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Lee saerom

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Lee saerom

Justo ahora, no quería escuchar las palabras de Jiheon. No me detendría. Entiendo que debería pensar con la cabeza fría, me gusta pensar antes de actuar. Si me equivoco, me disculpo, sin problemas. Pero no necesito más pruebas de las que había.

Seguí por el pasillo, hasta llegar al final donde podía ver esa oficina. Tuve que decirle a Jiheon que no me siguiera, que solo se quedara cerca por si venía alguien. Yo arreglaría esto, si no encontraba salida, lo más oportuno sería llevar esto hasta la CEO Kang. Me quejaría, por qué la situación se rebalsaba de mis manos.

Estando enfrente de su puerta, miré como su maldito nombre estaba ahí. No iba a tocar, ni siquiera recibo el suficiente respeto para que alguien como él se lo merezca. Tomé la manija con fuerza y abrí la puerta, dejándome a la vista aquel horrible sitio.

Mi cuerpo se tensó y casi se me salía el corazón por la escena indecente que sucedía. Kim estaba en su sofá, con las piernas estiradas hasta su mesita central, mientras que una mujer permanecía encima de él.

Sus ojos cayeron sobre los míos, y solo pude ver hacia otro sitio, mientras que la mujer se levantaba haciendo ruidos. Normal que esté avergonzada, estaba a punto de meter el miembro de ese tipo en su interior. Asqueroso.

Volví a ver, solo para encontrarme con que buscaba sus bragas. Kim se las dio, todo para tomar sus cosas con rapidez y salir sin querer mirarme.

—Siempre tan inoportuna.

Musitó, sin verme. Se dedicaba a cerrar su pantalón. Se cruzó de brazos y me miró. Estaba tan informal desde mi perspectiva. Un jean, y una camisa negra de brillos, de tiras. ¿Acaso no venía a trabajar?

A lo que venía. Fui hasta él, tratando de sacarme la imagen anterior de la mente.

—Dame lo que me pertenece. —Alzó su cabeza, para verme. Su cabello cubría toda su frente, haciendo que se viera más largo. — ¿No me escuchaste? Dame mis archivos. Tú no tienes ni un maldito permiso para entrar a mi oficina a joderla e irte como si nada.

Lo que más me fastidiaba, era que no hablara. Pasé mi mano por mi cabello, suspirando.

>>> —¿Por qué tomaste esos papeles? — Metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón— No me lo dirás. Supongo que esa chica te comió la lengua por lo visto. Pero te sugiero que hables ahora, porqué te juro que te vas a arrepentir toda tu vida. Kim.

Sonrió, mofándose. Bajó sus piernas y se levantó, viniendo hacia mí. Demasiado cerca, y no me gustaba eso. Di un paso hacia atrás ante aquello. Parecía querer intimidarme por sus ojos y por su altura.

Olía horrible. A cigarro y a vino, una combinación extraña. Pero, no había más dudas de que había sido él.

—Después de un par de semanas, al fin follaría con esa mujer y la espantaste. —Suspiró— Que voy a hacer contigo, maldita sea. Te metes en todo, llegaste a esta empresa creyéndote y queriendo ser la mejor enóloga, sin saber que yo estaba aquí. Te involucras en mi trabajo. ¿Qué buscas?

DIONYSUS | KTH & JHS [Sinful #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora