Capítulo 5 - Manifestación

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POV Adrien

La gala ya había acabado.

Y yo tengo, unos deseos... de...

Estaba caminando por el ala este por el área de las habitaciones, intentando alcanzar al amor de mis ojos, ya que, al ser más de medianoche, seguro se iría a dormir. Algunos guardias cuidaban el área, y tomaron una posición más erguida en el área pública.

Justamente, en el pasillo, la vi al fondo, mientras una damisela la acompañaba, y cuando notó mi presencia, intentó despedirse. Decidí acercarme para que mi jazmín notara mi presencia.

—Puedo terminar de acompañarla a su habitación, princesa, —Sugerí sin sonar sospechoso, ya que lo nuestro aún era un secretito. —Si así me lo permite.
—De acuerdo. —Aceptó neutralmente. —Puedes irte a descansar, Perla.
—Gracias, su majestad, Sir Adrien, —Hizo referencia y se giró en dirección contraria. —Me despido.

Cuando la mujer se marchó y no vi que nadie más husmeaba, coloqué mi mano derecha por debajo del mentón de mi amada, para hacer que me observé fijamente, a lo que ella apartó la cara juguetona.

—Oh, no, no me puedes besar acá. —Colocó un dedo en mis labios separándome de ella.
—Entonces, me quedaré un ratito en tu habitación. —Le susurré a lo que ella sonrió. —¿Te parece?

Caminamos unos cuantos metros, finalizando el área publica de los pasillos de las habitaciones, finalizando en otro en el que solo había 3 puertas separadas, no había absolutamente nadie.

Entramos a la amplia habitación de la princesa, y lo primero que hace Kagami es observarme con algo de curiosidad, y una sonrisa picosa.

—Entonces, si sólo me venías a acompañar, —Rompió el silencio con una sugerente pregunta. —¿Qué hace usted dentro de mi habitación?
—¿Y qué te hace pensar que esta noche te dejaré dormir sola? —Le dije acercándome a ella, sosteniéndola con ambas manos por la cintura.
—Debes ser más específico con tus deseos, ¿sabes?
—¿Ah sí?, pues... —La halé levemente y la junté con mi cuerpo. —Pues, quiero hacerlo contigo, por eso estoy acá.

Me miró por unos segundos con sus ojos algo abiertos, algo ruborizada, a lo que yo decido finalmente besarla ferozmente, sus manos se levantaron sobre mis hombros y abrazarme entre ellos y el cuello.

Ese beso y la temperatura de nuestros cuerpos, se alzaba excitándonos a ambos. Encontré en la parte media de su espalda, el nudo que desataba su vestido tradicional de su país, y lo aflojé un poco, ella hizo lo mismo, pero esta vez separándose de mi para desabotonar los botones de mi camisa.

Dejé que ella deslizara la tela sobre mi pecho y hombros, dejando mi torso desnudo, a lo que Kagami sonríe con malicia y picor.

—Me encanta lo que veo... —Dijo de forma seductora mientras que la observaba fijamente a su hermoso rostro, deshaciéndome de la camisa.
—¿Me permites ver yo también? —Pregunté acercándome nuevamente a ella. —Quiero descubrir... Lo que ocultas debajo de toda esa tela oscura.

Tomé delicadamente con mis dedos, el enorme listón de su cintura, aflojándolo, pero no quitándolo por completo, luego coloqué mis manos sobre sus hombros y con algo de vergüenza (debo admitir), empecé a deslizar la tela, descubriendo la delicada piel de porcelana que posee mi amada.

Todo era tan, delicado... No sé cómo explicar estas palabras, pero una piel blanquecina con algunas pecas dispersas, levemente ruborizada por la excitación, dos hermosos pechos de un tamaño adecuado para su cuerpo, pero así mismo se veían tan delicados.

Otra Vida ~ [Lukanette +18] - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora