Y la sorpresa que Ji Soo le tenía a Hyungsik era un cartel gigante con una exagerada cantidad de globos que decía: "¿Quieres ser mi novio?"
Cuando íbamos saliendo del hotel con las maletas para ya regresar a Seúl el domingo por la tarde, la vimos en el andén de en frente.
—¿Qué demonios significa esto? —Hyungsik funció el ceño.
Nunca me había caído mal Ji Soo, aunque no la consideraba mi amiga. En esos momentos comencé a cambiar de opinión. Así sonara posesivo y hasta tóxico, no quería que nadie más estuviera cerca de Hyungsik y odiaba que ella lo estuviera persiguiéndo apesar de que la había rechazado varias veces. Él no parecía nada contento de ver esa "sorpresa."
—Definitivamente no quiero ser tu novio, Ji Soo y sería bueno que lo comprendieras por fin y dejaras de molestarme —aunque no le habló muy de mala manera en sus ojos se veía el gran fastidio que le tenía a Ji Soo.
Yoongi salió del hotel en esos momentos en compañía de Namjoon y Hoseok.
—¿Qué putas estás haciendo, Ji Soo? —preguntó Yoongi, visiblemente molesto— No puedo creer que hayas hecho semejante estupidez.
Ella no tomó bien las palabras de su hermano y de inmediato se puso a llorar.
—No tienes que hablarme así, Yoongi —dijo.
—¿Cómo quieres que no te hable así cuando hiciste esta cosa ridícula? Hyungsik es mi amigo y no haces más que perseguirlo y joder cuando él ha dejado bien en claro que no te quiere. Y no te quiere porque eres insoportable. Ya supéralo, pareces una acosadora de mierda. Empiezas a dar miedo. Le diré a nuestros padres que te lleven con un maldio psicólogo a ver si se te quita lo obsesionada.
Nadie se esperaba un discurso de esos. Pero Yoongi tenía razón. Ji Soo estaba comportandose como una maldita loca y odiaba el hecho de que hacía que Hyungsik se sintiera incomodo. Como en esos momentos.
—¿Y si nos vamos? Voy sacando el auto —Hoseok también se dio cuenta de lo incómodo que era el momento. Se fue casi corriendo a buscar el auto y llegó por nosotros rápidamente. Subimos las maletas y nos fuimos.
—Oye, Hyungsik —dijo Yoongi después de que arrancamos— te pido disculpas por lo que pasó.
—No te preocupes, tú no tienes nada que ver con que tu hermana no acepte un no por respuesta —Hyungsik lo miró con seriedad. Se veía que le había molestado demasiado lo ocurrido. Con mucho disimulo lo tomé de la mano. Tenía mucho sueño así que me acomodé con la cabeza sobre su hombro y dormí todo el camino de regreso a Seúl.
◇◇◇
Iba saliendo de clases cuando vi un rostro demasiado conocido que me trajo demasiados malos recuerdos. Robert Lewis era el chofer de Jhon Smith, ¿qué estaba haciendo afuera de mi universidad?
—Señorita Natalie —aunque estaba a bastante distancia, me reconoció. Quizás era cierto eso de que no había cambiado nada en cuatro años.
—Robert —dije.
Hyungsik me miró con el ceño fruncido. Lo miré a los ojos como diciéndole que después de explicaría.
—¿Qué hace por aquí? —pregunté.
—Esperando a que el joven David salga de clases —respondió.
Entonces el hijo de Jhon Smith estaba estudiando en la misma universidad que yo. Qué pequeño era el mundo. Por lo que sabía era un par de años menor que yo. Nunca lo había visto.
—¿Y qué estudia? —pregunté.
—Algo de diseño.
Miré hacia otro lado para descubrir que Ji Soo estaba hablando con un chico a bastante distancia de donde estabamos.
—Es él —Robert señaló con un movimiento de cabeza a Ji Soo y su acompañante.
—¿Es él? —pregunté.
Robert asintió.
—El mismo —respondió.
Yo siempre tendía a pensar lo peor de todo y ver a Ji Soo hablando con el hijo de John Smith no me gustó para nada. Por supuesto que ella no sabía nada de mi pasado, pero no podía dejar de preocuparme porque pudiera enterarse. Además también estaba eso de que Jhon Smith podía estar buscándome. Aunque no me parecía tan probable. ¿Qué más iba a querer de mí? Ya me había usado por años y me había arruinado la vida. Con eso debía de ser suficiente. Yo era la que tenía cuentas pendientes con él. Yo era la que debía vengarse. Tomé a Hyungsik de la mano. Era mejor irnos antes de que comenzara a recordar el pasado y eso me dañara el día.
—Adiós Robert —dije.
—Adiós señorita Natalie —Robert sonrió. Siempre había sido amable conmigo a pesar de todo.
Mientras caminabamos a la residencia, le hablé a Hyungsik de Robert.
—Él es el chofer de John Smith —dije.
—Por lo que pude oír, John Smith tiene un hijo.
Asentí.
—Tiene un hijo que estaba hablando con Ji Soo —dije.
—¿Te preocupa que Ji Soo y ese chico se conozcan? ¿Por qué?
—La verdad es que no sé. Es prácticamente imposible que Ji Soo se entere de mi pasado, pero me sigue dando miedo. Si alguien como ella lo supiera...
—No va a suceder, Nat, tranquila —Hyungsik me interrumpió con suavidad. Dejó de caminar para darme un abrazo.
—No tienes idea de cómo quisiera borrar mi pasado. Así no tendría miedo de que alguien se entere.
Se alejó para mirarme a los ojos.
—Por muy doloroso que sea, no puedes borrar lo que pasó. —dijo— Sé lo horrible que es para ti solo pensar en que esas cosas pasaron. Por eso desde que me lo contaste he sentido tanta admiración por ti. Que hayas podido seguir adelante después de todo eso me dice que eres muy fuerte. Nadie va a enterarse de nada porque el unico que lo sabe soy yo y no le diré nada a nadie. Puedes estar segura de que me llevaré el secreto a la tumba.
Puse mis manos en sus mejillas y lo miré con los ojos húmedos de lágrimas.
—Mi vida sería una completa desgracia si no te hubiera conocido —dije.
Sonrió.
—Pero me conociste y ya no estarás sola nunca más. Me voy a encargar de que seas feliz.
La verdad era que desde el momento en que nos conocimos había sentido que por fin tenía a alguien con quien contar. Él era todo lo que yo necesitaba. La única persona que podía llenarme por completo. Por eso no quería perderlo. Lo necesitaba demasiado a mi lado.
ESTÁS LEYENDO
Winter sunrise in Seoul - PHS
Fiksi PenggemarNatalie Swind es una estudiante de intercambio en una importante universidad de Seúl. Nunca habla de su pasado y rara vez menciona el lugar de donde viene porque para ella, todo empezó el día que llegó a la capital de Corea. Solo su mejor amigo, Par...