-¡Maldita sea! ¿No es bueno? -dijo Jake riéndose.
-Creía que ibas a montar tú también esta vez. - Jake miró a Patty con una expresión soñadora.
-No, tenía cosas más importantes en qué pensar.- Patty se ruborizó y se le acercó aún más.
Helmut se sintió entonces vacío, frío y solo.
Los vaqueros siguieron compitiendo con la monta de toros y echando el lazo a novillos. Barnes era el último en competir y, cuando bajó del caballo y se puso delante de los largos cuernos del animal, otro rugido inundó la arena. Se quedó plantado sobre los talones cuando el toro embistió, hizo, un rápido quiebro cuando le pasó al Iado y, agarrándole fuertemente por los cuernos, giró sus poderosos brazos y un segundo más tarde, el toro estaba en tierra.
Los aplausos estallaron en los graderíos, pero Helmut contuvo la respiración cuando Barnes volvió a ponerse en pie. El toro volvía a embestirle.
-¡No! -gritó poniéndose en pie- ¡James!
Pero era completamente innecesario. Ágil como un gato, ya había saltado la barrera cuando el animal embistió.
Helmut volvió a sentarse, pero estaba completamente pálido.
Patty le pasó un brazo por los hombros.
-Eh -le dijo amablemente- Lleva ya mucho tiempo haciendo esto. Está bien.
-Sí, por supuesto que lo está -le contestó Helmut sobreponiéndose a su miedo.
Cuando logró relajarse de nuevo, se quedó sentado, ya tranquilo, hasta el final del rodeo.
Tiempo después, cuando se dirigía al aparcamiento para ver si el coche molestaba, Patty lo agarro del brazo y lo desvió de su camino. James estaba metiendo el caballo en el remolque y Jake se le acercó para darle la enhorabuena.
-Jefe, lo ha hecho muy bien. Enhorabuena.
-Y eso que no dejas de decir que eres demasiado viejo-añadió Patty abrazándole cuando llegaron junto a él- Estoy orgullosa de ti- Él la abrazó también, sonriéndole de una forma que hizo que a Helmut se le encogiera el corazón. Por lo menos, Patty y él eran todavía amigos.
En ese momento, se dio cuenta de que hubiera preferido no ir, ni acercarse a él, ni tener que hablarle. James levantó la vista, y lo vio. entonces su rostro adquirió una expresión muy seria.
-Vamos a ver a Billy un momento -dijo Patty- ¡Esperednos aquí!- Arrastró consigo a Jake, que parecía alegre y triunfante.
Helmut se hizo un nudo en el pañuelo que llevaba al cuello mientras Barnes lo miraba.
-Lo... lo hiciste muy bien -dijo intentando romper el largo silencio.
Alrededor de ellos había un continuo trajín de vaqueros y caballos y un continuo murmullo de conversaciones que les recordaba que estaban en un lugar muy poco íntimo.
-No esperaba verte en un rodeo -le dijo él encendiendo un cigarrillo- No es exactamente el tipo de diversión que te gusta.
-Sí que me gustan los rodeos.
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Tal Como Eres
RomanceEl maleducado granjero James barnes quería aprender buenos modales para así enamorar a... ¿una mujer? y Helmut Zemo era la única persona del pueblo que tenía la suficiente educación como para llevar a cabo ese trabajo. Ningun otro hombre o mujer se...