Capítulo 8. A un lado la ética.

270 38 203
                                    

🚨 aviso🔞 hay una pequeña parte con contenido subido de todo, les aviso para no agarrarlos desprevenidos y se les corte la respiración.

     Los vecinos se escandalizaron cuando se dieron cuenta del alboroto e incluso del olor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los vecinos se escandalizaron cuando se dieron cuenta del alboroto e incluso del olor. Tratamos de hacer lo posible para zafarnos de todo eso cuando el dueño del edificio vino a inspeccionar en persona cada departamento junto con la policía. Ronald se había encargado de llevarse a la bestia y todos nosotros fingimos estudiar.

Ya no fue necesario ocultarle a Ronald que Lena y Trevor ya estaban enterados sobre el tema de  las bestias, ellos se comportaron como si no fuera algo del otro mundo y con eso tuvo mi novio para darse cuenta.

Se había molestado un poco conmigo por no obedecerlo y dejar fuera a los demás sobre el mundo de bestias y protectores, pero ya no había marcha atrás y tuvo que aceptarlo a regañadientes.

Los días transcurrieron y las cosas se tornaban más extrañas. Ronald seguía sin decirme nada pero decidí darle su espacio para ver si así se animaba a contarme.

════════⚔️════════

Era miércoles y nos encontrábamos en clase de psicología clínica, conociendo más a fondo las entrevistas para pacientes psiquiátricos y métodos para solucionar crisis. Trevor tenía un enorme interés en esta área mientras que Lena era más de Recursos Humanos y yo prefería la psicología infantil.

     En la siguiente clase de psicología geriátrica teníamos que armar equipos de tres para un trabajo que se expondrá para el mes entrante y en eso apareció Mitch, un chico de cuerpo delgado y piel oscura que se enganchó en el brazo de Trevor; desde que llegamos ese chico tuvo gran interés por tener al ojos color miel cerca y él solo se limitaba a sonreír sin incomodarse.

     — ¿Ahora sí estaremos juntos en este proyecto? —preguntó Mitch mientras le hacía ojitos a nuestro amigo.

     Trevor se sonrojaba porque un chico demostrara amor desenfrenado por él; Mitch es un chico gay bastante simpático y sensible, siempre te sacaba una sonrisa pero para su mala suerte, Trevor no tenía ningún interés en salir con chicos y aun así no era grosero ni despreciaba el cariño que le daba este chico.

     —Lo siento, Mitch, estoy con mis chicas.

     El australiano—porque también venía por el intercambio—hizo pucheros de decepción.

     — ¿Te molesta que un chico negro y gay te coquetee? Por eso me evitas, cariño —preguntó Mitch con desilusión.

     Lena y yo intercambiamos miradas sonrientes, Trevor le sonrió a Mitch y el chico parecía haber volado a las nubes.

     —Claro que no tengo problema, Mitch. Cómeme con la mirada si así lo deseas, pero eso no significa que te corresponda, lo siento.

     Mitch torció sus labios y arrugó su nariz.

3º FRENESÍ: ¿Para siempre juntos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora