-¡Süleyman!-Mis manos estaban abrazando el cuerpo del sultán sin vida.-¡Regresa por favor! ¡Mirimah, Mehmeth, Bayaceto, Selim y Cihangir te necesitan!
"Sultan, despierte ahora."
Sin respuesta, su cuerpo estaba en esa camilla sin vida.
-¡Padre!-Escuché a mi hija Mirimah detras de mí acercandose con angustia.-¡No!
Se cayó de rodillas antes de soltar un grito desgarrador. Despues de todo ella tambien quiso a su padre.
Detras de mí veo a mis varones llegar detras de su hermana con el mismo dolor, aunque ellos trataban de verse fuertes para Mirimah y para mí, Cihangir era el unico varon que gritaba de la angustia mientras Mehmet abrazó a Selim esperando consuelo que no existirá porque es probable que vamos a morir. Si yo no muero me suicidaré.
Seguido de eso veo a Hatice apareciendo en la escena con el mismo dolor que nosotros. Se acercó a abarazar a Mirimah pero mi hija se apartó de ella con desprecio.
-Alejese Sultana, usted debe de estar contenta ¿no es así?-La miró con mucho reencor.
-¡Mirimah! -Le llamé la atención para que no se metiera en problemas. Pero creo que no me hará caso, despues de todo estará condenada a morir por culpa de la malvada Mahidevran, aunque se ejecutan a los hijos varones Mahidevran aprovechará para lastimar a mi hija sin ser parte de la regla de ejecución.
-¿Que insolencia es esta Mirimah?-Le reclamó Hatice con indignación.
-Quería deshacerse de mi madre, ya lo consiguió. ¡No quiero verla acercarse a mí, no se lo perdonaré por traer a Firuze!-Se levantó para entrar en confrontación contra Hatice.
-¿Que tiene que ver Firuze en esto?-Hatice permaneció firme pero aún se sentía ofendida.
-Tiene mucho que ver en este crimen Hatice, Firuze envenenó al Sultán ¿no es eso obvio? Que casualidad que despues de ser expulsada el sultán al poco tiempo cayó envenenado, Firuze era de los persas. En cualquier momento se esperaba de acabar con nuestro padre. ¡La protegio, protegió a una asesina por su odio hacia mi madre!
-¡Mirimah controlate!-Mehmet la regañó.
-¡No, no me voy a controlar, Mehmet!
-Mirimah, no tuve nada que ver en esto, ni siquiera lo sabía, por favor disculpate.-Le ordenó Hatice.
Mirimah entrecerró los ojos acercandose a un paso de ella.
-Saberlo o no, debieron identificar el patrón de su cuello ¿como es posible que nadie se diera cuenta de eso? Si no fuera por Rushtem y mi madre, nadie lo hubiera sospechado y estoy segura que como siempre iban a culpar a mi madre, así como la culpó de una infidelidad en el que ella no estuvo participe en eso sino Firial.
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En ese instante Ibrahim Pasha se acercó entre las dos para calmarlas. Despues llegaron Afife, Gülfem, Firial, Sumbul, Rushtem y otros mas.
-Mirimah disculpate.-Ibrahim le ordenó sin decirle Sultana a mi hija, claro. Pero mi hija sigue siendo de la sangre real. ¡Que insolencia tiene este igualado!
-Usted no se meta en asuntos de la familia real.-Le detuvo Mirimah.-Ni siquiera piensen en que me voy a disculpar, prefiero dormir con los peces antes de hacerlo.
-¡Quieras o no Mirimah Ibrahim es mi esposo, no debiste de mencionar nuestra relación con esa mujer!
-Hatice.-Trató de calmarla Gülfem.
Me levanté de ahí para interrumpir a Mirimah antes de que esta le respondiera.
-Pero no significa que pueda comportarse como un igualado delante de Mirimah. Ella solo quiso defenderme, Ibrahim perdió el respeto hace mucho tiempo desde que te desgració la vida junto a Firial.
-¡La unica que envió a Firial para desgraciarme la vida fuiste tu, Hurrem!
-¡Bueno ya basta!-Gritó Selim cansado de las discusiones.-¡El sultán ya no está aquí, respeten su muerte en silencio!.
En eso llegó la vibora de Mahidevran junto con Mustafa con el aviso de llegada por parte de Sumbul Aga.
-Estan provocando mucho ruido, ¿esto es un campo de guerra Mirimah?-Se acercó Mustafa a Mirimah.
-No.
-Entonces haz silencio.
Mirimah desvió la mirada sin muchas opciones, Mustafa es el del trono ahora.
-Mustafa, necesito hablar contigo.-Le dije acercandome a el.
-¿Que es lo que quiere Sultana?-Me miró con seriedad pero podía ver su tristeza.
-No voy a hablar esto aquí futuro Sultán, no es conveniente.-Dije refiriendome a los presentes.
-¿Como te atreves Hurrem? ¡Respeta el dolor de Mustafa!-Me interrumpió Mahidevran.
-Ya he hablado con usted sultana madre, necesito saber ahora la respuesta del nuevo sultán.
-Hurrem este no es el momento-Le sermoneó Gülfem.
-No me detendré hasta hablar contigo.-Ignoré a Gülfem sin quitar la mirada hacia Mustafa esperando una respuesta de su parte.
-Respete mis ultimos momentos con mi padre, no estoy dispuesto a escucharla ahora. -Miró el cuerpo de su padre antes de mirarme otra vez.-Pero eso no significa que ignorare su petición, vendré a buscarla. Salgan todos...
• • • R E C U E R D A • A • Q U I E N • T I E N E S • E N • F R E N T E • • •
-Mirimah, lo que hiciste fue una falta de respeto para la sultana Hatice ¡No lo vuelvas a hacer!
-Pero madre...
-¡Pero nada! Sigue siendo la hermana de tu difunto padre, nunca olvides eso.
-Aun así nos vamos a morir, y si yo no muero me pueden envenenar.
-¿Siquiera sabes si vas a morir? Solo guarda silencio. Es un milagro que al menos no le faltaras el respeto a Mustafa.
-¡Madre! Yo soy inteligente cuando hablamos de mi hermano Mustafa, sé que no es malo del todo pero aún así su madre no me da buena espina. -Mirmimah se llevó una mano en la frente-Y lo está influyendo de manera mas errónea. Usted sabe que jamás le faltaría el respeto a mi hermano porque igual lo quiero como a mis hermanos.
El resto de mis hijos estaban en silencio, se los había prohibido para tener mi conversación con Mirimah sin interrupciones.
-Eso es bueno, ahora escuchen.-Miré a todos mis hijos como si fuera la ultima vez que nos veamos.-Sin importar lo que pase, permanezcan unidos hasta que termine mi conversación con su hermano mayor.
Miré a mi hija mayor.
-Mirimah, si hay algo que me gustaría decirles a ti y a tus hermanos es que voy a seguir teniendo mis esperanzas puestas en ustedes, la fé nos salvará.-Me acerqué a Cihangir para abrazarlo, tengo mucho miedo de su final.-Pero para que ustedes puedan salvarse, les pediré que recen a Allah para que yo pueda conseguir salir con vida junto a ustedes.
-¡Lo haremos madre!-Dijo el pequeño Bayaceto antes de caminar para abrazar a Mirimah. Mi niño...
-No descansaremos hasta que Allah nos escuché.-Dijo mi otro niño Selim antes de acercarse a abrazarme, le correspondí el abrazo pidiendo en mi mente a Allah su ayuda.
