Capítulo 8 - Huellas e Historia: Parte 2

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POV Marinette

Han pasado seis días desde que Luka se fue a encontrar con su padre, yo ya no estaba enojada, pero sí incómoda porque no podía hacer casi nada sin ser vigilada por los ojos del caballero pelirrojo.

Acción inteligente y ridícula de parte de Luka, claramente se nota que está obsesionado conmigo.

—Le voy a enseñar quién manda... Si no me dejan ir por las buenas, me fugaré.

Era casi medianoche cuando estaba en mi habitación, con un vestido de camisón largo, abrigo de lana, Nathaniel se queda ahí hasta creer que duermo, lo he visto que descuida mi puerta y simplemente se va.

Los pasillos están siendo vigilados por soldados, no podía fiarme de si ellos también tenían la orden de vigilarme, por eso mismo no puedo caminar libremente por ahí.

El único lugar por el qu podía escapar es si saltaba desde el balcón de un mirador que quedaba en la esquina del ala este, Sólo debía asegurarme de que Nathaniel no me viera.

Asomé mi cabeza lentamente por si acaso me pillaba abriendo la puerta, lo observé por unos segundos, y su respiración tranquila me indicó que sí dormía, excelente...

—Je, tu descuido es mi llave a mi escape. —Susurré de forma casi inaudible, y caminé lentamente mientras me alejaba.

El silencio de la noche me acompañó unos minutos, mientras las puertas cerradas entre el pasillo y el mirador del fondo, me llamaban hacia la libertad, no tenía nada conmigo, solo mis zapatos y mi abrigo para cubrirme.

Ni siquiera Alya sabía que me iría, si le hubiese dicho, me iba a detener.

Estando en el balcón del mirador, la luz lunar fue opacada por unas gruesas nubes negras, cubriendo el manto de arboles que estaban rodeando el Chalet, además de que no me permitía ver el suelo. Miré el cielo y si, estaba cubiertas de nubes, parece que pronto querrá llover.

Me senté un rato en uno de los bancos de piedra que decoraban el balcón, para esperar, por si llovía o se aclaraba el cielo, pero escuché dos cosas: Lo primero, el reloj marcando la medianoche, era el cambio de turno.

Lo segundo, un rayo que cayó muy cerca del lugar, y me asusté muchísimo. Aquel trueno fue la primicia del fuerte aguacero que pronto se desbordará. Mi última opción para salir de acá, es esperar al príncipe a que firme el maldito comunicado para que me dé lo que me corresponde.

Me devolví hacia mi habitación, y la silla en la que estaba sentado Nathaniel, se encuentra vacía, miré hacia todos lados para ver si lo encontraba, pero no había rastro de él. Mi puerta está en un hueco interior que brinda privacidad, por eso no pude ver quién se encontraba tocando la madera, intentando comunicarse con alguien.

Era el príncipe, daba toques suaves a la puerta, y tenia su cabeza recostada sobre la misma.

—¿Qué haces acá? —Pregunté claramente incómoda, se giró al escucharme. —¿Cuándo llegaste?
—Hace diez minutos.

Tragué en seco porque la verdad, no era de mi agrado verlo, es claro de que aún estoy enojada con él.

—Marinette, ¿Ya podemos hablar? —Preguntó más como si estuviese pidiendo permiso de hablarme.
—¿Ya para qué? Abusaste de la confianza que te di. No, no quiero hablarte
—Si te digo todo, podrás comprender porqué te hice ese tatuaje, quiero arreglar lo nuestro.
—Para empezar —Lo interrumpí porque estaba incomoda, "Lo nuestro", no existe porque yo no he decidido tener algo contigo, ¡Además!...

No me dejó hablar, ni siquiera, sólo se acercó a mí, y repentinamente me cargó en sus hombros, como si yo fuese un simple saco de papas.

—¡¿Qué rayos haces?! —Le pregunté en forma de reclamo —¡Luka, bájame!
—Lo siento señorita, pero no. Ambos debemos hablar.
—¡Yo no quiero hablarte, bajame! —Le grité mientras aún seguía caminando escaleras abajo.
—No importa, yo hablaré y tú me escucharás.

Otra Vida ~ [Lukanette +18] - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora