P r ó l o g o

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     Eran las once de la noche cuando la vi llegar con Lena, Trevor y un cabrón que andaba como perro detrás de ella

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     Eran las once de la noche cuando la vi llegar con Lena, Trevor y un cabrón que andaba como perro detrás de ella. Al final se despidieron antes de entrar al edificio donde vivían muy cerca de la universidad. Aurora no sabe de mi presencia y por el momento tomé mi distancia solo para protegerla.

Al ver que los tres ingresaron al edificio el imbécil dio unos cuantos pasos lejos de la entrada para hacer una llamada.

—Sí, solo tengo que convérsela de que salga conmigo, es demasiado inocente, le gustan las cursilerías y en un descuido de sus amigos ella será mía. Te apuesto a que solo necesito una semana más para que se abra de piernas para mí.

Estaba convulsionando de la ira y ya no podía controlarme, descendí por el edificio hasta caer de pie frente al bastardo. El hijo de puta saltó del susto hasta pegarse a la pared.

— ¡Mierda!

Le di dos puñetazos seguidos y clavé mi rodilla en su estómago para volver a estrellarlo en la pared.

Saqué una navaja—de las más pequeñas—jalé bruscamente de su cabello hacia atrás y acerqué mi arma a su cuello.

     —No me hagas daño, por favor.

     Su voz chillona y asustadiza disparó mi molestia aún más.

—Vuelves a hablarle, a acercarte, a tan si quiera mirarla y te corto el cuello —le susurré muy cerca de la oreja—. Aléjate de Aurora Blake o te desaparezco.

El cobarde estaba llorando del miedo que hasta noté que se había orinado en sus pantalones. Lo aventé lejos del edificio y a tropezones salió huyendo. Ya estaba harto de verlo cerca de ella y apenas tuve la oportunidad de estar a solas con ese cabrón.

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Suelen dejar una ventana abierta por las noches y es la que usaba para escabullirme en ocasiones. Entré sigilosamente dos horas después y subí por las escaleras del flat para encontrarme con la cama de Aurora donde dormía con tranquilidad.

Era mi vicio verla dormir.

Con cuidado me acerqué para besarla en la mejilla y peleé mentalmente con mi consciencia para evitar abrazarla.

—Te amo, estoy más cerca de lo que crees.

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     Desde niño siempre tuve la loca idea de convertirme en un héroe, en alguien importante que hiciera un bien a la humanidad. Ese sueño se fue desvaneciendo con el paso de los años, mi padre nunca fue un hombre cercano y mucho menos alentador.

      Fue un hombre mezquino y egoísta, siempre lo recuerdo así, agresivo y violento. Cuando entré en contra de mi voluntad a la escuela militar en Londres me di cuenta de mis verdaderas raíces, había nacido en Londres, Inglaterra. Fueron catorce años de mentiras y a pesar de todo eso, de alguna forma por más extraña que parezca, estoy agradecido por el destino que me ha tocado.

      Eso me llevó hasta a ella, mis decisiones y mis errores me condujeron a ella: a la chica que me robó el corazón desde que la vi.

      Ser protector no ha sido una tarea sencilla, yendo de un lugar a otro para mancharme las manos de sangre con tal de proteger a las víctimas de esas asquerosidades me ha pesado en ocasiones. Cinco años para ser exacto.

      Me volví alguien oculto, permaneciendo mayormente en la oscuridad para proteger mi identidad sin que se den cuenta de mi existencia, sobre todo mis protegidos.

      Soy alguien quien vino a este mundo para convertirse en un defensor, en un soldado capaz de matar a sangre fría por proteger a quienes lo necesitan.

      Soy un protector. Soy el protector de Aurora Blake, la chica que se ha convertido en mi debilidad de todas las formas posibles. Estoy aquí porque la quiero y la protegeré a toda costa, no importa el peligro que tenga que pasar, ella siempre estará custodiada.

     Aunque la pregunta que me he hecho últimamente por nuestro estado es sí estaremos... ¿Para siempre juntos?

 ¿Para siempre juntos?

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3º FRENESÍ: ¿Para siempre juntos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora