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Lee Saerom

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Lee Saerom

Últimamente, he sentido que no estoy tomando las mejores decisiones, por ello mismo me he sentido mal y agobiada. Entrar a la oficina de Kim, solo me hace recordar que me atreví a hacer algo tan indecente.

Por una copa, no significa que tenga suceder algo. Después de encontrármelo el sábado en el supermercado, medité profundamente que es sencillo superar este sentimiento asqueroso que siento, tengo otras cosas más importantes en mi cabeza, donde está Hoseok.

Vi como vertía algo en las dos copas que estaban en la mesa, eso no era vino, seguramente era whisky, hasta aquí podía sentir el olor, realmente sería bueno, ya que, cuándo no se siente ese olor a alcohol, es que será delicioso.

Se dio la vuelta, viniendo hacia mí con las dos copas en las manos. Me ofreció la mía y la tomé con gusto.

—Es whisky.

—Lo sé —Mencioné con una risa. Era obvio que lo sabría, no estaba por ser la mejor enóloga de todas—. No me agradaba mucho que digamos, pero sé distinguir cuándo uno es bueno, este lo es.

Puse mis labios sobre el cristal, permitiendo que ese líquido complemento frío entrara y pasara por mi garganta, refrescándome. Respeto, prefería un buen vino, pero bueno. Después de beber un poco, me dirigí al sofá, para sentarme, mientras él me seguía con la mirada, para luego hacer lo mismo que yo y sentarse a mi lado.

—Se nota que sabes muchas cosas.

Bufé.

—Claramente que sé, lo que pasa es que un egocéntrico como tú, no te darías cuenta.

Se llevó su mano libre a su pecho, luciendo estar ofendido. Era un idiota. Tomé otro tragó, guardando silencio y viendo su oficina. Era bastante sofisticada, tenía toco completamente ordenado y espaciosa, literalmente igual que la mía, pero la suya tenía un olor impregnado, justo a lo que huele él. A veces se siente un olor a perfume con vino, o con cigarro.

—Saerom —Lo miré, que dejó su copa en la mesita de enfrente del sofá—, trabajas muy bien. Oh, vamos, no me veas con esa cara, lo digo porque revisé unos informes y te infravaloré.

Di el último trago, estaba soñando para que el gran Kim diga eso. La verdad es que sentía su sinceridad apenas. He pensado anteriormente que dejaré estos sentimientos a un lado, que no sirven de nada, para solo verlo como un compañero de empresa, que tampoco ha podido ser por lo idiota que fue conmigo, pero podría intentarlo.

—Lo importante es aceptar cuándo te equivocas.

No lo entiendo y me cuesta hacerlo, sigo sin saber lo que realmente quiere.

—Sabes, sobre esa supuesta excursión que vengo, regresé antes por qué no podía soportar ver lo inútiles que eran todos.

—¿Inútiles? Pero eran casi todos los enólogos.

DIONYSUS | KTH & JHS [Sinful #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora