Estando en los aposentos del sultán de nuevo, me miró antes de decir una palabra.
-Esta noche todos se encargarán de hacer mi celebración, no vas a ayudar en eso porque quiero que te encargues de otra cosa.
-¿Que es?
-Necesito que te encargues de cambiar las sabanas, las almohadas, las cortinas y retira ese espejo roto, cambialo por otro mas grande.
Miré hacia el espejo que se refería quedandome desconcertada. Ese era el espejo que le regalé al sultan Süleyman ¿como fué que terminó de esa manera?
-¿Que le pasó al espejo?-Me acerqué hacia el espejo antes de tomarlo.
Me miró confundido por mi reacción.
-No lo sé, cuando estrené esta habitación el espejo ya se encontró así. ¿Tiene algo de especial?-Se acercó detras de mí.
-Este espejo...-Trato de que no me afecte mucho lo que fue de este espejo.- era de tu padre porque yo misma se lo regalé, con este espejo el podría visualizar mi rostro cada vez que el lo veía, de esa manera el se acordaría de mí.
Mustafa se quedó atento al espejo, yo lo sabía porque veía su reflejo.
-¿que es lo que vas a hacer con el?
-Tirarlo-Aferré el espejo hacia mí antes de mirar al contrario.-Esto es lo unico que tenía de mí el sultan Süleyman, y yo de el tengo este anillo.
He mirado el anillo de uno de mis dedos, recuerdo que Mahidevran estaba haciendo un gran drama al verlo.
-Hurrem, el no te merecía ni siquiera merecía a mi madre.-Me dijo con algo de frialdad.-¿como te atreves a amarlo?
-Aún así lo amé sultan, tu madre tambien lo hizo.
-A veces no entiendo el amor.-Caminó en dirección hacia la silla y tomar asiento con algo de cansancio.
-No es cuestion de entenderlo, no hay logica. Solo te dejas llevar, espero nunca pases por eso.-Lo volteo a ver.
-No soy como tú Hurrem.-Me dijo en un tono despectivo que me hizo sentir como si aún no me perdonara por la ruptura de sus padres.
Dejé el espejo en donde estaba antes de suspirar.
-Volviendo al tema, veo que te disgustan algunas cosas de esta habitación ¿Es por qué te recuerda a tu padre o quieres personalizar?
-Ambas cosas pero sobretodo quiero estrenar la noche con alguna de las chicas del harem.
El sistema del harem es algo que nunca estuve de acuerdo cuando Inicié en este palacio, mis sentimientos importaban menos que el sexo con cualquier tipa, a veces odié a Süleyman porque pensé que al ser su esposa se enfocaría solo en mí pero era demasiado bueno para ser verdad. Ningun hombre hace tal sacrificio por ninguna mujer, todos son iguales.
El harem les importa mas que su propia mujer.
Pobre de la mujer que se enamore de Mustafa. Sentiría lastima por ella.
-Sultan, ¿de verdad está de acuerdo en seguir los mismos pasos que su padre?
-¿Que quieres decir?
-El harem no es nuevo pero no necesita de un harem para cumplir su rol como sultan, o incluso para conseguir herederos nuevos. Con una sola mujer que ame eso es lo mas importante.
-Los asuntos del harem son mis asuntos Hurrem, solo dedicate a servirme.
Cuando me dijo esto sentí horrible pero sabía que no podía cambiar ese tipo de asuntos. Ambos estabamos serios mirandonos atentos quizá el esperando a que dejara de hablar y yo esperando por decirle el otro tema.
-Bien, si eso es lo que quiere entonces hablemos de mi asunto pendiente con el tema de "Roxelana" ¿no le parece?-me crucé de brazos -¿Por qué rechazó mi solicitud?
Mustafa desvió la mirada hacia otro lugar.
-Hurrem es el nombre que te colocó mi padre. ¿Como podría dejar que hagas eso?
-Creí que lo aprobarías. Me sorprendió una negativa de tu parte.
-Hay muchas cosas que no se pueden dejar pasar Hurrem, sobre todo porque todos ya se acostumbraron al nombre.
-Pero lo entenderán tarde o temprano, así como su padre me nombró así mismo debe de quedarse en el pasado, no soy digna de llevar el nombre de Hurrem. No tiene sentido.
Mustafa quien se quedó mirandome callado por un momento, se levantó de su asiento para luego acercarse lentamente. ¿Por qué me mira así? ¿Quiere abofetearme por contradecirlo?
-Escucha Hurrem, si mi padre te dió ese nombre debes conservarlo, no estoy de acuerdo con esto pero si hay algo que puedo valorar despues de que muriera es que ese nombre marcará tu historia como la sultana olvidada, es una parte de mi venganza por mi madre.
Siguió avanzando hacia mí pero yo no retrocedí. Hasta que hermos quedado tan cerca del uno con el otro.
Siguió hablando.
-Asi que no importa tu dignidad Hurrem, tu misma decidiste acabar así.-Miró mis labios.-Te ofrecí un lugar mucho mas valioso, recuerdalo.
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-Y aún lo sostengo.-Le coloqué una mano en su cara para apartarlo de mí.
-¿Como te atreves?-Retrocedió mirandome con algo de indignación por colocarle una mano en su cara.
Bajé la mano para luego decir.
-¿Como se atreve usted a acercarse de esa manera? Siempre lo ha hecho desde que vivió el sultan, ha invadido mi espacio demasiado. Tenga respeto por los espacios de otras personas al menos por su esclava, por Allah.
Mustafa retrocedió alzando ambas cejas sintiendose regañado.
-No tenía idea de que eso te molestara Hurrem, nunca te he visto apartarme así.
-¿Está insinuando que eso me gusta?-Fruncí ambas cejas con algo de nerviosismo.
-¿Y si es así qué, Hurrem?-dijo sin apartar mis ojos.
-...-Me tensé un poco.
-Vamos, ahora digalo.-Me desafió con la mirada.
"Las veces que ha invadido mi espacio personal siempre he tenido miedo de que por esas cercanías las personas e incluso Süleyman pudiesen malinterpretarlo, pero por lo que es mas mi miedo era que en cualquier momento quisiera besarme, he tenido ese presentimiento antes."
-Si fuera así ya hubiese estado enredada en su cama. Pero eso no ha pasado ¿verdad? Ahora iré a cumplir con mis obligaciones. -Hice una reverencia antes de darle la espalda.-compermiso.
Mustafa parecía suspirar de decepción, quizá porque no consiguió el resultado que esperaba ¿no es así?
O porque no conseguía una reacción diferente de mi parte.
