12. El collar con su mujer.

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[Hurrem Narra.]

Antes de pasar adentro me he reverenciado.

-¿Me ha mandado a llamar Sultán?.-Cerré la puerta detrás de mí.

El sultán estaba sentado en su escritorio mirandome fijamente.

-Acercate.

Con una expresión de sospecha me acerqué lentamente temiendo que me dijiera algo por insultarlo a el y a su madre en ruso.

-Sultán, si es por insultarlo en ruso me disculpo por eso.-Miré hacia el suelo apenada.

-No te llamé para eso pero ahora que lo mencionas, te prohibiré la cena de castigo.

Levanté la mirada con preocupación a mi castigo. Recién iba a cenar despues de tanta hambre hasta que mandó a Ibrahim a hablarme, y por si no fuera poco tuve que soportar la prescencia de este perrito faldero soltandome sus ladridos.

-¿Y si cambia de castigo?-Levanté un dedo indice como sugerencia. Mientras le sonreía de manera convincente.

Mustafa soltó una risa sencilla.

-¿Me estas enseñando como debo de castigarte, Hurrem?

-No dije eso Sultán.-Bajé el dedo.

-Si quieres otra opción de castigo puede ser que le hagas un masaje de pies a la madre sultana.

Hice una mueca de asco.

"Ay no, que horror, ¿y si tiene hongos?"

-Olvidelo, ya se me quitó el apetito.

Mustafa me miró divertido.

-"Antes muerta que atender a sus necesidades" ¿acerté?

-Acertó.-Guiñé con diversión.

Ambos reimos por unos pocos segundos antes de quedarnos en silencio.

-¿Para qué me mandó a llamar, Sultán?-Volví al tema antes de que el silencio sea mas largo, odio los silencios incómodos ¿Quien no? aunque soy alguien de desesperarme tan facil en situaciones como esas trato de mantener mi compostura pero con Mustafa digamos que en esta ocasión si deseo huir.

Despues de todo aún no se me olvida de su actitud tan posesiva.

Mustafa tomó algo que estaba aún lado de su escritorio que parecía un estuche precioso de color rojo para luego extenderlo hacia mí dejandome confundida.

-Esto es para tí.

Acerqué mis manos hacia el pequeño estuche para tomarlo con sorpresa en mi rostro.

-¿Que es?-Lo miré pero no tuve respuesta por lo que volví a mirar el estuche antes de abrirlo para despues dejarme completamente asombrada por el contenido.-Sultán... no sé que decir.

-¿Te gusta?-Me miró con una sonrisa.

-¿A quien no le gusta? El collar es hermoso -Levanté una ceja con una duda en mi rostro-¿Hice algo bueno como para merecerlo?

Mustafa se levantó de la silla elegante para luego caminar hacia mí.

-No lo sé, solo lo compré porque estuve acostumbrado a verte con joyas cuando eras sultana, ahora es raro verte sin ningun accesorio puesto ni siquiera llevas puesto el anillo, por eso decidí consentirte con un detalle como este.

Me quedé mirandolo con atención a sus palabras antes de volver a mirar el collar.

Me quedé mirandolo con atención a sus palabras antes de volver a mirar el collar

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𝑅𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑎 𝑎 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒𝑠 𝑒𝑛 𝑓𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora