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Lee saerom

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Lee saerom

Era un fastidio, me fastidiaba con solo su presencia.

Y es que tener que verlo después de haber besado a Hoseok ahí dentro, se me revuelve todo. Me hace encontrarme entre la espada y la pared, una jodida pared que me impide ser feliz. No podía seguir soportando esta situación por el simple hecho de que Taehyung esté ligeramente obsesionado conmigo, ¿quiere seguir jodiéndome? Ya obtuvo lo que quiso, ahora podía alejar de mí.

—¿Estabas ahí sola con Hoseok? Lo vi salir hace unos segundos, antes que tú.

—No te interesa.

Resoplé, queriendo irme. Misión imposible si estaba con este idiota.

—Quiero invitarte a salir, justo ahora. Por ello andaba buscándote.

—No, gracias.

Estaba bastante serio, molesto podría decir.

—Ni siquiera te pediré una explicación de por qué me tratas así, pero me hace sentir confuso esa forma tan arisca en tus palabras. Deberías afrontar las cosas bien.

—¿De qué hablas? Estás loco.

—Buf, vaya que lo estoy por acostarme contigo, nadie sería capaz de estar en una relación por tu horrible carácter.

—Espero que te calles un mes, Kim Taehyung. Déjame en paz, solo me fastidias.

—¿Yo fastidiarte? Un poco, pero luego serás tú la que me ruegue —Suspiré, sin creer la barbaridad de cosas que dice este tipo—. Créelo, vendrás arrastrándote para chupármela.

No lo pensé, y la palma de mi mano cayó con fuerza sobre su mejilla. Apenas lo golpee, cuándo este, furioso, me tomó por los brazos, apretando y acercándome a él para besarme. Lo peor es que lo estaba haciendo tan profundo que su lengua entró de una vez, haciendo que me olvidara por completo de la sensación de los dulces y delicados labios de Hoseok, por su culpa.

Quería morderlo, pero no podía por la forma en la que estuve a punto de seguir el beso. Empujé su cuerpo con fuerza, y con toda la rabia que me provocaba le devolví otra cacheta, sintiéndome casi desahogada. Esta situación me ponía de los nervios, haciendo que entrara en un profundo estrés.

—¡Escúchame jodido Kim! —Lo señalé, aún agitada— ¡Que sea la última vez de tu estúpida vida que me vuelves a besar sin mi consentimiento, porque de verdad vas a conocer lo peligrosa que soy!

Y antes de sentir mis labios temblar por la situación, me giré caminando con los mil demonios hacia mi oficina. Tragué saliva, deseando que el nudo de mi garganta se deshiciera. Estaba harta de él, tanto de lo que me hacía sentir, que estaba a punto de llorar.

Debía ser una maldita broma, nada podía irme bien, me cansaba esta situación. Me sacaba de quicio que Kim Taehyung me gustara tanto que lo odio por ello, lo detesto. Pero me da tanto asco por la forma en la que es un prepotente, un idiota, un egocéntrico que cree que es mejor que todos, él y yo no congeniamos por más que en la cama me hiciera ver el cielo.

DIONYSUS | KTH & JHS [Sinful #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora