En el baño envuelta en una toalla me enjaboné las piernas y los hombros antes de echarme agua en todas las areas enjabonadas, luego pasaría a enjaboname mis partes secretas aprovechando que estoy sola en el baño, todos se fueron a dormir pero yo no puedo dormir con el calor rondando en mi cuerpo sudoroso.
Cuando terminé mi baño, me volví a envolver a toalla por mi cuerpo antes de ir a buscar mi vestimenta. Ya había disfrutado los placeres de la ducha lo suficientente como para ir a la cama.
En instantes de ir por mi ropa apareció frente a mí el sultán con una sola toalla en la cintura, no había nada de telas mas que esa toalla. Me sorprendió verlo ahí mismo, tanto que mi rostro había enrojecido al verlo casi desnudo.
-Sultán...-Me tapé los ojos para no incomodarlo- ¡Este es el baño de señoritas, regresese de donde vino!
-¿En serio Hurrem? Soy el sultán y puedo acceder a cualquier lugar incluso si es este baño para damas.-Me miro con una sonrisa perversa.
-Por favor, salga... -Me cubrí aunque ya estaba cubierta pero me sentía expuesta de todas maneras delante de otro hombre-Necesito ponerme mi ropa.
Me observó de arriba a abajo descaradamente antes de avanzar hacia mí lentamente. Recordarndo que el suelo es resbaloso retrocedí con cuidado.
Hasta sentirme acorralada a la pared.
Mustafa me acorraló ahí mismo.
-Hurrem... -Susurró mirando mis labios como si quisiera besarme.
-¿Que hace sultán?
Sin responderme me besó de manera tan desesperada como si hubiese deseado esto por tanto tiempo.
Intenté separarlo de mí pero el quitó mi toalla para poder tomar mis piernas para enrollarlas en su cintura y así evitar mi escapatoria.
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Sintiendome aprisionada estaba gimiendo en ese beso tan feroz, para luego separarse de mí por la falta de aire para luego decir.
-¿Me deseas Hurrem? -Susurró con un tono cargado de lujuria para luego inclinarse a susurrar en mi oreja con un tono seductor-¿O debería decir esclava?
No respondí solo me deje llevar por la situación. Por como lo dice me estaba dando escalofríos en mi parte íntima.
-¿Como te atreves a ignorarme esclava?-Gruñó en tono amenazante para luego tomar mi mentón con fuerza y mirarme frente a frente- Recuerda a quien tienes en frente.
Seguido de esto ya me encontraba en el suelo deslizandome resbalosamente por el agua y el jabón hasta estar casi en una posición donde mi cuerpo estaba apenas intentando levantarse.
-Es hora de tu castigo.-Se relamió los labios mirandome con toda su lujuria antes de ir a por mí.
Me estaba cubriendo el cuerpo de la verguenza, este no es Mustafa ¿o si? Me tiene así de sumisa, no puede ser.
