DIECIOCHO

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—¿Dónde putas está Ji Soo? —pregunté tan pronto vi a Yoongi. 

Frunció el ceño. 

—¿Para qué la necesitas? —preguntó.

—Por culpa de esa perra Hyungsik terminó en el hospital, por si no lo sabías. 

Yoongi se sorprendió. Se notaba que no sabía qué decirme. 

—Yo... no la he visto desde ayer —dijo— no se si llegó a casa a dormir y esta mañana tampoco la vi. 

No podía hacer que se me pasara la rabia. Nada funcionaba, pasaban las horas y yo solo me sentía peor. Tenía que encontrar a esa maldita desgraciada y no me importaba a dónde. 

—El pecado acobarda —murmuré— se debe estar escondiendo porque sabe lo que hizo. 

—¿Cómo estás tan segura de que fue ella? —preguntó Yoongi. 

Lo miré completamente convencida. 

—Tengo mis razones. ¿Acaso no te diste cuenta de lo loca que está y lo obsesionada? 

Asintió despacio. 

—Puede que tengas razón, tampoco me parecía muy normal como se estaba comportando. 

—En fin... ya veré cómo le hago para encontrarla. 

Ya le había dado alrededor de tres vueltas a la universidad y no la había visto por ninguna parte. ¿Dónde se había metido? De verdad necesitaba encontrarla, no podía dejarla por ahí tranquila después de lo que había hecho. Lo que me preocupaba era que ya al día siguiente terminábamos el semestre e iniciábamos las vacaciones y yo no podía dejar eso así. 

Entregué lo últimos trabajos que me quedaban y regresé a mi habitación, con la idea de empacar mis cosas porque tan pronto saliéramos al día siguiente nos iríamos a casa de los padres de Hyungsik. Abrí el armario y me quedé pensando en el día que había llegado. Había sido la primera vez en mi vida en que me sentía realmente libre y lista para empezar de nuevo. Comencé a sacar la ropa, a doblarla y empacarla mientras pensaba en que realmente necesitaba encontrar a Ji Soo. 

Cuando terminé de empacar lo que necesitaría para el viaje cerré la maleta y me senté en la cama.

—Hágame un favor, ¿Cuál de todas es la habitación de Natalie Swind? —al escuchar esa voz una cantidad de recuerdos dolorosos que llevaba años intentando borrar aparecieron en mi mente. Era la voz de John Smith.

—Al final del pasillo —le contestó otra voz que no conocía.

—Gracias —hizo una pausa y después su voz sonó mucho más cerca—. Pagué una enorme cantidad de dinero por ella y no lo pienso perder.

Llevaba tiempo sin sentir tanto miedo. Oía sus pasos en el pasillo acercarse a mi puerta. ¿Por qué había esperado tanto tiempo para regresar a terminar de dañarme la vida? Justo cuando creía que podría dejar todo eso en el pasado. Estaba equivocada porque el pasado siempre te persigue sin importar lo lejos que te vayas o lo mucho que cambies. Pero no, yo no podía regresar a eso. No en ese momento. No ahora que tenía a Hyungsik. Pensando en eso me levanté de la cama de un salto y tomé la maleta. Abrí la ventana y miré hacia abajo. Era un segundo piso pero si tenía que tirarme de ahí con tal de que no me encontrara, pues lo haria. Tire la maleta por la ventana y cayó sobre unas plantas que había abajo. Subi en el marco de la ventana y miré hacia la puerta. Cerré los ojos y salte. Que bueno que no le tengo miedo a las alturas. Cai sobre las plantas y me rasguñé los brazos, pero estaba ilesa. Tomé la maleta y sali corriendo de ahi lo más rapido que pude. Ya debia estar en mi habitacion, esperaba que no me hubiera visto.

Entré en la habitación de Hyungsik sin tocar y cerré la puerta. Él estaba acostado en la cama,  leyendo un libro. Al escucharme lo cerró y se levantó despacio para mirarme.

—¿Pasó algo, Nat? —preguntó.

Asentí.

—John Smith estaba preguntando dónde queda mi habitación —le respondí.

Pude ver que se sentía muy preocupado. Se levantó y fue hasta donde estaba para tomarme de la mano.

—¿Pero cómo? —preguntó antes de darme un abrazo.

Apoyé la cabeza en su pecho y cerré los ojos. Siempre me había gustado el olor de su perfume.

—No sé —respondí— si hubiera sabido donde estoy desde hace tiempo habría venido por mí. Si no lo habia hecho antes es porque se entero hace poco.

—Puede que el chofer le haya dicho que te vio en la universidad. ¿O su hijo te conoce?

—No. Yo nunca conoci al hijo. Para cuando pasó... todo eso que pasó... él vivía aquí con su madre.

—Por esta noche será mejor que te quedes conmigo. Mañana nos iremos a casa de mi familia y ahí no creo que te encuentre.

—De verdad espero que no. Aunque no estoy del todo segura. Ese hombre es el diablo en persona.

Me alejé para poder mirarlo. Me acaricio la mejilla con los pulgares y me miró con seriedad.

—Tú eres lo que más quiero en el mundo —dijo— y haría lo que sea para protegerte sin importar nada.

—Hyungie... ¿qué haría yo sin ti?

Cada día de mi vida me preguntaba eso mismo y nunca encontraba una respuesta. Estaría perdida sin él, de eso no había duda. Cada vez que lo abrazaba sentía que había encontrado mi lugar en el mundo. Todo lo que había sufrido habia valido la pena. Él era la recompensa por todo eso. Por eso tenia que luchar. Tenia que tomar mi venganza y desaparecer a Jhon Smith de la faz de la tierra para asi poder vivir en paz. Mi pasado solo se enterraría con él. Todo terminaría el día en que dejara de respirar.

Winter sunrise in Seoul - PHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora