Otra Vida ~ [Lukanette +18] - Libro 1

Capítulo 15 - Victoria

Marinette y yo nos pusimos en marcha hasta el Teatro de San Martín en el Distrito III, antes de desmontarnos del vehículo, Marinette me puso la máscara de camuflaje y un cubrebocas, identidad totalmente cubierta, incluso hasta unos guantes negros para cubrir mis manos.

Verificamos nuestra entrada en la recepción y nos dirigieron a unos camerinos que cada concursante tenía por individual, dejamos todo en la habitación para estar más libres.

—Quiero ir a ver el escenario, ¿te quedas acá o voy solo? —Pregunté al cambiar mi abrigo de cuero por uno de tela.
—Te alcanzaré en un momento, debo desempacar todo para no perder tiempo más tarde.

Salí hasta el pasillo y como estaba a solas, caminé sin prisa ya que me daba curiosidad leer los nombres de todos los concursantes en cada puerta, tal vez haya alguien que conozca acá.

De repente unas cuantas puertas al frente a mí, se abrió por una chica aparénteme molesta, la misma es azotada, logrando un fuerte sonido.

—Y la próxima vez, será en tu cara, imbécil.

Me he paniqueado al reconocer la voz, pero ella no estaba hablando conmigo.

—¿Zoé, eres tú?
—¿Qué? —Se giró al verme, pero tenía una cara de pocos amigos. —Si eres un fan, por favor retírate de acá, no me siento de humor.
—¿Acaso no me reconoces?, Zoezonsa.

Por llamarla así, su semblante cambia a uno más alegre y chilló como adolescente al darse cuenta de que era yo, con pasos saltarines se acerca hacia mí y me abraza del cuello obligando así a inclinarme para abrazarla también.

—¡Lukipuki! ¡Cuánto tiempo!
—Ya te he dicho que no me gusta que me llames así.
—No es a ti que te tiene que gustar, ¿ok? —Me regaño para luego separarse de mí. —¿Cómo estás?, Qué raro verte por acá.

Ambos nos enteramos de que estamos participando, obviamente ella acá como cantante y yo como músico, pero me sorprende más el hecho de que participe porque esta chica nunca ha estado interesada en temas de farándula ni nada que tenga que ver con la vida pública. Así mismo le conté mis intensiones de ganar para usar ese dinero y montar mi estudio de sonido, y como siempre, ella alaba mi inteligencia ante el futuro.

—Yo vine porque ya sabes, de vez en cuando hay que hacer algo de eco, y hacerse notar.
—Pensé que ya te ibas a quedar viviendo en New York con tu mamá.
—No, claro que no. Aun no he tomado la decisión, pero creo que me quedaré acá.

Algo que hizo fue, que de la nada comienza a escanearme, observandome con mucho detalle, acción que me hizo extrañarme, ya que la señorita no suele fijarse mucho en mi.

—Bueno, he visto que en mi ausencia usted se ha puesto, muy guapo, —Dijo mirándome de arriba abajo. —¿Qué has estado haciendo?
—Pues me he cortado el pelo.
—¡Vaya señor obvio!, me refiero, a que te ves más en forma... Te sienta bien ese cambio de look y no el de emo depresivo.

Ambos seguíamos sumergidos en nuestra charla, lejos de pensar de que un tercero iba a ser espectador de un encuentro de dos amigos que hace un año no se veían.

Si, la misma Marinette estaba frente a nosotros, con un rostro muy serio que no suelo ver en ella. Se debe saber que inmediatamente me sentí tenso ante su mirada.

—Mari...
—Hola guapa. —Zoé saludo carismáticamente a Marinette dejándome a mí de inmediato en segundo plano. —Nunca te había visto, ¿Cómo estás?
—Bien, supongo... —Marinette respondió a la rubia con palabras secas y luego plantó sus ojos en mí. —Nos veremos en los casilleros.
—Y a mí, ¿No me querrás ver luego?