feliz y ahora más que nunca me amaba por sobre todas las cosas, y que no se lamenta por nada de lo que pasamos, que si no hubiéramos tomados cada una de esas decisiones jamás habríamos llegado a este momento y que no cambiaría nada de lo vivido, porque si lo hacía no estaría nuestro hijo aquí, no sé cómo lo hace pero dice exactamente las palabras que quiero escuchar, lo amo tanto y estoy cien por ciento segura de eso.