Capítulo 21

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-¡Maldita sea!  ¿No  es  bueno?  -dijo  Jake  riéndose.

-Creía  que  ibas  a  montar  tú  también  esta  vez. - Jake  miró  a  Patty  con  una expresión soñadora.

-No,  tenía  cosas más  importantes en  qué  pensar.- Patty  se  ruborizó y se  le acercó aún  más. 

Helmut se sintió  entonces vacío,  frío y solo.

Los vaqueros siguieron compitiendo  con la  monta  de  toros  y echando el lazo  a novillos.  Barnes  era  el  último  en  competir  y,  cuando  bajó  del  caballo  y  se  puso  delante de  los  largos  cuernos  del animal, otro rugido  inundó  la  arena.  Se  quedó plantado sobre los  talones  cuando  el  toro  embistió,  hizo,  un  rápido  quiebro  cuando  le  pasó  al  Iado  y, agarrándole fuertemente  por los cuernos,  giró  sus poderosos  brazos  y  un  segundo  más tarde,  el toro  estaba  en  tierra.

Los  aplausos  estallaron en los  graderíos, pero Helmut  contuvo  la  respiración cuando Barnes  volvió a  ponerse en pie.  El  toro volvía a embestirle.

-¡No! -gritó  poniéndose  en  pie- ¡James!

Pero  era  completamente  innecesario.  Ágil  como  un  gato, ya había  saltado la barrera cuando  el animal embistió.

Helmut  volvió a sentarse,  pero  estaba  completamente  pálido.

Patty le pasó  un brazo  por  los  hombros.

-Eh  -le dijo  amablemente- Lleva ya mucho  tiempo haciendo esto. Está bien.

-Sí, por supuesto que  lo  está -le contestó  Helmut  sobreponiéndose a su miedo.

Cuando  logró  relajarse  de nuevo,  se quedó  sentado,  ya tranquilo,  hasta  el  final del rodeo.

Tiempo después,  cuando  se  dirigía  al aparcamiento  para  ver  si el  coche molestaba,  Patty  lo  agarro  del brazo  y lo desvió  de  su  camino.  James  estaba  metiendo el caballo  en  el remolque  y Jake se  le  acercó  para  darle  la enhorabuena.

-Jefe,  lo  ha  hecho  muy  bien.  Enhorabuena.

-Y eso que no dejas de  decir  que  eres  demasiado  viejo-añadió  Patty  abrazándole cuando llegaron junto a él-  Estoy  orgullosa de ti- Él la abrazó también,  sonriéndole de una forma que hizo  que a  Helmut se le encogiera el  corazón. Por  lo  menos,  Patty  y él  eran  todavía amigos.

  En ese  momento,  se dio cuenta  de  que hubiera  preferido  no ir, ni acercarse a  él,  ni tener  que hablarle.   James levantó  la  vista,  y lo vio. entonces su  rostro adquirió  una expresión  muy seria.

-Vamos  a ver  a Billy un momento -dijo Patty- ¡Esperednos aquí!- Arrastró consigo a  Jake, que parecía alegre y triunfante.

Helmut  se  hizo  un  nudo  en  el  pañuelo  que  llevaba  al  cuello mientras  Barnes  lo miraba.

-Lo...  lo  hiciste muy  bien -dijo  intentando romper el largo silencio. 

Alrededor de  ellos había un continuo  trajín de  vaqueros  y  caballos  y  un  continuo murmullo de  conversaciones que  les  recordaba que estaban en  un  lugar muy poco íntimo.

-No esperaba verte  en un rodeo  -le dijo  él encendiendo un cigarrillo- No  es exactamente  el tipo  de  diversión que  te gusta.

-Sí que  me gustan  los rodeos. 

Tal Como EresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora