Winter sunrise in Seoul - PHS

NUEVE

Jimin tenía fama de hacer muy buenas fiestas, y en esos días organizó una. Como casi siempre, llegué junto a Hyungsik y nos dedicamos a beber todo lo que encontramos que tuviera alcohol. Quería tener la fuerza para invitar a Jungkook aunque fuera a un baile y sobria ni siquiera era capaz de hablarle. Tal vez todo lo que tenía que hacer era emborracharme hasta perder la cordura para por fin se capaz de decirle todo eso que estaba callando.

-¿Y tú por qué te vas a emborrachar hoy, Hyungie? -pregunté, mientras tomaba una copa llena de vodka.

-Para tener el valor de hacer algo -respondió, y bebió todo el contenido de la copa que tenía en la mano, de un solo sorbo.

-Ya somos dos.

Jungkook estaba charlando con Seokjin, por eso no podía acercarme a él, así que seguí bebiendo y esperando el momento indicado para invitarlo a bailar.

-¿Quienes bailar, Nat? -preguntó Hyungsik.

Asentí y lo tomé de la mano para llevarlo hacia en centro de la sala. Puso su mano en mi cintura y comenzamos a movernos al ritmo de la música. Hasta ese momento, no había reparado realmente en lo guapo que era, desde que lo había conocido, lo había visto casi como a un hermano, y se me hacía casi imposible verlo de otra manera. Pero en ese momento, tal vez por el alcohol que corría por mis venas, comencé a mirar con atención su rostro. Sus ojos eran realmente muy bonitos, su nariz casi perfecta y sus labios... sus labios rosados y de apariencia suave. No debía pensar más, no estaba bien, debía controlarme, era mi mejor amigo y no podía pensar esas cosas de él.

-¿Todo bien? -preguntó.

Asentí.

-Sí, todo perfecto -respondí-. Es solo que... No te había visto de cerca con mucha atención, hasta ahora.

-¿Y qué piensas?

-Que eres muy guapo.

Al escucharme, se sonrojó y eso lo hizo verse todavía más atractivo. Suspiré e intenté dejar de mirarlo, pero no pude. Sus labios captaban mi atención e incluso empecé a preguntarme cómo sería un beso suyo.

-¿En verdad piensas eso? -preguntó, haciendo que volviera a mirarlo a los ojos.

Asentí.

-Si no lo pensara, no lo hubiera dicho.

-Es que como estamos bebiendo...

-Eso no tiene nada que ver. El alcohol no te hace hacer tonterías, lo único que hace es que seas capaz de hacer todo eso que quieres hacer, pero no te atreves cuando estás sobrio.

Se quedó pensando en mis palabras, casi en seguida terminó la canción y regresamos a donde estábamos sentados, no sin antes pasar por dos copas llenas de vodka más. Seguimos bebiendo, hasta que vi que Seokjin por fin se alejaba de Jungkook. Ya tenía la oportunidad que estaba esperando.

-Ya vengo -avisé.

Hyungsik asintió y yo me encaminé hacia donde estaba Jungkook.

-Hola -Lo saludé.

Le dio un sorbo a la copa que tenía en la mano y sonrió.

-Hola, Nat -dijo-. ¿Cómo estás?

-Muy bien, ¿y tú?

-Bien, gracias.

Sonreí y tomé valor para decirle lo siguiente.

-Yo... iba a preguntarte si querías bailar.

-Está bien.

Lo tomé de la mano y caminamos hacia donde todos estaban bailando. No lo podía creer cuando puso su mano en mi cintura y comenzó a moverse al ritmo de la música.